La Jornada 16 de noviembre de 1997

México no busca aprobación de sus esfuerzos, dice el Ejecutivo

Efe, Washington, 15 de noviembre Ť El presidente Ernesto Zedillo afirmó hoy que la certificación de la cooperación en la lucha contra las drogas que realiza Estados Unidos cada año ``es mala para las relaciones entre los dos países''. Dicho proceso, sostuvo, es ``tan ridículo como sería que nosotros u otro país pidiera reparaciones por los daños que causa la droga a su paso''.

Si bien reconoció que el tráfico de drogas es uno de los más graves problemas que tiene su país, rechazó que ``haya culpables'' y pidió a Estados Unidos y a los demás países más ``comprensión'' hacia Colombia, porque ese pais ha realizado muchos esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico y ``los colombianos han sufrido mucho''.

El presidente mexicano, que concluyó una visita de trabajo a Washington con el gobernante estadunidense, William Clinton, hizo estas declaraciones en la emisión televisada de hoy del periodista Larry King.

``No hay que tener el viejo concepto de responsabilizar uno a otro por el problema de las drogas. No hay que hablar de culpables, sino de responsabilidad de cada una de las partes'', dijo Zedillo, quien admitió que gran parte de la droga que entra a territorio estadunidense ha pasado por México.

Estados Unidos y México comparten una frontera que supera los tres mil 200 kilómetros, por la que a diario se introducen toneladas de drogas procedentes de América Latina y numerosos inmigrantes ilegales, lo que se ha convertido en uno de los principales problemas bilaterales.

``México no es un país productor ni consumidor: es un país de tránsito de drogas'', dijo el presidente mexicano.

Insistió en que ``nadie tiene derecho en decir a su vecino lo que hace bien o no. La certificación es una cuestión interna de Estados Unidos, y como tal la respeto, pero es mala para las relaciones entre México y Estados Unidos''.

Subrayó que su país coopera con su vecino del norte porque el problema es muy grave y dañino pero ``no por la certificación''.

interrogado sobre el caso del ex ``zar antidrogas'' mexicano, el general Jesús Gutiérrez Rebollo, quien fue detenido por sus implicaciones con el narcotráfico, el presidente Zedillo lo califico como ``uno de los momentos más difíciles que he vivido como Presidente de México''.

Señaló que ``el tráfico de drogas es la peor amenaza contra la ley, precisamente por la corrupción, porque los narcotraficantes tienen mucho poder económico''.

El presidente de México rechazó la posibilidad de que en su país puedan legalizarse las drogas y señaló que es algo que ni siquiera se discuta.

Respecto al TLC, que mantienen México, Estados Unidos y Canadá, Zedillo aseguró que ha servido para que en su país haya ``mejores trabajos y salarios''.

También dijo que esperaba que el presidente Clinton obtenga pronto del Congreso la autorización para negociar acuerdos internacionales de comercio por el procedimiento de vía rápida o fast track que no pudo ser votado hace una semana por falta del apoyo de los demócratas a la Casa Blanca.

Interrogado acerca de su relación con su antecesor Carlos Salinas de Gortari, que se exilió en Irlanda y con un hermano encarcelado en México por un presunto asesinato, Ernesto Zedillo dijo: ``seguiré un proverbio mexicano que aconseja no juzgar a tu predecesor''. Dijo que no existía amistad alguna entre él y Salinas y que desde hace años no se habían hablado.

Respecto a su futuro después de la presidencia que terminará el 2 de diciembre del 2000, Ernesto Zedillo dijo que ``me retiraré de la política. No me preocupa mi futuro de después y ahora no planeo nada. Cuando termine, volverá a casa y discutiré con mi esposa lo que hará''.

Aseguró que nunca, ni siquiera en los momentos más duros y tristes de su mandato, ha lamentado gobernar a México: ``Disfruto siendo presidente, es un honor para mí ser presidente de un gran país como lo es México''.