Ampliará Tribasa planta de Pemex en Cadereyta; ganó la licitación

César Martínez Ť El consorcio formado por Triturados Basálticos y Derivados, Sociedad Anónima (Tribasa), la empresa coreana Sunkyong Engineering Construction y la alemana Siemens se adjudicó ayer la licitación para la construcción y el financiamiento del proyecto Cadereyta, para la ampliación de la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex) ubicada en la zona de Monterrey, que costará al gobierno 2 mil 461 millones de dólares, pagaderos en diez años.

En la lectura de la resolución se comunicó al grupo perdedor que la única causa de su descalificación había sido su alta oferta económica de 4 mil 454 millones de dólares, 80 por ciento mayor que la ganadora.

Los representantes del grupo perdedor, formado por Bufete Industrial Construcciones y nueve empresas japonesas se notificaron de la decisión al término del acto donde se comunicó la misma, recibieron la devolución de la garantía de oferta e hicieron un agregado al expediente, aunque no pudo saberse si se trataba de una inconformidad.

Consultados al finalizar la ceremonia, no quisieron hacer declaraciones sobre su postura acerca del fallo adverso ni sobre el contenido de su agregado al acta de resolución. Luego se informó que legalmente tienen un plazo de 15 días para inconformarse ante la Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam).

Posteriormente, en conferencia de prensa, el director de Pemex Refinación, Jaime Mario Willars, negó que la paraestatal hubiera filtrado información sobre la resolución, luego que la pasada semana, con la apertura de los sobres, se conoció la amplia diferencia entre ambas ofertas económicas.

Acerca de la versión del grupo ganador divulgada en días pasados (donde se adjudicaba el triunfo), informó que eso no está prohibido, pero admitió que hubiera preferido que esperaran a conocer el fallo oficial.

Explicó que la propuesta perdedora no habría sido aceptada, aunque hubiera sido la única, porque rebasaba los límites de costos de inversión estimados por Pemex.

Aclaró que para tomar la decisión, Pemex contrató a la empresa Arthur D'Little, consultó a los tecnólogos propios y comparó además los costos con los datos históricos de las plantas existentes y todo coincidió en la conclusión de que la propuesta perdedora era excesiva, mientras que la ganadora se acercaba mucho a su estimación.

Este proyecto utiliza por primera vez el nuevo esquema de ``Obra Pública Financiada'', por el cual el consorcio privado se ocupa de la construcción, pero también de su financiamiento, y el gobierno sólo comenzará a pagarla cuando esté terminada.

A partir de la conclusión de la obra, prevista para finales del año 2000, Pemex comenzará a pagar cuotas semestrales de mil 382 millones de dólares (a valores de 1997) durante diez años.

El director de Pemex Refinación remarcó que no se trata de una inversión privada, sino que es una obra pública que será entregada a su término y que la parte privada lo que hace es financiar el proyecto que construye.

Las empresas japonesas que conforman el grupo perdedor junto con Bufete Industrial son: Mitsubishi, Mitsui, Itochu, Marubeni, Sumitorno, Nissho Iwai, Tomen y Mitsubishi Heavy Industries.

El proyecto consiste en la construcción de un tren de coquización para la refinación de crudos y producir combustóleo, diesel, turbosina, gasolina y gases.

Incluye la construcción de nueve plantas, la ampliación y modernización de otras diez ya existentes, la construcción de un sistema de oleoductos, más la modernización, ampliación y trabajos adicionales en otras instalaciones.

Según explicó Willars, con la producción de 114 mil barriles diarios de gasolina previstos en Cadereyta, más el incremento en otras plantas, en el año 2000 México podrá eliminar sus importaciones de este combustible.