Barnés: la UNAM necesita 30% más de fondos e incrementar las cuotas
Elizabeth Velasco C. Ť La UNAM requiere un incremento en su presupuesto de 30 por ciento con respecto a los 6 mil 500 millones de pesos de 1997, para el adecuado desarrollo de sus actividades, pero para diversificar sus ingresos deben incrementarse las cuotas y buscar que la iniciativa privada apoye de manera creciente y complementaria los esfuerzos que hacen las universidades públicas, manifestó ayer el rector de la máxima casa de estudios, Francisco Barnés de Castro.
Destacó que si los diputados de oposición aprueban reducciones significativas en el impuesto al valor agregado (IVA), habría que reducir también en forma equivalente los egresos del gasto gubernamental el año próximo.
En entrevista se refirió a la reforma del Estado y enfatizó que en cualquier modificación ``seria'' tiene que ser incluido el sector académico. De ser así, dijo que él estaría dispuesto a participar en el debate, representando directamente a la UNAM o a través de las asociaciones en las que participa esa institución.
Al término de la ceremonia de entrega de la distinción Universidad Nacional a 12 jóvenes académicos, encabezada por el rector de la UNAM, Barnés de Castro destacó el consenso que hay entre los diputados de las principales fuerzas políticas del país (PRI, PAN y PRD) para incrementar el presupuesto de 1998 a la máxima casa de estudios y otras universidades públicas.
En ese contexto expresó que le ``gustaría'' que el presupuesto de la UNAM se aumentara en 30 por ciento con respecto al de 97. Ese porcentaje sería suficiente, ya que ``prevé el impacto de la inflación y los aumentos salariales''. No obstante, destacó que es necesario ampliar los ingresos de la institución de educación superior por diferentes fuentes.
Una de ellas, explicó, sería el aumento a las cuotas en un ``porcentaje relativamente pequeño del costo total de la educación, pero algo significativamente mayor a los 20 centavos que actualmente pagan los jóvenes''.
Otra es que sectores como la iniciativa privada y la sociedad civil que se benefician con los proyectos de investigación, de difusión cultural y científica e inclusive con la contratación de los egresados universitarios, ``apoyen de manera creciente y complementaria los esfuerzos que hacen las universidades públicas''. Estas aportaciones, manifestó, deben ser ``estrictamente casuísticas en función de intereses mutuos y en reconocimiento a las labores'' de la UNAM.
Asimismo, anticipó que la próxima semana en la reunión del Consejo Universitario, los Colegios de Ciencias y Humanidades serán transformados en escuelas nacionales con características muy similares a las que tiene la Escuela Nacional Preparatoria, pero mantendrán el programa y organización actual. Se aprobará también un transitorio para que la Unidad Académica del Ciclo de Estudios Profesionales y de Posgrado siga en funciones hasta que los últimos programas se adapten al nuevo Reglamento General de Estudios de Posgrado que aprobó el Consejo Universitario hace dos años.
Antes, Barnés de Castro encabezó la ceremonia de entrega de la distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos, 1997, en el auditorio Alfonso Caso de la Unidad de Posgrado de la UNAM, acompañado en el presídium por los directores de las facultades de Filosofía y Letras, Ingeniería y Química, Juliana González, Francisco Manuel Covarrubias y Enrique Bazúa, respectivamente, entre otros.
Allí, el rector de la UNAM manifestó que los jóvenes académicos que reciben el reconocimiento serán los líderes de la universidad del Siglo XXI y son quienes construirán los nuevos paradigmas del saber y del hacer al preparar también a nuevas generaciones con modernos métodos de enseñanza, conocimientos fruto de la investigación cotidiana y la ayuda de los sistemas informáticos y las telecomunicaciones. Recordó Barnés que la tarea de la universidad ``descansa en la esperanza, en la fe en el futuro y en las nuevas generaciones''.
Quienes recibieron los reconocimientos fueron Rocío Jáuregui Renaud, Boris Escalante Ramírez, María Elena Alvarez Buytla, Alejandro Baeza, Sergio López, Patricia Trujano, María Teresa Sánchez, Carlos López, Boris Berenzon, Soledad A. Velázquez, José Chávez García y Juan Carlos Laguna.
Vale comentar que Barnés fue interceptado en la zona conocida como Las Islas, en el trayecto a sus oficinas de rectoría de la UNAM, por el estudiante de medicina Emmanuel Carmona, quien denunció el tráfico de drogas en el campus universitario.
``Hace cinco minutos presencié que se hacía un negocito con mariguana y crack'', dijo el estudiante.
``Estoy consciente del problema y ya se están tomando cartas en el asunto, pero se requiere la cooperación de los propios estudiantes'', respondió el rector.