Readmitirá Irak, sin condiciones, a inspectores de Naciones Unidas
Afp, Ap, Dpa, y Reuter, Nueva York, 20 de noviembre Ť El gobierno del presidente iraquí, Saddam Hussein, confirmó hoy que volverá a admitir incondicionalmente a los inspectores, incluyendo los estadunidenses, de la comisión especial de la ONU (Unscom) para el desarme de Irak, tras alcanzar un acuerdo con Rusia en el que Moscú se comprometió a intentar lograr una nueva composición en los equipos de expertos, el congelamiento de los vuelos de aviones estadunidenses U-2 sobre el territorio iraquí y las inspecciones en oficinas presidenciales.
Sin embargo, Washington aseveró que a pesar del acuerdo, está en contra de suavizar las sanciones impuestas a Irak desde la Guerra del Golfo, y que utilizará su derecho de veto en el Consejo de Seguridad para evitar el levantamiento de las mismas a pesar de que Rusia se comprometió a ayudar a Irak a eliminarlas.
El titular de la Unscom, Richard Butler, anunció que el viernes volverán a Bagdad todos los inspectores de la comisión que fueron retirados las semana pasada al ser expulsados del país seis expertos estadunidenses quienes, aseguró , también se reintegrarán a sus labores de inspección.
En el acuerdo logrado en Ginebra entre funcionarios de Bagdad y Moscú, Rusia se comprometió a ``pedir con firmeza'', desde el Consejo de Seguridad de la ONU, el levantamiento del embargo internacional contra Irak, así como lanzar una ofensiva diplomática para que las exigencias de Irak se tomen en cuenta en las misiones de la Unscom y en los vuelos de reconocimiento de los U-2.
El embajador iraquí ante Naciones Unidas, Nizar Hamdoun, informó este jueves oficialmente ante el Consejo de Seguridad de la ONU que ``la crisis ha concluido'', al confirmar que su gobierno permitirá que la Unscom reanude sus labores en Irak.
Por su parte, el canciller ruso Yevgueni Primakov indicó que la solución de la crisis fue un ``éxito'' diplomático para su país, que no tuvo que recurrir a las armas para convencer a Bagdad de cumplir las resoluciones de la ONU.
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, afirmó que era alentador el acuerdo entre Moscú y Bagdad, mientras que el gobierno francés se dijo ``aliviado'' de que se haya encontrado una solución pacífica a la crisis.
La crisis entre la ONU y el gobierno iraquí se originó el 29 de octubre, cuando Bagdad prohibió por primera vez a expertos de la Unscom ingresar a instalaciones iraquíes y ordenó la expulsión del país de seis inspectores estadunidenses.
El gobierno iraquí amenazó también con derribar aviones U-2 estadunidenses que realizan vuelos de reconocimiento sobre el territorio iraquí, aunque desde el inicio de la crisis dichos aparatos volaron en dos ocasiones sin incidentes.
Bagdad alegó que los expertos estadunidenses fungían como espías bajo órdenes de Washington con la misión de perpetuar las sanciones económicas impuestas en su contra desde la guerra del Golfo. El régimen iraquí asegura que en el país ya no hay arsenales de destrucción masiva, ni armas químicas, nucleares y bacteriológicas ni medios para construirlas, y que por lo tanto ha cumplido con las condiciones que la ONU le exige para levantar el embargo económico.
EU se mantiene firme contra Hussein: Clinton
El presidente estadunidense Bill Clinton recibió el anuncio del acuerdo entre Irak y Moscú con reservas, al afirmar que ``habrá que esperar'' para ver si Irak efectivamente autoriza el retorno de los inspectores de la ONU, y advirtió que su gobierno se mantendrá en alerta contra Irak.
El jefe del Pentágono, William Cohen, declaró que un calendario de retirada del Golfo de las fuerzas estadunidenses depende ``del tiempo que necesite Saddam Hussein para comprender que tiene que respetar estrictamente las resoluciones de la ONU''.
Cohen indicó además que el dispositivo militar que Washington ha desplegado en el Golfo Pérsico es ``suficiente'' para continuar la presión sobre Saddam Hussein tras el envío, hoy, de 36 aviones adicionales, con lo que este fin de semana estarán destacados en la región 27 mil hombres, dos portaviones, dos cazas furtivos y bombarderos, así como una batería de antimisiles Patriot estacionada en Bahrein.
Por su parte, el vocero de la Casa Blanca, Mike McCurry, indicó que si Rusia trata de presionar en el Consejo de Seguridad para que se levanten las sanciones contra Irak, Estados Unidos utilizará su derecho de veto en el organismo. Agregó que, además, corre a cargo del Consejo de Seguridad evaluar el acuerdo ruso-iraquí, así como sus resultados.
Sobre la eventual negociación del levantamiento de sanciones contra Irak por parte de Rusia en el Consejo de Seguridad, el principal asesor de Clinton en esta materia, Sandy Berger, dijo que la crisis, lejos de inclinar la balanza a favor de Hussein, en realidad retrasará el levantamiento del embargo, pues Bagdad entorpeció la labor de la Unscom.
Agregó que, en todo caso, sólo se podrá afirmar que la crisis cesó cuando todos los inspectores de la comisión reanuden sus tareas, y destacó que el compromiso entre Irak y Rusia fue sólo una conversación bilateral que no influirá sobre la postura estadunidense o la de la ONU.
Berger enfatizó que no hubo por parte de Estados Unidos ninguna negociación ni concesión hacia los iraquíes. Sin embargo, hace unos días, fuentes del Departamento de Estado dijeron que era posible negociar una ampliación de las ventas de petróleo iraquí prevista en la fórmula Petróleo por Alimentos de la ONU si Bagdad aceptaba que la Unscom reanudara sus labores.
Dicho acuerdo permite que pese al embargo petrolero, Irak exporte petróleo por 2 mil millones de dólares semestrales para comprar alimentos y medicinas para su pueblo. Fuentes del Departamento de Estados habían señalado que dichas ventas podían aumentarse a 3 mil millones. Pero Bagdad rechazó este ofrecimiento, diciendo que lo que el país necesita es el levantamiento de las sanciones.