En un par de días, la banda de Víctor Flores asestó sendos golpes jugosos : anunció impúdicamente la decisión -tomada subrepticiamente casi tres meses atrás- de prolongar por tres años más su apropiación del poder sindical, sin siquiera remedo de elecciones, y luego fue a exhibir sus métodos gangsteriles en plena sesión de la Cámara de Diputados, pretendiendo así impedir, o cuando menos inhibir, la investigación formal que los legisladores hacen sobre las triquiñuelas con las que se ha privatizado el servicio ferroviario nacional.
El ridículo asalto al Poder Legislativo se fraguó -entre tragos y platillos varios- la noche del miércoles recién pasado, en el salón Lope de Vega del hotel Lepanto de la ciudad de México. Allí estuvieron hospedados casi 200 invitados de Víctor Flores, a los que se conminó a asistir la mañana del jueves 6 al Palacio de San Lázaro para demostrarles a los diputados el enojo de la directiva sindical por la investigación sobre el caso ferroviario.
Los coordinadores de la ``protesta'' convinieron en aparentar espontaneidad y en hacer como que se le salían de control a Flores, quien a su vez debería simular desconcierto y hasta pérdida de control de la situación. En la misma reunión nocturna se acordó entregar 500 pesos mensuales a los representantes de los jubilados, y 2 mil en diciembre, para que diluyan las protestas de sus compañeros pensionados. Se habló también del siguiente paso en el desmantelamiento de la protección a los trabajadores, que será la sustitución del histórico seguro ferroviario denominado Previsión Obrera, por un seguro comercial de vida.
Los espontáneos ferrocarrileros que forzaron su entrada a San Lázaro, interrumpieron la sesión, ofendieron y agredieron a diputados, eran secretarios generales de las secciones del sindicato, presidentes regionales del grupo Democracia Sindical y representantes de jubilados. También iban, desde luego, miembros del comité nacional y, al frente, los famosos golpeadores y guardaespaldas de Víctor Flores.
Después del numerito de San Lázaro, la fiesta siguió, nada más que en Veracruz, donde se celebró oficialmente el Día del Ferrocarrilero el viernes siguiente.
Es preciso llamar la atención sobre la displicente actitud con la que se han venido tolerando los excesos de quien agredió a un diputado en funciones cuando éste, en ejercicio pleno de sus derechos, usó una máscara de cerdo en un informe presidencial, y que ahora se consideró con los tamaños suficientes para ir a intimidar y agredir a los diputados que indagan las pillerías hechas al amparo de la también turbia concesión de los ferrocarriles a particulares.
Hermanados en las francachelas y el agandalle...
El jueves 14 de agosto, los avisos de primera plana relativos a esta columna decían: ``El líder ferrocarrilero Víctor Flores en pos de un cacicazgo sin tapujos'', y ``En Guadalajara, posible albazo estatutario para perpetuarlo en el poder''.
Tres meses menos diez días después, en el sexto punto de un boletín de prensa de tres hojas, se deslizó la verdad guardada casi con vergüenza: efectivamente, se ``modificó nuestra ley fundamental para ampliar por tres años más la gestión del líder de los ferrocarrileros''.
El citado boletín emitido por la directiva del sindicato ferrocarrilero añade: ``Con tal determinación, dictada por la autoridad máxima de nuestra organización, en representación de todos los trabajadores del sistema, el compañero Víctor Flores Morales continuará al frente del sindicato ferrocarrilero, no porque él lo haya decidido, ni porque se haya reelecto (para ello tendría que haber habido elecciones), sino por mandato nacional del gremio y porque su experiencia, trato y relaciones con las empresas concesionarias nos convienen a todos, ya que nadie como él podrá negociar mejores condiciones de labores, de salarios y prestaciones''.
Traducido a la realidad, el cínico párrafo quiere decir que 36 personas reunidas del 14 al 16 de octubre en el hotel Fiesta Americana de Guadalajara, citadas para una reunión del grupo hegemónico Democracia Sindical, y subrepticiamente habilitadas como convención revisora de estatutos, decidieron sin elecciones de por medio, a sus puros pantalones, que Víctor Flores siga como secretario general del sindicato nacional ferrocarrilero por tres años más.
Pero, dice el boletín en un desliz peligroso, que Flores no fue reelecto, pues no hubo elecciones, sino que su continuidad en el poder proviene de un ``mandato nacional del gremio''. De acuerdo: no fue reelecto, pues no hubo votación, (con lo cual los delegados revisores de los estatutos reconocen que no tienen facultades de decisión electoral) pero sí un mandato para prolongar el ejercicio de un poder derivado de elecciones. Así que, ¿cuándo se emitió ese mandato expreso, en qué asambleas, de qué fecha, en cuáles actas?
Hubiera sido más fácil redactar el párrafo del pinochetazo diciendo las cosas tal cual son: un grupo reducidísimo de favorecidos por el actual líder, hermanados en las francachelas y el agandalle, hemos decidido mantener en el poder a nuestro jefe por tres años más, a reserva de que llegado ese plazo lo sostengamos de por vida a nuestros puros pantalones, para gloria de nuestras economías personales y beneplácito de las empresas concesionarias del servicio ferroviario.
Astillas: ¿Quién pagará los amplios des-plegados de media plana que el viernes pasado se publicaron en varios diarios de circulación nacional como ``carta abierta'' dirigida a este columnista para defender a
Víctor García Lizama? Ya lo dijimos antes, pero ante la costosa repetición del yerro lo reiteramos: ¿con qué representación jurídica puede hablar una simple coordinadora de administración y finanzas a nombre de una institución como es el Nacional Monte de Piedad? ¿Puede una simple empleada de confianza adjudicarse facultades que en todo caso corresponderían a un patronato, o a un patrono presidente? Ojalá pronto sepamos a qué partida presupuestal de apoyo a los pobres, o con cargo a qué fundación de caridad se pagó el multipublicitado desplegado en el que, por lo demás, no se combate con datos y documentos nada de lo aquí publicado. Palabras y más palabras, pero nada que rebata lo que aquí se ha dicho con precisión y exactitud documental... Los días 9 y 10 de junio, esta columna dedicó su espacio a difundir el aberrante hecho de que la corte hubiera establecido como jurisprudencia que un cónyuge que obligara al otro a tener relaciones sexuales normales, pero ``de manera violenta'' debería ser juzgado ya no por violación, sino por ``ejercicio indebido de un derecho''. Ahora, el Presidente de la República, acompañado por distinguidas damas legisladoras, envió una iniciativa de reformas que buscarán combatir de mejor manera la violencia familiar. Entre las propuestas está la de corregir la tesis mencionada -promotora del machismo y generadora de virtual impunidad para esposos agresores de sus compañeras- y volver a castigar con energía la violación entre cónyuges... Algunos lectores preguntan sobre la postura oficial de la Comisión Nacional de Derechos Humanos respecto al injusto encarcelamiento del general José Francisco Gallardo. El reporte de Amnistía Internacional sobre el caso consigna las palabras de Mireille Roccatti pronunciadas durante una visita a España: ``el caso no es una violación de las garantías individuales'' ya que `` su encarcelamiento se debe a fraudes cometidos con anterioridad''...
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