La Jornada 28 de noviembre de 1997

Si resulta culpable, Lozano perderá su cargo en el PAN, advierte Calderón

Juan Manuel Venegas Ť Con la llegada de Cuauhtémoc Cárdenas al gobierno del Distrito Federal los tres partidos con mayor presencia nacional (PRI, PAN y PRD) ``podremos ser valorados con el mismo rasero: de partido político y de partido gobernante'', y entonces sí ``se podrá sacar una conclusión electoral justo para las elecciones del 2000'', subrayó el presidente de Acción Nacional, Felipe Calderón Hinojosa.

En los próximos tres años, agregó en conferencia de prensa, ``los tres partidos tendremos experiencias perceptibles para la ciudadanía, en términos de gobierno, y (la ciudadanía) podrá hacer las comparaciones de estas tres experiencias'' de cara a los comicios presidenciales del año 2000.

Durante la acostumbrada conferencia panista de los jueves, Calderón también fue cuestionado insistentemente sobre los escándalos que envuelven a los militantes de su partido --un indiciado, Antonio Lozano Gracia, y un prófugo, Raúl Monter--, y advirtió que en caso de que se comprobaran los ilícitos por los que se les acusa, el primero sería separado de su cargo en la secretaría general del CEN, y el segundo hasta podría ser expulsado del partido. Del caso del primero, el líder de Acción Nacional reconoció que el asunto ``sí repercute'' en el partido ``y evidentemente, mientras más pronto se solucione, será mejor''.

Por otra parte, al referirse a la participación de militares en tareas de seguridad pública en la ciudad de México, Calderón advirtió que ``llegó a hechos lamentables, bochornosos y de alta peligrosidad para la sociedad, como los de la ejecución''; además, no hubo mayor eficacia en el combate a la inseguridad y en cambio se debilitaron las instituciones públicas, ``entre ellas el propio Ejército Mexicano''.

Advirtió que en el combate a la delincuencia no debe permitirse la vuelta a los esquemas ``de tortura y violación de derechos''. La disyuntiva no es, no debe ser, regresar a la mano dura que imperó en la policía mexicana de hace 10 o 15 años, señaló.

Al ser interrogado sobre la próxima toma de posesión de Cuauhtémoc Cárdenas en el gobierno capitalino, el líder del blanquiazul señaló que ``la única recomendación'' que le haría al perredista ``es que cumpla con todo lo que prometió'' durante su campaña, para lo cual ``va a necesitar algunos años más de lo que va a durar su ejercicio''.

Recordó que ``prometer no empobrece, dar es lo que aniquila'', después de señalar --a pregunta expresa-- que Cárdenas no lo ha invitado a su toma de posesión, ``y aunque lo hiciera no iría, pues tengo otras cosas más importantes qué hacer''.

El dirigente de Acción Nacional concentró ayer su mensaje en torno al involucramiento del Ejército en los cuerpos de seguridad pública, concretamente del Distrito Federal, y advirtió que ``el experimento arrojó un solo resultado: es negativa e inconveniente la participación de militares en mandos que corresponden a la autoridad civil''.

El Ejército debe guardar un ámbito y una esfera de seguridad nacional, ``mucho más allá de la propia seguridad pública'', ya que para fortalecer ésta, lo que se requiere es revitalizar las instituciones civiles''.

Consideró que en el Distrito Federal se quiso imponer la ``línea dura'' con la incorporación de los militares. ``Mano dura fue lo que se aplicó en el caso de la colonia Buenos Aires, pero la mano dura no es sinónimo ni de garantías de derechos y tampoco de eficacia en el combate al delito''.