El DF no es una ``papa caliente'' para mi sucesor, asevera Espinosa
Humberto Ortiz Moreno y Claudia Herrera Beltrán Ť Con todo y un amplio reconocimiento a los mandos militares por su ``invaluable'' apoyo a la restructuración radical de la policía capitalina, el regente Oscar Espinosa Villarreal justificó, sin embargo, el reclamo de justicia de la sociedad para castigar a quienes, sean civiles o militares, transgreden la norma y el Estado de derecho y pretenden resolver los problemas criminales con actos igualmente criminales.
``No debemos confundir el apoyo que hemos recibido de las policías ni a éstas con la delincuencia'', aclaró el último gobernante de la ciudad impuesto por el Ejecutivo en un acto cuyo gran ausente fue el general Enrique Salgado Cordero, secretario de Seguridad Pública, quien envió a Felipe Bonilla Espinobarros, director de Operaciones, citado por el juez 19 penal a comparecer el 3 de diciembre en torno del caso Buenos Aires.
``Nada de pretender pactos'' con el hampa, sino impulsar una reforma estructural de los elementos que la combatan, aseveró el jefe del Departamento del Distrito Federal durante inauguración del anexo académico del Instituto de Formación Profesional de la Procuraduría capitalina y en el marco de la clausura de la sexta Promoción de Agentes del Ministerio Público, Policía Judicial y Peritos.
En otro acto, con ex alumnos de la UNAM, el regente aseguró que la capital no es ``una papa caliente'' para su sucesor en el cargo.
No obstante, Agustín Ricoy, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, juzgó que no debe apresurarse una evaluación de la actuación de los militares en la policía, y anunció que para el año entrante se aplicará un plan de capacitación a los jefes de las corporaciones de seguridad, principalmente en labores de logística e inteligencia, para evitar improvisaciones y garantizar que quienes lleguen a los altos mandos sean policías de carrera.
El regente justificó el avance de la delincuencia al afirmar que al inicio de su gestión no había recursos ni estrategia para resolver el problema de inseguridad pública.
Precisó que el presupuesto de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ha crecido 204 por ciento en comparación con 1994, cuando antes tomaba seis años invertir ese dinero.
El procurador Lorenzo Thomas Torres dijo que al cumplir su gestión en la PGJDF se va con la satisfacción del deber cumplido, y confió en ``la madurez jurídico-administrativa'' de quien lo suceda en el puesto.
Por elemental realismo político, remarcó, debe conciliarse lo deseable con lo posible en seguridad y justicia.
``Sabemos del dolor de las víctimas y la angustia a la que es sometida en un proceso indagatorio, y por eso trabajamos con calidad y calidez, pues aspiramos al trato que sabemos dar'', expresó.
En los tres años de administración en la PGJDF -de los cuales sólo ocho meses le han tocado-, afirmó Thomas Torres, 30 por ciento del total del personal técnico operativo ha sido profesionalizado como garantía de honestidad y legalidad, vocación y entrega para procurar justicia, respondiendo así a la evolucionada delincuencia que es propia de cualquier entorno urbano.
A su vez, Espinosa Villarreal anunció que la Procuraduría capitalina hará pública su memoria de gestión para que la sociedad verifique los avances en la materia.
Citó el ejemplo del presupuesto, que de 500 millones de pesos en 1994 pasó a mil 608 millones en este año. Resumió que, entonces, sí se puede cambiar de fondo la impartición y procuración de justicia en la capital para vencer al enemigo número uno de la sociedad que es la inseguridad.
Se comprometió a proporcionar a la comisión de enlace del próximo gobierno de la ciudad toda la información relativa a estos temas con el fin de considerar la permanencia de acciones que ``requieren reforzamiento si queremos ganar esta tan importante batalla''.
Ricoy Saldaña dijo que ``nuestra apuesta'' es a la Academia Nacional de Seguridad Pública y no tanto a mantener militares en la policía. El proyecto, explicó, abarca desde quienes participan en la prevención del delito hasta los encargados de administrar justicia y la readaptación social.
El DF no es tan indeseable
Oscar Espinosa Villarreal negó que los problemas del ambulantaje y la inseguridad pública en el Distrito Federal se hayan alentado a propósito para obstaculizar al gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas. Señaló que quienes lo consideran así ``son personas que pretenden curarse en salud'' acerca de los conflictos que enfrenta la urbe.
Luego de un desayuno con ex alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que la ciudad no es ``tan indeseable'' ni representa una ``papa caliente'' para la gestión del futuro gobierno perredista, pues si así lo fuera las elecciones del pasado 6 de julio no hubieran sido tan competidas.
Ante las críticas que los partidos de oposición han hecho a su gestión, respondió que la ciudad está funcionando todos los días y cada día hay más habitantes que tienen oportunidades en ella, ``aunque eso cueste mucho trabajo publicarlo o comunicarlo''.