La Jornada 24 de noviembre de 1997

Por el momento no se requiere: el subsecretario Daniel Reséndiz

Claudia Herrera Beltrán Ť Los problemas financieros que enfrentan algunas instituciones de educación superior estatales no se resolverán con la canalización de más presupuesto, sino con una mejor administración de los recursos para evitar ``gastos institucionales insostenibles'', aseguró el subsecretario del ramo, Daniel Reséndiz.

El subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica consideró, en entrevista, que por ahora no es necesario promover un nueva legislación para ese nivel educativo -como lo han sostenido rectores y directores de instituciones públicas y privadas-, pues ``basta con que sindicatos y autoridades actúen responsablemente en el marco de la autonomía y el derecho''.

En un llamado de atención a las instituciones de educación superior financiadas por el gobierno, Reséndiz aseguró que los poderes Ejecutivo y Legislativo están convencidos de asignar un mayor presupuesto a la educación superior, pero en espera de que las casas de estudio hagan un buen manejo de los recursos, preparen más y mejor a los estudiantes y aumenten el número de sus egresados.

En velada referencia a la crisis económica que enfrenta la Universidad Autónoma de Querétaro por haber incrementado el monto de las prestaciones a sus trabajadores sindicalizados, el funcionario señaló que la autonomía universitaria ``no se debe usar para que algún gremio se otorgue a sí privilegios económicos que otros no pueden tener''.

Afirmó que, además, las decisiones institucionales tomadas en el marco de la autonomía no pueden afectar a terceros ni obligarlos a nada más que a respetar las determinaciones de las autoridades universitarias.

Necesario, el autocontrol

Ante la propuesta de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) de reformular la legislación sobre educación superior, el funcionario de la Secretaría de Educación Pública (SEP) respondió que habrá que valorar cuidadosamente lo que deba cambiar en su caso.

Sin embargo, señaló que por ahora la educación superior puede prosperar si los diversos actores que participan en ella se mueven en un marco de libertad, responsabilidad y autocontrol.

Lo positivo de la autonomía universitaria, advirtió, es que otorga derechos y responsabilidades, y que si los toman en cuenta las instituciones, los sindicatos y el gobierno, no habrá dificultades.

Reséndiz dijo que mientras se alcanzan acuerdos en torno a una legislación, es claro para todos que para que mejoren la calidad y la eficiencia de la educación superior en México no es indispensable un nuevo marco legal.

Acerca de los problemas financieros que enfrentan por lo menos diez universidades publicas del país -entre ellas, la Autónoma de Querétaro, la de Guadalajara, la de Durango, la Autónoma de Guerrero y la Autónoma de Oaxaca--, Reséndiz dijo que estas dificultades no se resolverán solamente con la entrega de más dinero.

Por ello, Reséndiz convocó a los máximos centros educativos del país a que corrijan ciertos fenómenos internos

que originan gastos institucionales ``insostenibles''.

Para Reséndiz, las instituciones de educación superior deben comprometerse más con los resultados de sus acciones, demostrando una corresponsabilidad con los esfuerzos que la sociedad hace para sostenerlas.

Para responder a los requerimientos de los mexicanos, explicó, las instituciones educativas deben brindar resultados concretos, generar más y mejores egresados, e incidir de forma positiva en el desarrollo del país.

Dijo que para las universidades ya no debe ser importante a cuántos jóvenes logran aceptar en el primer ingreso, ``sino a cuántos de ellos los devolvemos al país como profesionistas de primer nivel''.