La Jornada 25 de noviembre de 1997

Discusión abierta sobre la conducción del sistema educativo, insta Limón Rojas

José Antonio Román, enviado, Boca del Río, Ver., 24 de noviembre Ť Para los trabajadores de la educación, no hay lugar para debatir la rectoría del Estado en materia educativa. No la hay respecto del sentido histórico de la educación pública mexicana ni mucho menos sobre los principios constitucionales que la sostienen, afirmó el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Humberto Dávila Esquivel.

Asimismo, señaló la urgencia de establecer una política educativa de Estado que asuma a la educación como una de las más elevadas prioridades nacionales y le destine mayores recursos y financiamiento suficiente para cumplir los objetivos que la sociedad reclama.

En la inauguración del segundo Congreso Nacional de la Educación, y ante unos 12 mil profesores de todo el país reunidos dentro y fuera del Centro de Convenciones ExpoVer, el líder magisterial reconoció que la escasez de recursos es uno de los principales obstáculos que enfrenta la educación pública. Por ello instó a los legisladores federales y locales a asegurar mayores fondos para la educación, pues no hacerlo pone en riesgo el futuro de la nación.

Por su parte, el secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas, quien con la representación presidencial inauguró el acto, dijo que a nadie se le oculta que un sistema educativo tan grande como el nuestro tiene carencias, defectos, y necesidades no cubiertas.

``Atender esta demanda exige recursos, seriedad en las propuestas y eficacia en la ejecución. No es asunto que se resuelva con voluntarismo ni con soluciones simplistas'', indicó el funcionario, en un acto sumamente accidentado, donde tres centenares de profesores disidentes no dejaron de gritar consignas y desplegar múltiples mantas con leyendas de reivindicación laboral y sindical.

Enmedio del ambiente hostil, que llegó al enfrentamiento verbal entre las corrientes sindicales, Limón Rojas reiteró el compromiso gubernamental de avanzar en el mejoramiento de la educación pública, hasta el límite de sus recursos y con responsabilidad.

Sostuvo que el Estado, junto con los maestros de México, sostiene la vigencia plena de los principios que han guiado el desarrollo del sistema educativo, como un servicio público y gratuito, laico y con unidad nacional. Estos principios, añadió, siguen siendo indispensables para que la escuela mexicana se fortalezca en extensión, en calidad y en equidad.

Para nosotros, expuso, la escuela pública es un patrimonio invaluable de la sociedad entera. No es obra de un gobierno sino resultado de un largo esfuerzo de varias generaciones de mexicanos. Es obra de cientos de miles de maestros. Los gobiernos que se han sucedido desde la creación de la SEP no han hecho sino organizar, conducir y dar continuidd innovadora a ese esfuerzo.

Señaló que la discusión pública sobre la conducción del sistema educativo nacional es del interés colectivo, porque tiene como propósito hallar las vías para mejorar, extender y enriquecer este sistema como patrimonio social. Afirmó que el desarrollo de este sistema es resultado de una política de Estado, cuyos rasgos esenciales se han conservado durante 76 años.

Intervino también la presidenta de la Internacional de la Educación para América, Martha Maffey y, luego, la senadora Elba Esther Gordillo, ante abucheos y un permanente grito de ``¡fuera!'' ``¡fuera!, ¡fuera!'', tuvo que dejar de lado el discurso que había preparado.

``No es con el grito, no es con la manta, no es con la insolencia, es con el valor de la verdad, de la congruencia, como se pueden hacer las tranformaciones'', dijo en el momento más crítico, cuando los gritos eran acompañados con las manos levantadas de cientos de profesores con el dedo pulgar hacia abajo, en un movimiento reiterativo. La ex lideresa del SNTE y ahora presidenta de la Comisión de Educación del Senado abandonó el atril enmedio de rechiflas, silbidos y gritos.

Para los profesores disidentes, más allá del objetivo meramente educativo, el congreso inaugurado hoy en este municipio conurbado al puerto de Veracruz tiene la finalidad de preparar el terreno en vista de la sucesión de Humberto Dávila al frente del SNTE, prevista para el próximo marzo.

Más tarde, en conferencia de prensa, Dávila Esquivel añadió sobre la rectoría del Estado en materia educativa. ``Esta debe estar en manos del Estado; lo contrario llevaría a la anarquía y sería un problema de carácter social muy grande''.

Existe un compromiso social irrenunciable, acotó: el Estado debe de seguir velando porque la educación que se imparte en el país sea el que establece el artículo tercero. No hay más. Esto está fuera de toda discusión.

Sobre los recursos destinados al sector educativo, insistió en que lo deseable es 8 por ciento del PIB, tal como lo recomiendan organismos internacionales como la UNESCO, para impulsar realmente la educación que exige el pueblo de México.

Por la tarde, luego de varias ponencias magistrales de invitados especiales de México y el extranjero, se instaló formalmente el congreso. Los 2 mil 500 delegados se trasladaron a las siete ciudades del estado que durante dos días serán subsedes del encuentro, para regresar el jueves y viernes a las sesiones plenarias y redactar las conclusiones.