``Un problemita de formas'', el de la PGR y la Corte: Zedillo
Rosa Elvira Vargas, enviada, Margarita, Venezuela. 9 de noviembre Ť Es falso que exista un enfrentamiento entre los poderes Ejecutivo y Judicial, aseguró el presidente Ernesto Zedillo y mencionó que la polémica entre la Procuraduría General de la República (PGR) y la Suprema Corte de Justicia de la Nación no es algo que le preocupe. Se trata sólo de un ``problemita de formas'' que no debe dirimirse con desplegados en los periódicos sino con estricto apego a la ley.
El mandatario también condenó los recientes ataques contra el obispo Samuel Ruiz; llamó al Poder Legislativo a compartir la responsabilidad de actuar con prudencia y sentido de alerta en la elaboración del presupuesto, sobre todo a la luz del derrumbe de las bolsas en casi todo el mundo, y aseguró que en la democracia ``se llega hasta donde el pueblo manda''.
Al término de los trabajos de la séptima Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, realizada en esta isla, Zedillo abordó en entrevista el tema del diferendo entre la PGR y el Poder Judicial. Afirmó que, finalmente, la respuesta a este asunto está en el Poder Judicial, porque tiene la responsabilidad de ser el juzgador.
La denuncia debe ser en términos de ley
Si la procuraduría sospecha que hay jueces que no cumplen su deber, abundó, que interrumpen u obstruyen la acción de la justicia, debe denunciarlo en términos de la ley y hacerse la investigación correspondiente. Además, dijo, el Poder Judicial tiene para ello sus mecanismos de revisión, de autoevaluación, de depuración.
Ambas instancias están en su derecho de manifestar sus inquietudes, pero ``yo no tengo ninguna preocupación''. Aclaró entonces que como todos los asuntos de controversia del país tienen que resolverse en términos de la Constitución, pues la propia ley establece cuáles son los cauces para dar procedimiento a este tipo de preocupaciones.
En torno al caso Lankenau, se limitó a señalar que su deber es ser ``muy cuidadoso en este y otros asuntos''. Recordó que si bien el Presidente nombra al procurador general de la República y a éste lo ratifica el Senado, una vez que entra en funciones, el Jefe del Ejecutivo está impedido para participar en las acciones del abogado de la nación.
Por otra parte, Zedillo se refirió al atentado que sufrió recientemente el obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz. Condenó el hecho y señaló que espera que esta semana se dé algún resultado de las investigaciones iniciadas para saber qué fue lo que realmente ocurrió.
El mandatario concedió, al término del encuentro de presidentes, sendas entrevistas. La primera con periodistas de televisión y, más tarde, ya en el vuelo de regreso a México, con los reporteros de la fuente presidencial. Abordó con detalle algunos temas tratados en la cumbre y dio a conocer los reportes que había recibido hasta ese momento sobre los efectos en el océano Pacífico del huracán Ricky.
Sobre las drásticas caídas en las bolsas de valores de casi todo el mundo, Zedillo declaró que tanto al poder Ejecutivo como al Legislativo corresponde guardar una actitud muy vigilante y prudente, sobre todo en estos momentos previos a la definición de qué va a pasar con el Presupuesto de Egresos, la Ley de Ingresos y la definición de los Criterios Generales de Política Económica para 1998.
``Es nuestra responsabilidad darnos cuenta de qué está pasando en el resto del mundo. En este momento, mucho más que hace dos semanas, tenemos la obligación de actuar con enorme prudencia, porque si ahorita enviamos una señal equivocada siendo laxos en nuestra disciplina, eso podría tener un costo muy lamentable para el país''. Hoy, alertó, todas las economías están, se quiera o no, en un escaparate, ``y si actuamos imprudentemente o decidimos ignorar lo que está pasando en el resto del mundo, eso tendría un grave costo''.
Actuar con un principio de responsabilidad, remarcó, no se aplica sólo al presidente de México sino también al Legislativo.
Una vez más, el titular del Ejecutivo admitió que existen claras insuficiencias en el diseño y operación del sistema de justicia, no sólo en relación con la atención a los indígenas sino en la población en general, y que se dan muchas veces por cuestiones de influencias o de poder económico.
Actualmente, admitió, no es lo mismo un ciudadano con recursos económicos amplios frente al sistema de justicia, que otro que no tiene dinero o que a veces ni siquiera habla la lengua de quien va a determinar su asunto legal. ``Hay muchas fallas que tenemos que corregir y es parte de los retos que hay por delante para terminar la reforma del sistema de justicia que se inició en diciembre de 1994''.
El Presidente señaló, por otra parte, que ``se respira otro aire'' en las reuniones de la cumbre iberoamericana cuando se aborda el tema de la democracia en México. Después de los comicios de julio, aseguró, la población sabe que puede hacer no sólo elecciones legales sino también elecciones justas.
Admitió que aún quedan ``aspectos pendientes'' en esta materia y de ahí su convocatoria a fin de elaborar la agenda y los mecanismos para decidir la reforma del Estado en sus aspectos inacabados, pero subrayó que en reuniones como la de Isla de Margarita ha percibido que gente que es amiga y respeta a México, ``pero que siempre tenían alguna cosita por ahí'' en relación al sistema político mexicano, hoy ha cambiado de opinión y que ``estamos en el grupo de los países indiscutiblemente democráticos''.
Planteó su convicción de que la democracia es también el debate de las ideas; todos los días hay que dar la batalla para que los valores de aquélla se reafirmen y no aceptar visiones parciales. A veces, señaló, en aras de la democracia se pueden hacer propuestas que desvían sus propósitos, ``y esto hay que exhibirlo. Es como un principio. (Pero) no estoy pensando especialmente en algo''.
Zedillo fue abordado también en relación a su propuesta de diseñar globalmente el combate a las drogas y de realizar para ello una asamblea general extraordinaria de la ONU. Insistió que ese fenómeno debe atacarse en sus ángulos de oferta, tránsito y demanda y que es un problema como los movimientos de capital financiero, ``donde todos tenemos que estar en sincronía y hacer un frente común''.
Hoy, añadió, se ha logrado que la comunidad iberoamericana haga suya la iniciativa de México y se decidiera también a armonizar los puntos de vista de los países de la región para presentar, si no una posición de bloque, al menos de gran congruencia.
Tiene que haber una gran discusión sobre el narcotráfico para poder elaborar una propuesta de acción más coordinada, realmente global, porque ello resolverá además ``situaciones muy inconvenientes que tenemos ahora'', como el que un país -Estados Unidos- quiera erigirse en juzgador del esfuerzo de otros países e incluso pretende certificarlos, ``lo cual es inaceptable, pero ahora nuestra posición al respecto tomará más fuerza, porque en el momento en que se acepta que es una responsabilidad de todos, entonces nadie tiene derecho a juzgar, individualmente, a determinadas naciones''.
Cuba y el examen y las críticas a que sin falta se le somete en cada reunión cumbre fue en esta ocasión, según el Presidente, anticlimático. Admitió que de nuevo se había creado expectativa sobre ese punto, pero sólo hubo una intervención que lo aludió y, entonces, ``por fortuna, no fue un tema a discusión''.
Zedillo fue interrogado también sobre el polémico tema de la información veraz, propuesto por Venezuela desde el año pasado y que en la cumbre volvió a discutirse. Insistió en que no obstante que la adición planteada por México de que desde el poder público no debe intentarse regular o calificar esa veracidad, ``el tema se resolvió bastante bien'', pues nadie planteó ningún tipo de restricciones y, además, el documento final de la Declaración de Margarita corrigió en mucho proyectos originales sobre ese punto.