La Jornada 22 de noviembre de 1997

Pagan contribuyentes mexicanos el mayor costo de la crisis bancaria: directivo del BM

Roberto González Amador, enviado, León, Gto., 21 de noviembre Ť Los accionistas de los bancos mexicanos han absorbido la parte más reducida de las pérdidas provocadas por la crisis, mientras que la mayor parte del costo será pagado por los contribuyentes, afirmó aquí Olivier Lafourcade, director del Departamento de México del Banco Mundial (BM).

``Las pérdidas de los bancos deberían ser cargadas primero a los dueños del capital y después a las reservas creadas por los propios bancos, antes que el gobierno intervenga'', afirmó el directivo del Banco Mundial al participar en la 25 convención anual del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

Olivier Lafourcade consideró que cuando ocurre una crisis bancaria como la que se desató en México después de la devaluación de diciembre de 1994, en la mayoría de los casos los inversionistas asumen una parte de las pérdidas. Pero la proporción que los dueños de los bancos absorben del costo del rescate ``refleja la influencia política que pueden ejercer en el gobierno''.

Las pérdidas de los bancos, insistió, deben ser cargadas primero al capital y así ocurrió en México a partir de 1995. ``Empero, la verdad es que los accionistas de los bancos asumieron proporcionalmente una parte reducida de las pérdidas en las instituciones de crédito y la mayor parte del costo acabará siendo pagada por los contribuyentes'', agregó el funcionario del BM.

De acuerdo con información oficial, el costo que los contribuyentes mexicanos deberán pagar por el rescate bancario asciende a 379 mil millones de pesos, alrededor de 13 por ciento del producto interno bruto. Desde que se inició la crisis bancaria, los accionistas de las instituciones de crédito han realizado ampliaciones de capital por unos 170 mil millones de pesos.

El directivo del Banco Mundial, organismo que en 1995 otorgó al gobierno mexicano préstamos por mil millones de dólares para apoyar la restructuración bancaria, apuntó que fallas en la operación de los bancos y en la regulación jurídica pueden aumentar el costo del rescate bancario.

Si los usuarios de crédito están en cartera vencida, lo más probable, explicó, es que el banco liquide con las garantías o decida trasladar las pérdidas a otros deudores por medio de un aumento de las tasas de interés.

Pero si las pérdidas se transfieren por medio de altas tasas de interés, apuntó, los deudores al corriente en sus pagos pueden comenzar a caer en cartera vencida. ``Aún más --enfatizó-- si, como sucede en México, el gobierno va a cubrir las deudas, ello puede inducir a que los buenos deudores retrasen sus pagos y así causar costos mayores. El asunto se complica más si los deudores entienden que los pagos se pueden seguir retrasando por la demora de los tribunales en ejercer la ley en cuanto a las quiebras o recuperación de pagos''.

Falta definir al Fobaproa

Olivier Lafourcade opinó también sobre el mecanismo empleado por el gobierno mexicano para canalizar los apoyos a la banca para enfrentar la crisis.

El Fondo Bancario de Protección al Ahorro, explicó, es un instrumento legítimo usado por el gobierno para hacer frente a la crisis bancaria provocada por la devaluación de 1994. Por medio del Fobaproa --un fideicomiso administrado por el Banco de México-- la autoridad adquirió activos bancarios por 340 mil millones de pesos, como parte del proceso de recapitalización de las instituciones de crédito.

El problema actual, agregó, es que el Fobaproa tiene en su poder una buena cantidad de activos y lo importante es saber cómo y de qué tipos de instrumentos se puede disponer para comenzar a venderlos. ``No se sabe cómo va a disponer el gobierno de los fondos depositados en Fobaproa''.

En su intervención, el funcionario del Banco Mundial enumeró las causas que provocan una crisis bancaria como la vivida por México en los últimos años.

Por orden de importancia, mencionó, el principal factor microeconómico detrás de la insolvencia bancaria es la mala supervisión y regulación del sistema; después, una administración bancaria deficiente, interferencia política, préstamos conectados, préstamos a paraestatales, fraude, corridas bancarias y un sistema judicial débil.

Por lo que toca a los factores macroeconómicos que provocan insolvencia bancaria, citados también en orden de importancia decreciente, están la caída en los términos de intercambio, recesión, explosión de activos, sobrevaluación de la moneda y salida de capitales.