La Jornada 17 de noviembre de 1997

UNA ITALIA MAS EUROPEA

El resultado de los comicios municipales efectuados ayer en Italia parece colocar a ese país en la hora europea. En efecto, las tendencias del sufragio del domingo han confirmado una orientación de centroizquierda que se había revelado ya en la península, pero también en las elecciones generales anteriores en otros países, como el Reino Unido o Francia, y que podría confirmarse incluso en Alemania, donde los verdes están creciendo y han propuesto una alianza nacional a los socialdemócratas. Si los resultados de esta elección -en la que podían votar 10 millones de personas- en ciudades como Roma, Venecia, Nápoles, Génova o Cosenza, se repitiesen en los comicios parlamentarios, el gobierno de la coalición centroizquierdista del Olivo se habría consolidado notablemente.

Cabe señalar, sin embargo, que las elecciones municipales, pese a su importancia, tienen una lógica diferente que las generales, ya que en ellas pesan más las personalidades de los candidatos -e incluso, en ciertas zonas del Sur, el clientelismo- que los programas. Pero ahí está el hecho: a pesar de sus esfuerzos en la campaña, el Polo de la Libertad (el centroderecha dirigido por el magnate televisivo Silvio Berlusconi) acaba de sufrir una gran derrota y el Olivo no sólo ha ganado de manera aplastante, según las primeras informaciones, en la capital del Sur (Nápoles), sino también en la del país y en la que los separatistas del Norte presentaban como su propia capital (Venecia) y muy probablemente triunfará, en el segundo turno del 30 de este mes, en Génova, el principal puerto sobre el Mediterráneo y parte importante del triángulo industrial septentrional.

Los problemas graves que aquejan a Roma, Génova, Nápoles o la misma Venecia, lejos de ayudar a la oposición de derecha, han sido considerados por los electores como menores a los que existían en el pasado y cabe, por lo tanto, hablar de un voto de confianza para el Olivo.

Estas elecciones confirman igualmente que, en la coalición derechista, Silvio Berlusconi pierde posiciones ante un doble desplazamiento: un sector centrista que va hacia el Olivo y que refuerza su alianza con el centro y, al mismo tiempo, la derecha del Polo de la Libertad refuerza al ala más conservadora, aliada a la ultraderecha que tiene como jefe al neofascista Gianfranco Fini y no al zar de la televisión privada, pues los fascistas ganaron en Chieti, en Latina y posiblemente en Macerata, únicas ciudades medias de importancia que logró el Polo.

A este desplazamiento interno de las fuerzas derechistas corresponde una confirmación del papel en la mayoría gubernamental de Refundación Comunista, ya que en la única ciudad grande donde ésta se presentó separada del Olivo (Génova) la coalición gobernante no pudo ganar en el primer turno y deberá presentarse a segunda vuelta, en la que probablemente vencerá, pero con los votos de los comunistas que antes había desdeñado.

El gobierno de Romano Prodi podrá así, presentarse en Europa reforzado por esta votación que parece premiar su política más blanda frente a los inmigrantes, sus esfuerzos en pro de la reducción de la semana de trabajo, del empleo para los jóvenes desocupados, sobre todo meridionales, y sus opciones en materia de reducción del déficit fiscal que, bajo la presión de Refundación Comunista y de los sindicatos, han debido tener en cuenta los efectos sociales de la austeridad.

En suma, los comicios municipales de ayer parecen marcar una modernización de las diversas Italias en el camino de una Europa liberal, pero con tintes sociales.