Fondo de rescate de la APEC por 60 mil mdd para la crisis en Asia
Rosa Elvira Vargas, enviada, Vancouver, Canadá, 25 de noviembre Ť Al final, la contundencia y profundización de las crisis financieras en los principales mercados de Oriente debió ser asumida por los líderes de las naciones que conforman el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), y este martes anunciaron la creación de un fondo de rescate por 68 mil millones de dólares para respaldar a las naciones en riesgo.
Esa bolsa, se dijo, será manejada a través del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo de Asia y podría ser usada de inmediato en Corea del Sur, Tailandia e Indonesia.
No obstante que la posibilidad de que los países del APEC concurrieran a la salvación de las naciones de Asia que enfrentan graves contingencias financieras fue insinuada por algunos presidentes como el estadunidense Bill Clinton y el premier canadiense Jean Chrétien desde el domingo pasado, fue hasta este martes cuando se tomó la determinación y se hizo pública.
De acuerdo con lo que había adelantado aquí el canciller mexicano José Angel Gurría, el diseño de los paquetes de apoyo para cada país en condición de vulnerabilidad económica sería similar al que se armó para México en la crisis de 1994-95, cuando se le llegaron a ofrecer 50 mil millones de dólares, aunque el gobierno sólo utilizó 20 mil millones.
Aunque el anuncio de la conformación del fondo financiero surgió cuando los líderes de APEC se encontraban reunidos a puerta cerrada en el Museo de Antropología de la British Columbia University (UBC), trascendió que los países que de inmediato comprometieron recursos para tal fin son Japón, Estados Unidos y Canadá y que los dos únicos latinoamericanos miembros de este organismo, México y Chile, sólo establecieron que revisarán sus condiciones internas para hacer alguna contribución.
Según la oficina de Comunicación Social de la Presidencia, la experiencia mexicana de hace tres años resultó un elemento determinante para tomar la decisión de acudir con un fondo específico en auxilio de las naciones con problemas. Así, se menciona, el país fue tomado como ``modelo'' pues al acelerar el libre comercio y abrir los flujos de inversión para contrarrestar la volatilidad bursátil se pudieron ``superar problemas que parecían irreversibles''.
Como lo hiciera el sábado a su llegada a Canadá ante empresarios locales, el presidente Ernesto Zedillo habría expuesto ayer ante sus similares de la APEC la estrategia que siguió su administración para hacer frente a lo que en el país se conoció como el ``error de diciembre'', y fue planteada como una alternativa viable para dar respuesta a las crisis económicas domésticas.
Los mercados abiertos --establece la tesis mexicana-- proporcionan beneficios significativos, por lo que debe buscarse la liberalización comercial y de inversión para promover un mayor crecimiento y bienestar de las poblaciones. La clave de ello está únicamente en la adopción de políticas prudentes y transparentes, así como en medidas macroeconómicas y estructurales sensatas, estrategias para el desarrollo de los recursos humanos, y la regulación efectiva del sector financiero.
De este modo, podría decirse que más allá de cualquier consideración de índole comercial o de intercambio científico o de cualquier otro orden, el APEC enfrentó en Vancouver una de sus mayores pruebas al tener que demostrar en la práctica su capacidad de dar respuestas globales a problemas específicos de algunos de sus miembros y que son aquellos calificados por su dinamismo económico como los tigres asiáticos.
Enfundados en una chamarra de piel conmemorativa de la reunión, los líderes de APEC se dirigieron por la mañana a la UBC. Algunos reporteros intentaron hablar con el presidente Zedillo en el hotel donde se hospeda para conseguir algún adelanto sobre lo que plantearía en esos encuentros que el canciller Gurría califica como ``retiros''. Sin embargo, el Ejecutivo cortó cualquier posibilidad de diálogo con un seco ``ahorita no''.
A primera hora, también, se difundió un grueso documento donde viene la declaración conjunta de esta cumbre y en el que un capítulo relevante ocupa el interés de la APEC y del resto de la comunidad financiera para lograr una rápida y duradera restauración de la estabilidad financiera y del crecimiento sustentable y sano. Para hacer frente a la volatilidad de las bolsas, establecen, se requieren nuevas respuestas que deben adoptarse en forma global y con iniciativas regionales.
Así, tras comprometerse a seguir buscando la liberalización comercial y de inversión, los líderes de Asia-Pacífico subrayan además que se requiere dar una ``regulación efectiva al sector financiero'' como elemento clave para recuperar la estabilidad y dar paso a un crecimiento económico potencial.
Con la convicción de que es importante moverse rápidamente ante las contingencias económicas, la declaratoria ratifica que el FMI ``continúa siendo central'' para la superación de esos problemas, y destaca el compromiso de cumplir con los acuerdos de Manila del año pasado para mejorar los procedimientos regionales, intensificar la cooperación y técnica para optimizar los mercados; adoptar nuevos mecanismos en el FMI sobre programas de ``ajuste fuerte'' y tener arreglos de financiamiento cooperativo para suplir, cuando así se requiera, los recursos del propio fondo.
La APEC se ratifica a sí misma como un organismo llamado a ser pivote de desarrollo y a encauzar políticas e iniciativas de cooperación técnica y científica, con prioridad en la mejora de los sistemas financieros, de la cooperación entre los reguladores y supervisores de las plazas comerciales y, en general, en todo aquello que contribuya al mejor funcionamiento de los mercados.
En materia comercial, los países miembros ratifican su determinación de seguir adelante con la desregulación sectorial ``sobre una base voluntaria'' --a la que no se sumaron en esta ocasión México ni Chile-- y avanzar por esta vía hacia la liberalización comercial de la región y en el ámbito global.
El documento recoge las inquietudes del sector empresarial para reducir, a nivel de los países, los costos de inversión, eliminar el burocratismo y la tardanza, promover la desregulación administrativa, desarrollar arreglos de reconocimiento mutuo en estándares y normas e incrementar la productividad.
Los líderes de APEC llaman a acelerar las facilidades de comercio e inversión a través de planes de acción colectiva, e instruyen a sus respectivos ministros para que usen la cooperación técnica y económica de este foro para construir la capacidad de adaptación de procedimiento e incorporación de nuevas tecnologías.
Asimismo, y en la víspera del 50 aniversario del GATT, los países de Asia-Pacífico reafirman la supremacía de un sistema de comercio multilateral abierto, basado en reglas de la Organización Mundial de Comercio y reiteran su compromiso para que este foro proceda sobre bases de regionalismo abierto.
En otro orden, la declaratoria hace referencia también a los problemas sociales que se derivan de una acelerada industrialización y reconocen la importancia de agilizar acciones globales para enfrentar las emisiones de los gases de invernadero y, en general, el cambio climático.
Para quienes conforman la APEC hoy es más claro que nunca que ``los desastres inesperados que afectan a uno de nosotros pueden afectarnos a todos, y nos podemos beneficiar de compartir experiencias y colaborar en la preparación y respuesta a emergencias''.
El presidente Ernesto Zedillo saldrá de regreso a México una vez que concluya la sesión vespertina con sus homólogos de los otros 17 países de APEC. Su llegada a la ciudad de México está programada para después de las 23 horas y, mañana mismo, encabezará en el Campo Marte la ceremonia de bienvenida al presidente de Argentina, Carlos Saúl Menem, quien llega al país en visita de Estado.