Cumplió Conpaz su ciclo en la ``transición'' a la democracia: Hugo Trujillo
Hermann Bellinghausen, enviado /I, San Cristóbal de las Casas, Chis. Ť La Coordinación de Organismos no Gubernamentales por la Paz, conocida en todo el mundo como Conpaz, cumplió un ciclo y encarna en sí misma una experiencia singular en la actual ``transición'' a la democracia y la plena participación ciudadana.
En un balance autocrítico, pero optimista, Hugo Trujillo Fritz, quien fue responsable del área de información y análisis de Conpaz, asegura que los organismos con acción social en las zonas indígenas de Chiapas ``vamos a buscar nuevos caminos para enfrentar la nueva realidad política''.
Una vez más ``esta crisis trae historia'', dice Trujillo, miembro de Chiltak (compañero en tzotzil), una de las ONG que agrupaba Conpaz, y recapitula:
``En 1990 el gobierno de Carlos Salinas lanza una ofensiva sobre las ONG en defensa de los organismos civiles y contra ese control gubernamental se convocó una reunión en el DF. De ella surgió la Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia. ``En los siguientes años se da un proceso de acercamiento y reconocimiento entre nosotros''.
En Chiapas, agrega, ``había una veintena de organizaciones que durante 1991 y 1992 iniciamos un acercamiento. Algunos nos dimos a la tarea de participar en el proceso social de manera política. Por eso Chiltak trabajó con el Fosch (Frente de Organizaciones Sociales de Chiapas) para la celebración de los 500 años; el 10 y el 11 de octubre del 92 se hizo un encuentro estatal, y el 12 la marcha aquí en San Cristóbal.
Durante el 93 ``intentamos una convergencia estatal, pero no cuajó'', dice Trujillo.
Sin embargo, este trabajo previo explica que Conpaz se reuniera inmediatamente después del levantamiento indígena del primero de enero. Participan, además de las ONG, diversos grupos de ciudadanos sancristobalenses.
``Al comienzo de la guerra, las ONG se convirtieron en referencia porque tenían locales, teléfono, fax. De allí comenzó a salir toda la información''.
Desde el principio hubo diferencias, recuerda Trujillo. Tan temprano como en enero no se integró el Colectivo de Mujeres (Colem), luego de que Conpaz iniciaba la primera caravana ``para abrir el cerco militar; no podía salir nadie, ni siquiera los periodistas''.
``Hubo encuentros con Jorge Madrazo, entonces en la CNDH, con las instancias gubernamentales y las embajadas de Europa y Estados Unidos'', dice el entrevistado. ``Y como por otro lado teníamos trabajo previo en las comunidades, eso permitió que el EZLN invitará a las ONG para hacer los cordones de paz en febrero, durante las primeras negociaciones''.
Para los diálogos de la catedral de San Cristóbal, Conpaz y otras asociaciones civiles crean el ESPAZ. ``Después formamos la Coordinación de Organizaciones Sociales por la Democracia (Codem), que propone la candidatura de Amado Avendaño para gobernador y sirve de embrión para la Asamblea Estatal Democrática del Pueblo Chiapaneco (Aedpch)''.
Este proceso de involucramiento también origina diferencias. No todas las ONG, recuerda Trujillo, estaban dispuestas a participar con el PRD.
En otro sentido, Conpaz se vuelca en la defensa de los derechos humanos, y el famoso caso de los indígenas asesinados en Morelia involucró a Marcos Arana y Roger Maldonado, de Conpaz, en un trabajo de documentación que contó con la participación de los médicos de Minnesota, que realizaron el trabajo forense. ``El seguimiento legal de los asesinatos, y la denuncia ante tribunales internacionales, fueron impulsados por Conpaz''.
Conpaz organiza los primeros campamentos por la paz, en agosto, mientras ``a nivel de las comunidades el trabajo se limita a apoyar con alimentos y medicamentos''. De hecho, ``el trabajo más importante que ha hecho Conpaz es el de las comunidades'', considera Trujillo.
La estructura de Conpaz ``empieza a hacer sombra a las organizaciones que la componen. Empieza a funcionar como una ONG grande y no como una coordinación''. En agosto de 1995 Conpaz hace su primera asamblea, ``para ver qué somos, ¿una red o una ONG grandota?''. Las organizaciones tienen una crisis de identidad y ``Conpaz comenzó a ser un estorbo'' para ellas.
Paralelamente, Conpaz participa en los diálogos de San Andrés. Nueva crisis: ``Entonces, el debate es si somos nada más acompañantes, guardaespaldas'', y hay una indefinición del trabajo en comunidades.
Se propone que Conpaz sea una organización ``de segundo nivel'', que plantee talleres estatales y regionales para sistematizar las propuestas. Es hasta 1996 que se regulariza el trabajo en las comunidades.
Mientras las organizaciones reforman sus proyectos o desarrollan otros, surgen nuevas divergencias: ``Una corriente dentro de Conpaz se manifiesta por negociar financiamientos con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, otros no estábamos de acuerdo. Unos están por la neutralidad, otros por el apoyo a las comunidades zapatistas. Unos están por trabajar cerca de la diócesis de San Cristóbal, y otros no''.
Esta última diferencia se manifiesta, entre otros aspectos, en la interpretación de los desplazados indígenas. Para la Iglesia católica el énfasis está en la ``reconciliación''. Para las ONG más politizadas, se trata de ``movimientos forzados de población''.
La diferencia, según Hugo Trujillo Fritz, ``tiene muchas implicaciones. `Reconciliación' se ve más en términos de la confianza de la Iglesia católica y desliga el aspecto político; en cambio `movimientos forzados' involucra otra actitud y otras instancias, y lleva a espacios como la ONU''.
``La gente está siendo atacada por grupos paramilitares armados que hostigan a las comunidades. La gente no se va de sus pueblos porque quiera. La están expulsando violentamente''.