En marcha, el proceso para entregar a EU a los capos Amezcua y Ladino
Gustavo Castillo y David Aponte Ť El lugarteniente del cártel de los hermanos Amezcua, Jaime Ladino, y uno de los líderes de esa organización criminal, Adán Amezcua Contreras, serán sujetos a procesos de extradición a petición del gobierno de Estados Unidos, según información de la parte estadunidense.
Por el momento, miembros del Ministerio Público Federal aseguraron que Adán Amezcua no ha sido trasladado al Reclusorio Norte ni puesto a disposición del juez sexto en materia penal federal, como debía corresponder por ser quien le dictó el arraigo.
Hasta el momento se desconoce el paradero del capo recientemente detenido, quien supuestamente quedaría arraigado en el Reclusorio Norte, en tanto se resolvía su situación jurídica y llega también la petición de detención provisional con fines de extradición del gobierno de Estados Unidos.
Adán Amezcua Contreras, junto con sus hermanos, es considerado por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), como los principales traficantes de metanfetaminas a nivel mundial, y los mayores distribuidores de drogas sintéticas en los grandes centros poblacionales del vecino país del norte.
Otro de los detenidos, Jaime Ladino, considerado como uno de los hombres más cercanos a los hermanos Amezcua, fue arrestado el 28 de mayo del presente año en la ciudad de Tijuana, donde tiene su base esa mafia que trafica con drogas sintéticas. Adán Amezcua fue detenido el sábado 15 de noviembre en Colima.
Los reportes de la oficina del zar antidrogas de Estados Unidos, Barry McCaffrey, mencionan que Jaime Ladino permanece en custodia de las autoridades mexicanas, ``únicamente para propósitos de extradición''.
``El es lugarteniente de la organización Amezcua, con base en Tijuana, y cuñado de sus dirigentes Jesús Luis (o Luis Gerardo) y Adán Amezcua''. Autoridades mexicanas transfirieron a Ladino a la ciudad de México, donde está pendiente el proceso de extradición, agregan.
Los gobiernos de ambos países trabajan en coordinación para lograr el desmantelamiento de ese cártel dedicado al tráfico de metanfetaminas, mencionan los reportes de la oficina del general McCaffrey.
La Procuraduría General de la República (PGR), por medio del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), inició en 1996 una profunda investigación del cártel de los hermanos Amezcua Contreras.
El organismo grabó conversaciones telefónicas y con ello pudo establecer su modus operandi, sus contactos en varias entidades y el nombre de algunas personas vinculadas con el tráfico de metanfetaminas en Estados Unidos.
Documentos y grabaciones forman un gran expediente de las bandas de narcotraficantes con el que trabaja la hoy Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Contra la Salud. Durante la gestión de Francisco Molina Ruiz como titular del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas, en 1996, se obtuvieron 30 audiocasetes en los que se menciona a algunos de los protectores del cártel de los hermanos Amezcua.
Los expedientes agregan que los Amezcua Contreras, además de traficar con metanfetaminas, desarrollaron una red de distribución de cocaína, efedrina y mariguana, que operaba de manera alterna desde las ciudades mexicanas de Guadalajara y Colima.
Las investigaciones de la Procuraduría General de la República han sido respaldadas por efectivos de la V Región Militar con sede en Guadalajara, Jalisco, pero con un radio de investigación en ambas localidades.