Pide el canciller cesar especulaciones sobre la negociación de una zona
David Aponte Ť La negociación entre México y Estados Unidos para la adjudicación de la zona central del Golfo de México conocida como dona occidental, no es un ``asunto inminente'' ni está en ``litigio''. Por ahora ``no hay prisa'' y las partes no pueden actuar de manera arbitraria y hacer la reivindicación de la región sin los estudios técnicos y antes del año 2004 o 2007, dijo el canciller José Angel Gurría.
La zona ubicada en el centro del Golfo de México, en aguas internacionales y en la que especialistas presumen la existencia de importantes yacimientos petroleros, ``no es motivo de problema. Tampoco es motivo de exploración y de perforación el área de la dona. No hay tampoco en este momento ningún pozo que esté explorándose o perforándose, ni siquiera cerca de la frontera marítima'', expuso.
En lugar de especular o crear confusiones, debemos ``celebrar'' el hecho de que el Senado de Estados Unidos haya ratificado el Tratado de Límites Marítimos de 1978, porque el instrumento ofrece seguridad a las autoridades mexicanas sobre la totalidad de la zona económica exclusiva en todas las costas, en el Pacífico, el Mar de Cortés, el Caribe y el Golfo de México, argumentó.
``Asegura el dominio de México respecto de los recursos naturales que están incorporados dentro de la zona económica exclusiva y que, como saben ustedes, independientemente de cálculos o de especulaciones respecto de la existencia de hidrocarburos en algunas otras zonas, en nuestra zona está perfectamente comprobado que hay muy importantes depósitos, muy ricos depósitos en esa zona del Golfo de México.
``De manera que esto pues cierra un tema y nos da dominio pleno sobre esos recursos y define nuestra frontera marítima'', agregó.
En conferencia de prensa, donde dio a conocer los detalles de la visita del presidente Ernesto Zedillo a Canadá con motivo de la quinta reunión del APEC, recordó que la zona de las donas oriental y occidental está ubicada en aguas internacionales, fuera de las 200 millas marinas de las zonas económicas exclusivas de México y Estados Unidos. Es una región ``de nadie'' que pueden reivindicar ambos países, continuó.
Gurría dijo que la zona de las donas o polígonos es pequeña, en proporción con las 200 millas que cubre el tratado bilateral. ``Es un espacio de aguas muy profundas en donde hay alguna especulación, algunos cálculos respecto de que pudieran existir depósitos de hidrocarburos explotables en un futuro ciertamente lejano, dado que en este momento ni siquiera a nivel experimental se ha tenido éxito con los pozos'', prosiguió.
Según información de la Secretaría de Relaciones Exteriores, algunas empresas petroleras estadunidenses empezaron a mostrar interés en esa región marítima, y el gobierno de Estados Unidos sugirió al de México iniciar negociaciones para delimitar de común acuerdo la región de la dona occidental.
El jefe de la diplomacia mexicana detalló que la negociación estaría enfocada hacia la dona occidental, debido a que la definición de la oriental puede ser más compleja porque implicaría a Cuba. De la primera, la parte mexicana ya realiza los estudios técnicos necesarios, derivados de la composición de la plataforma marítima, indicó.
``Estamos haciendo una serie de evaluaciones técnicas que llevarán algún tiempo y que tomarán todo el tiempo que sea necesario tomar. No hay ninguna prisa. Desde el punto de vista jurídico, hay creo que 10 años a partir de la puesta en vigor de la Convención del Derecho del Mar''. De tal forma que ninguna de las partes puede hacer una reivindicación hasta el año 2004, y tal vez hasta el 2007, manifestó.
Gurría afirmó que ni México ni Estados Unidos pueden actuar de manera arbitraria ni precipitar la reivindicación de la zona conocida como la dona occidental. Por el momento, el tema no representa ningún problema para las dos naciones, expuso.
Agregó que el secretario de Energía, Luis Téllez, no viajó a la capital de Estados Unidos para celebrar pláticas relacionadas con el asunto de los polígonos ubicados en el centro del Golfo de México, como lo han manejado algunos medios de comunicación y legisladores federales. ``Soy testigo confiable, en virtud de que yo sí fui a Washington (a la visita de trabajo del presidente Zedillo) y no lo vi en ninguna parte'', manifestó.