La Jornada 18 de noviembre de 1997

ATACAN INTEGRISTAS ISLAMICOS A TURISTAS EN EGIPTO; 70 MUERTOS

Afp, Ap, Reuter, Efe, Dpa y Pl, Luxor, 17 de noviembre Ť Al menos 64 personas, entre ellas 60 turistas extranjeros, fueron asesinadas hoy y otras 30 resultaron heridas al ser atacadas por un comando integrista en el Templo Hatshepsut, en el Valle de los Reyes, donde se encuentra la tumba del faraón Tutankamón, en el peor atentado terrorista en casi cinco años de insurrección islámica en Egipto.

El ataque, condenado por la comunidad internacional, fue reivindicado por la organización integrista Jaama Islamiya que, en un comunicado que entregó a medios informativos locales, advirtió que seguirá perpetrando actos de este tipo para desestabilizar al gobierno del presidente Hosni Mubarak.

Con el ataque de este lunes suman ya 96 los extranjeros asesinados por presuntos comandos integristas desde 1992; apenas hace dos meses, nueve turistas alemanes fueron ultimados frente a un museo de El Cairo, acción de la que no se responsabilizó Jaama Islamiya.

El Ministerio de Información indicó que 70 personas murieron en el ataque: 60 turistas -- entre ellos suizos, japoneses, alemanes y británicos-- dos policías, dos civiles egipcios y los seis atacantes, quienes fueron muertos por fuerzas de seguridad.

Según testimonios de sobrevivientes, unos seis hombres vestidos con uniforme policial llegaron al templo de Hatseput, en Luxor, 500 kilómetros al sur de esta capital en varios vehículos, justo cuando decenas de turistas descendían de un autobús para visitar esa zona arqueológica de más de 3 mil 400 años de antigüedad.

Los atacantes, provistos de ametralladoras, dijeron los testigos, abrieron fuego contra los turistas, muchos de los cuales se refugiaron en el interior del templo, de donde salieron decenas de policías para enfrentar a los agresores, quienes acuchillaron a numerosas de sus víctimas tiradas en el suelo tras haber sido heridas.

Después de un tiroteo que duró unos 45 minutos, y cuando ya estaban rodeados por la policía, los atacantes abordaron un autobús estacionado con algunos turistas a bordo y obligaron al conductor a salir de la zona, mientras repelían a balazos a los agentes que intentaban darles alcance.

A unos 6 kilómetros del Templo de Hatseput, los integristas descendieron del vehículo e intentaron huir hacia las montañas cercanas, pero fueron baleados por la policía, que después de la matanza acordonó la zona y emprendió una búsqueda exhaustiva para encontrar posibles cómplices de los extremistas.

Por lo menos 24 personas lesionadas, la mayoría extranjeros, fueron conducidas por avión a hospitales de El Cairo, donde fuentes médicas indicaron que el estado de salud de por lo menos 16 heridos era de suma gravedad.

Investigadores que acudieron al lugar del atentado indicaron que frente al Templo de Hatseput fueron concentrados los cadáveres de turistas alemanes, británicos, y japoneses, pero las autoridades que informaron sobre la muerte de dos policías egipcios no precisaron la nacionalidad de las víctimas.

Fuentes diplomáticas indicaron que entre los turistas fallecidos también podría haber estadunidenses, españoles y búlgaros, pero hasta el momento tal información no ha sido confirmada.

Exodo de turistas

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, convocó a una reunión urgente a varios miembros de su gabinete, durante la cual se acordó emprender una amplia investigación para determinar la reponsabilidad de las autoridades en el atentado, perpetrado en una importante zona arqueológica de Egipto.

Por lo pronto, el gobierno declaró el estado de excepción en Luxor y en sus alrededores, donde opera desde hace tiempo la organización Jaama Islamiya, el principal grupo armado del país que desde 1992 ha perpetrado numerosos atentados terroristas, principalmente en el sur del país, que han costado la vida a más de mil 100 personas.

Poco después de la matanza, la peor de su tipo que tiene lugar en el país norafricano, los aeropuertos locales se vieron abarrotados de turistas extranjeros deseosos de regresar a sus países de origen, pero el ministro egipcio de Turismo, Mamdoub el Baltagi, consideró prematuro saber si el ataque tendrá efectos negativos en el sector, que genera para el país ingresos equivalentes a 3 mil millones de dólares al año.

Líderes internacionales como el presidente estadunidense Bill Clinton y el primer ministro de Francia, Lionel Jospin, además de los gobernantes de Gran Bretaña, Canadá, Suecia, Israel e Italia, entre otras naciones, condenaron la matanza y se solidarizaron con Egipto en su lucha contra el terrorismo.