La Jornada 27 de noviembre de 1997

80% de refugiados guatemaltecos en Campeche rehúsan su repatriación

David Aponte, enviado, Asentamiento Los Laureles, Camp., 26 de noviembre Ť El refugio ``nos ha hecho perder el miedo, nos ha hecho hablar y nos ha quitado la venda de los ojos'', manifestaron los guatemaltecos. Ahora, la mayoría de los refugiados ubicados en los cuatro campamentos de la entidad ya no quiere regresar a su país, y pretende quedarse en México.

``Queremos una integración, pero con desarrollo y bienestar social'', expuso María Sucuquí, en nombre de las mujeres refugiadas.

En los asentamientos de Maya Tecun, Santo Domingo Queste, Quetzal Edzna y Los Laureles, viven mil 961 familias, esto es, nueve mil 77 personas. De ellas, 80 por ciento quieren vivir en territorio mexicano.

La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados, Sadako Ogata, visitó Los Laureles, acompañada del subsecretario de Gobernación, César Bécker, y el coordinador de la Comisión Nacional Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Pedro Vázquez Colmenares.

Decenas de niños, muchos de ellos descalzos, recibieron a los funcionarios. Los menores, guatemaltecos por derecho de sangre y mexicanos por derecho de suelo, agitaron banderas de México y Guatemala.

El secretario del asentamiento, Miguel López Gómez, dijo ante Sadako Ogata que los 14 años de refugio han dejado grandes enseñanzas a los guatemaltecos: respeto a las leyes mexicanas, capacitación y un pedazo de tierra para trabajar.

En 1993 inició el retorno de nuestros compatriotas y la mayoría ha rechazado la repatriación por temor a la situación política de Guatemala. Por ello, pedimos apoyo para nuestra integración a la vida y sociedad nacional, agregó.

En nombre de las mujeres de los cuatro asentamientos, María Sucuquí dijo: ``creemos que la comunidad refugiada se ha dividido en dos partes: una ha retornado y otra ha decidido integrarse a México, como nosotras, con la esperanza de encontrar solución duradera a nuestros problemas''.

Tal situación es difícil. Las familias no están completas. Unos están en Guatemala y otros en México. Sin embargo, las familias que decidieron quedarse pueden superar las ausencias y lograr una integración con desarrollo y bienestar social, añadió.

A su vez, la comisionada dijo que el largo periodo de oscuridad que propició el desplazamiento quedó atrás. El mandato del organismo es apoyar la repatriación de los refugiados. Sin embargo, apoyará las oportunidades que brindan las autoridades mexicanas para la integración. ``Este es un verdadero gesto que honra la larga tradición de asilo de México'', expuso.

Por la noche, dio a conocer que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados respaldará la integración de los guatemaltecos con proyectos de carácter social. Durante su reunión matutina con el canciller José Angel Gurría habló de los planes del gobierno mexicano para lograr la incorporación de las familias guatemaltecas a la sociedad mexicana.

En este asentamiento, ubicado al suroeste de la capital, los habitantes ya no quiere regresar a Guatemala. Pelox Pablo de Mendoza, de 78 años de edad, comentó que su familia ya no tiene motivos para volver. ``Aquí estoy tranquilo, no hay violencia ni llegan los ejércitos''.

Víctor Estrada Velázquez, uno de los refugiados que obtuvo su certificado de naturalización mexicana, explicó que llegó a tierras mexicanas desde 1982. En Guatemala perdió a dos de sus hijos. No sabe si están vivos o muertos.

El problema en esta región son los ingresos de los refugiados. Una familia obtiene entre 200 y 250 pesos mensuales por la venta de sus productos agrícolas. ``Con unos 35 o 40 pesos diarios la pasaríamos'', añadió Víctor Estrada, uno de los promotores de la integración.

Como parte de su estancia en territorio nacional, Sadako Ogata viajará este jueves a Comitán, Chiapas, donde la situación de los refugiados es totalmente diferente. En esa entidad no hay proyectos de integración de las comunidades guatemaltecas.

Por la noche, la comisionada regresará a la ciudad de México para sostener un encuentro con el secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet. Hasta el momento, desconoce si el presidente Zedillo la recibirá.