La Jornada 16 de noviembre de 1997

Citar a Gurría al Senado en torno al tratado de límites, demandará el PAN

Andrea Becerril y Víctor Cardoso Ť La fracción panista en el Senado de la República pedirá la comparecencia en comisiones de los secretarios de Relaciones Exteriores y de Energía, José Angel Gurría y Luis Téllez Kuenzler, con el fin de que expliquen hasta qué punto los trabajos exploratorios de empresas petroleras estadunidenses en el Golfo de México tienen el aval del gobierno mexicano o afectará sus reservas de hidrocarburos.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, José Angel Conchello, informó que en la sesión plenaria de este lunes llevará el tema a la tribuna, ya que ``es imprescindible que se aclare hasta dónde el gobierno mexicano cedió sus derechos'' en la zona conocida como Hoyo de dona, que se considera como la quinta provincia petrolera más grande del mundo y con mayores reservas energéticas.

El legislador panista añadió que el Senado de la República tiene que exigir a la administración del presidente Ernesto Zedillo comenzar las gestiones necesarias ante Naciones Unidas para reivindicar la soberanía mexicana en esa región, toda vez que empresas de Estados Unidos han dado los primeros pasos para explotar comercialmente los yacimientos petrolíferos que se encuentran en los límites entre ambos países.

Conchello se manifestó preocupado por el hecho de que Estados Unidos no reconoce la Convención de Derechos del Mar, y ``el silencio y la indiferencia aparente que han mostrado la Secretaría de Relaciones Exteriores y el propio presidente Zedillo hacen temer que el gobierno mexicano aceptó ya las condiciones que impuso su vecino del norte''.

El legislador explicó que en la zona del Pacífico hay un caso similar. Allí, cinco naciones -entre ellas Estados Unidos- realizan perforaciones para sacar Molibdeno del lecho marino. Lo que las empresas estadunidenses hicieron, dijo, fue pedir autorización a la ONU para efectuar sus trabajos argumentando que es mar internacional.

Igualmente puede hacerse en el caso del Golfo de México, con los yacimientos de petróleo localizados en el Hoyo de dona, ya que no se ha delimitado la soberanía de cada país en esa área específica, aun cuando se acaba de ratificar el Tratado sobre Límites Marítimos de 1978.

``Por eso hay que exigirle al gobierno mexicano que comience desde ahora las gestiones para reivindicar esa región, y definir qué parte corresponde a México y cuál a Estados Unidos, porque de no hacerlo las siete hermanas (las empresas petroleras más importantes a nivel mundial), con todo su poderío económico y político se van a apoderar de esa riqueza que geográficamente pertenece a nuestro país'', manifestó.

Insistió en que es responsabilidad de los senadores exigir que el canciller Gurría y el secretario Téllez Kuenzler expliquen con todo detalle cuál es el contenido de las negociaciones con Estados Unidos en torno de esa zona del Golfo de México, y por qué no se aprovechó la ratificación del tratado para promover la delimitación territorial del Hoyo de dona.

Conchello sostuvo: ``Los senadores no podemos sumarnos al silencio del gobierno mexicano y menos ser cómplices de permitir que Estados Unidos nos arrebate esos recursos''.

Desarrollo tecnológico

A principios de este año, el entonces subsecretario de Política y Desarrollo de la Secretaría de Energía, Jorge Eduardo Navarrete, declaró en entrevista que sólo existen ``presunciones sobre importantes recursos petroleros'' en aguas profundas del Golfo de México.

Sin embargo, aclaraba que aún cuando se han descubierto estructuras geológicas muy amplias que potencialmente pueden contener hidrocarburos, ``hablar de una cifra cualquiera es muy discutible''.

Pero sobre todo, el entonces funcionario de la Secretaría de Energía señaló que sólo hasta muy recientemente se había comenzado a hacer trabajos ``muy iniciales'' de exploración, y que las tecnologías para explorar y perforar a profundidades superiores a los 8 mil metros apenas se desarrollaban y su utilización no se había generalizado por los altos costos que representaban.

En esa ocasión precisó que en el caso mexicano existía la decisión de explorar nuevos yacimientos, tanto en el Golfo de México como en el de California, pero que por la falta de certidumbre en los análisis se daba prioridad a otras zonas geológicas más conocidas, menos profundas, como la Sonda de Campeche y el litoral de Tabasco, donde las inversiones en exploraciones tienen rendimientos ``más ciertos e inmediatos''.

Estimó que sería hasta la próxima década cuando se estuviera en condiciones de desarrollar la tecnología para explotar con márgenes de utilidad las aguas profundas del Golfo de México.

Sin embargo, el desarrollo tecnológico para hacer negocios en aguas internacionales parece haber llegado antes de lo que se esperaba. Así como la empresa Sea Launch fue capaz de desarrollar una plataforma marina de lanzamiento de cohetes para colocar satélites en el espacio, la empresa Samsung Heavy Industries ya construye embarcaciones que pueden hacer perforaciones en busca de petróleo 11 mil metros abajo del nivel del mar.

Dos embarcaciones de ese tipo fueron ordenadas por la empresa Rading and Bates Corp., ``la más grande del mundo especializada en el desarrollo de campos petrolíferos de mar profundo'', para realizar trabajos en el Golfo de México.