Ejecutaron a dos militares adscritos a la Judicial en BC
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 14 de noviembre Ť Dos militares con licencia que se desempeñaban como agentes de la Policía Judicial Federal (PJF) en esta entidad, fueron ejecutados hoy frente a los juzgados de distrito locales al salir de una comparecencia en relación a un problema de tráfico de indocumentados y drogas, en el municipio de Tecate.
Los agentes antidrogas fueron atacados desde dos vehículos en movimiento de donde les dispararon con ametralladoras AK-47; cada uno recibió más de 20 balazos, según informaron las autoridades.
En esta camioneta murieron los dos elementos del
Ejército Mexicano que salían de un juzgado de
Tecate cuando les dispararon desde dos vehículos
en movimiento. Foto: Elsa Medina
En la escena del doble crimen la policía recogió 70 cartuchos percutidos y, según testigos de la agresión, los oficiales fueron acribillados cuando se disponían a abandonar los juzgados a bordo de una camioneta tipo Suburban con matrícula del Distrito Federal, aparentemente propiedad de la PGR.
Los agresores huyeron a bordo de otras dos camionetas, que abandonaron minutos más tarde en Avenida de las Ferias, colonia Hipódromo, según informó la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Los militares acribillados fueron identificados como Miguel Angel Anaya Valenzuela, de 24 años, y Juan Antonio Martínez Catarino, de 32, quienes estaban asignados a la subdelegación de la PGR en el municipio de Tecate.
En los dos últimos años, por lo menos 12 elementos de la delegación estatal de la PGR en Baja Califiornia han sido ejecutados. Dos de ellos se desempeñaban como delegados; cinco eran comandantes; un agente del Ministerio Público, dos agentes de la PJF, y dos auxiliares.
El 23 de febrero de 1996, Sergio Armando Silva Moreno, ex jefe operativo de la policía federal en esta entidad fue ejecutado en la capital mexicana con un tiro en la cabeza.
Según datos recabados en la delegación de la PGR en esta ciudad, Armando Silva era de los hombres de confianza de Isaac Sánchez Pérez, ex subdelegado de la Policía Judicial Federal, asesinado también el la ciudad de México el 19 de julio de 1996.
Cinco días después del asesinato de Silva Moreno, a unas cuadras de la PJF en la capital mexicana, fue acribillada frente a su domicilio en la colonia Anáhuac de esta frontera, la abogada Rebeca Acuña Sosa, a quien se le identificó como el enlace entre representantes de bandas de narcotraficantes y el jefe policiaco, con quien también mantenía una relación amorosa.
Luego, el 17 de abril murió acribillado en la pista atlética del Instituto para la Juventud y el Deporte en esta frontera, José Arturo Ochoa Palacios. Este crimen fue vinculado a una venganza de narcotraficantes que se vieron afectados con su desempeño como delegado de la PGR en Baja California.
Entre otros casos, el 18 de mayo de ese mismo año fueron identificados los cuerpos del también ex delegado Sergio Moreno Pérez y su hijo Osmani, quienes fueron torturados, y sus restos abandonados en el municipio de Naucalpan, estado de México.