JORGE MAS CANOSA
Afp, Ap y Reuter, Miami, 23 de noviembre Ť El millonario líder anticastrista Jorge Mas Canosa, quien creó la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), una de las fuerzas de cabildeo más poderosas en Estados Unidos, murió esta tarde en Miami a la edad de 58 años por ``problemas respiratorios'' debidos a ``complicaciones de su enfermedad'', dijo Roberto Martín Pérez, uno de los directores de esa organización.
Mas Canosa, quien sufría del mal de Paget, una enfermedad ósea incurable, tuvo un papel central en la aprobación por parte del gobierno de Estados Unidos de la ley Helms-Burton, que pretende internacionalizar el bloqueo contra Cuba con sanciones a empresas extranjeras que inviertan en la isla, y participó también en la puesta en marcha de Radio y TV Martí, financiadas por Washington para transmitir propaganda al país caribeño.
``Es injusto, es triste, pero mi padre nunca verá su patria libre'', dijo su hijo Jorge Mas ante la prensa en la sede central de la FNCA, mientras simpatizantes de su padre lloraban.
El presidente de esa organización, la más influyente del exilio cubano, Francisco Pepe Hernández, dijo a su vez que la voz de la FNCA continuará escuchándose en ``el Congreso de Estados Unidos y en el mundo por la libertad de Cuba''.
``Jorge Mas Canosa estuvo consciente hasta la noche del sábado'' explicó por su parte Alberto Hernández, vicepresidente de la junta de directores de la fundación, y quien asumirá provisionalmente el cargo de director que ocupaba Mas Canosa.
En diciembre de 1996, a Mas Canosa le había sido diagnosticado el mal de Paget, y en octubre pasado debió ser hospitalizado durante dos semanas y media en cuidados intensivos a consecuencia de una complicación pulmonar.
Su muerte provocó conmoción en Miami, donde vive casi un millón de exiliados cubanos, pese a que se conocía su delicado estado de salud. La familia de Mas Canosa anunció que sus restos serán velados el lunes en una iglesia del sector conocido como la Pequeña Habana y serán sepultados el martes en Miami ``hasta que podamos llevar sus restos mortales a la patria por la que tanto luchó''.
El líder anticastrista, hijo de un veterinario del ejército, salió de Cuba en 1959 tras ser acusado de presuntas actividades contrarrevolucionarias, y se entrenó en Miami con las fuerzas de exiliados apoyadas por la CIA para la fracasada invasión de Bahía de Cochinos de 1961.
``Con la muerte de Jorge Mas Canosa perdimos un ferviente luchador que nunca cesó sus esfuerzos por liberar a la amada isla esclava'', dijeron tres legisladores de origen cubano, los republicanos Ileana Ros Lehtinen y Lincoln Díaz Balart, y el demócrata Bob Menéndez.
En La Habana no hubo comentarios por parte de funcionarios cubanos, pero la agencia oficial Prensa Latina incluyó en su servicio un informe sobre la muerte de Mas Canosa en el que evitó la retórica negativa, si bien mencionó su labor contra ``el gobierno revolucionario'' de Cuba.
Desde Vancouver, el presidente Bill Clinton dijo que Mas Canosa fue ``un líder y organizador nato cuya tenacidad, fuerza de convicción y pasión admiré mucho''.
De lavaplatos a millonario
El ascenso económico de Mas Canosa, quien al llegar a Miami trabajó como lavaplatos, estibador y vendedor, estuvo vinculado a la creación de una compañía de telecomunicaciones cuyo éxito se debió, en buena medida, a la obtención de un contrato de exclusividad con el gobierno de la ciudad de Miami.
Esa compañía --que motivó denuncias jamás investigadas sobre facturación excesiva-- fue base del emporio internacional Mas Tec, con filiales en varios países latinoamericanos y en España y con facturación anual de 700 millones de dólares.
La revista Hispanic Business de marzo pasado situó a Mas Canosa en el quinto lugar en la lista de los hispanos más ricos de Estados Unidos, con una fortuna calculada en 257 millones de dólares.
Sus compañías también estuvieron bajo la mira por denuncias jamás investigadas sobre facturación excesiva. En Argentina, según reportó Stella Calloni, corresponsal de La Jornada, algunos legisladores te- nían bajo la mira a Mas Canosa, quien tiene en el país sudamericano numerosas compañías y había iniciado una fuerte expansión para quedarse con periódicos y canales de televisión. En un libro reciente, el periodista Carlos Suárez --secuestrado y amenazado por esa publicación-- denunció las ``mafias'' existentes alrededor del hoy desaparecido jefe anticastrista, que había condecorado al presidente Carlos Menem en Miami por su ayuda al exilio cubano.
Pese a su éxito en los negocios, Mas Canosa era mejor conocido como el exiliado cubano más visible en Estados Unidos, tras haber fundado en 1981 la FNCA, poderoso grupo de cabildeo caracterizado por su odio hacia el presidente cubano Fidel Castro. Para 1986, había logrado entrar a la Casa Blanca y brindar testimonio en audiencias del Congreso.
El entonces presidente Ronald Reagan nombró a Mas Canosa al frente de la junta de asesores de Radio y TV Martí, pero la FNCA siguió siendo poderosa incluso tras la llegada del demócrata Clinton a la Casa Blanca.
Desde 1979, la fundación había vertido en las arcas políticas estadunidenses 3.2 millones de dólares, según el Centro para la Integridad Pública, que citó el ejemplo del legislador Robert Torricelli, quien en una ocasión apoyó un levantamiento parcial del bloqueo contra Cuba, pero cambió de actitud tras recibir 120 mil dólares en contribuciones de la FNCA.
Pero la FNCA y el propio Mas Canosa también enfrentaron duros ataques por parte de críticos que los acusaron de intolerantes por crear una ``atmósfera general de temor y peligro'' hacia quienes se niegan a condenar a Castro en términos radicales.
La FNCA incluso le declaró la guerra al Miami Herald por su discrepancia con los editoriales sobre Cuba del influyente periódico, al que Mas Canosa llegó a calificar de ``refugio de comunistas''.
Asimismo, se especuló ampliamente que Mas Canosa quería regresar a Cuba y sustituir a Castro como gobernante, aunque el analista Jaime Suchiliki considera que él quería ``jugar un papel en la reconstrucción en Cuba como inversionista y como un zar del desarrollo económico''.