La Jornada 21 de noviembre de 1997

Soldados infiltrados participaron en la acción: agentes presos

Humberto Ortiz Moreno Ť La clave está en el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) que, por órdenes superiores, tiene infiltrados con soldados a los Zorros y lo hizo con los otrora Jaguares de la SSP.

Es un comando de élite entrenado para situaciones extremas y preparado para matar sin miramientos. Sus elementos, sin duda, actuaron el 8 de septiembre en la colonia Buenos Aires, con al menos dos de los altos jefes --Jesús Alonso Valdés y Moctezuma Ilhuicamina Cepeda Rodríguez, procesados por el fuero militar-- a la cabeza y dentro del camión de la ex Ruta 100. Operaron 30 de cada agrupamiento, Zorros, Jaguares y granaderos, todos vestidos de civil.

Procesado por el fuero militar, su jefe, Jesús Alonso Valdés, elementos de los Zorros deciden romper el silencio y denuncian las arbitrariedades de sus mandos.

Y revelan, sin temor a equivocarse, que todo lo ocurrido en la Buenos Aires tiene su origen en el asalto que unas semanas antes había sufrido el ex titular de motopatrulleros a manos de delincuentes de la colonia Doctores, sobre avenida Viaducto, quienes le quitaron 3 mil pesos en efectivo que acababa de retirar de un cajero automático y un reloj Rolex.

Los policías, que confiesan el miedo que les da hablar de la infiltración militar y por ello optan por el anonimato, describen a Alonso Valdés como una persona sumamente rencorosa, hostil, cruel y amenazante.

Recuerdan que después del asalto que sufrió el militar hoy procesado y antes del 8 de septiembre, incluso, hubo tres semanas seguidas de ``reconocimiento'' de la colonia, en forma extraoficial y en horas de la madrugada, lo que había calentado la zona.

Uno de los oficiales, quien entra en detalle, dice que el atraco a Alonso Valdés ocurrió a las 11:00 horas de un sábado de febrero o marzo. ``Tomó la lateral de Viaducto hacia el oriente y a la altura de Xochicalco, que es la calle donde termina el parque del Seguro Social; lo interceptan, lo encañonan, lo bajan, le tumban los 3 mil pesos y un Rolex. El y su escolta no se pudieron defender porque los pendejos llevaban las pistolas en la cajuela.

``De ahí quedó encabronadísimo y empezó a pedir auxilio, pero en lo que llegaron ya no los agarraron. Es más, aun ahorita no sabe nada de policía. Como militar tiene mucha estrategia, pero no puede aplicarla, lo mismo en la sierra que en la ciudad''.

El ex jefe de Motopatrullas de la SSP vino al DF de Culiacán, Sinaloa, y platicaba socarronamente a sus subordinados: ``Allá hay un chingo de narcos y se trabaja de otra manera. Vine a la ciudad a pagar caro con ustedes mi deseo de estar aquí. Porque he visto mi suerte. Toda la bola de hijos de la chingada hace lo que se le da la gana, no me pelan, les valgo madre y nomás por hipocresía me saludan''.

Desde entonces, recuerdan los zorros, empezaron a impulsarse los operativos en la Buenos Aires. A las cuatro o cinco de la mañana eran citados los elementos policiacos, con instrucciones precisas de cerrar determinadas calles y no moverse de ahí.

Durante tres semanas antes del 8 de septiembre, revelan, hubo tareas de ``reconocimiento'' en la colonia. Inclusive, afirman, hay un documento en el que Alonso Valdés rinde el parte de novedades al general Enrique Salgado Cordero, en el que le especifica cuánta gente se movilizó en los dispositivos.

Actuaron, según dicen los policías, 30 jaguares, 30 granaderos y 30 zorros, todos vestidos de civil.

Con cierto temor reflejado en el rostro, uno de los zorros, apoyado por testimonios de compañeros, denuncia la infiltración de soldados en este grupo. ``Pertenecen al GAFE, Grupo Aeromóvil e Fuerzas Especiales. Si ellos te quieren desaparecer, bailas. Son entrenados para matar. Ellos son los que iban en el Ruta 100 junto con el jaguar (Moctezuma Ilhuicamina Cepeda Rodríguez) y Sagitario (Jesús Alonso Valdés), vestidos de civil...

``Ellos son los que detienen a los chavos, los golpean, los suben al camión y se los llevan a Balbuena. Sacan después los camiones y en un microbús luego se vienen a su base''.

La presencia del GAFE en la policía, lamentan, es anticonstitucional e ilegal, y viola las garantías individuales de los ciudadanos.

Según el testimonio de estos policías, Alonso Valdés es un militar muy cercano al general Salgado, a tal grado que tomaba decisiones ``a su libre albedrío'' y no había ningún problema.

Hoy, procesado por la probable comisión del delito de homicicio calificado, el ex jefe de Motopatrullas de la SSP parece que no podrá ser salvado por su superior y amigo.

De acuerdo con las versiones recogidas entre policías en activo, quienes saben más sobre lo que realmente ocurrió en la Buenos Aires y conocen a los que ejecutaron a los jóvenes, son el zorro José Lamberto Ponce Lara y jaguar Moctezuma Ilhuicamina Cepeda Rodríguez.