La Jornada 25 de noviembre de 1997

La tensión en el norte de Chiapas, por la ayuda condicionada del gobierno y los grupos paramilitares: Xi'Nich, ARIC y COAO No son disputas religiosas ni políticas, sostienen

Angeles Mariscal, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 24 de noviembre Ť La división y el conflicto intercomunitario que se vive en la zona de influencia zapatista es provocada por la ayuda condicionada del gobierno, la formación de grupos paramilitares y los asesores externos de organizaciones oficialistas, y no por los problemas religiosos o partidistas, consideraron las organizaciones Xi-Nich, la Asociación Rural de Interés Colectivo (ARIC) y la Coalición de Organizaciones Autónomas de Ocosingo (COAO).

Las tres agrupaciones coincidieron en que si bien después de enero de 1994 las autoridades realizaron diversas obras de infraestructura, introducción de energía eléctrica, instituciones de salud y proyectos de desarrollo, lo hicieron de manera parcial, manejando los recursos sólo en favor de quienes estaban de acuerdo con la postura del gobierno y negándolos a los que no les son afines.

``Que nuestros compañeros sean de una organización y en las comunidades existan otras, se convierte en conflicto, pues a unos les llegan los apoyos y a otros no.'' Por su parte, la Unión de Uniones Ejidales y Sociedades Campesinas de Producción Rural, conocida como ARIC-UU, señala en los resolutivos de una asamblea efectuada en la comunidad Taniperlas, en la selva de Ocosingo, que uno de los factores de la división intercomunitaria ha provenido de los asesores externos.

Al constituirse éstos como un vínculo entre las comunidades y el gobierno, imponen y negocian sin respetar la postura de los grupos indígenas.

``Por los asesores externos entró el Ejército Mexicano y el gobierno y por eso el EZLN nos veía como enemigos y parecíamos contrarios, cuando en verdad somos hermanos de sangre, de territorio, de cultura'', indica.

La Coalición de Organizaciones Autónomas de Ocosingo consideró que el conflicto no es entre familias o ejidatarios, sino que implica diferencias políticas y de intereses estratégicos ``que tejen sus hilos con las madejas del conflicto regional y de la guerra que el gobierno federal implantó en el territorio rebelde zapatista''.

Subraya que entre la estrategia gubernamental se encuentra la labor de contrainsurgencia que realizan los grupos paramilitares. Mientras en la zona norte opera el grupo Paz y Justicia, en Ocosingo se encuentra el Movimiento Indígena Revolucionario Antizapatista (MIRA), que se encuentra fuertemente armado y equipado, además de recibir recursos constantes.

``Los atentados, las amenazas, las emboscadas y hasta las intentonas golpistas están a la orden del día'', tal es el caso de la agresión que sufrió el concejal Juan Vázquez López, perseguido y amenazado con arma de fuego por dos sujetos.

En tanto, la organización Xi-Nich señaló que la división que actualmente se ve en las comunidades nace desde afuera, desde las amenazas constantes, desalojos, encarcelamiento y persecución del gobierno contra los indígenas, ante lo cual ``algunos sienten que es mejor hacerle caso a los regalos de los gobiernos y entregan su corazón al temor, a las falsas promesas y a los pedazos de soluciones''.