La Jornada 30 de noviembre de 1997

Blancornelas fue intervenido de emergencia; su estado, grave

Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 29 de noviembre Ť El propietario y director del semanario Zeta, Jesús Blancornelas, fue sometido hoy a una cirugía de urgencia para extraer dos balas alojadas en el pulmón derecho y en la médula espinal, informaron fuentes médicas del hospital Del Prado.

Su estado es grave y se le mantiene con respiración artificial en terapia intensiva.

Según trascendió, Blancornelas se mantiene inconciente desde el jueves por la tarde. Sin embargo, los médicos están optimistas por el buen éxito de la operación, que duró poco más de dos horas.

Juan Medrano Padilla, médico y amigo cercano de Blancornelas -quien estuvo presente como observador durante la intervención- señaló que los cirujanos removieron además de las balas un pedazo de hueso incrustado en la médula, producto de los impactos de bala. Asimismo le fue drenado el pulmón derecho que comenzaba a saturarse de sangre.

Durante el tiempo que duró la intervención quirúrgica, el secretario general del gobierno estatal, Rodolfo Valdez Gutiérrez, estuvo dentro del hospital para informar constantemente al gobernador, Héctor Terán Terán, sobre los avances de la operación.

El sicario abatido fue víctima de sus propios cómplices: Procuraduría estatal

Por otra parte el procurador general de Justicia del estado, José Luis Anaya Bautista, informó en conferencia de prensa que los trabajos periciales determinaron que ni Blancornelas ni su escolta, Luis Lauro Valero, alcanzaron a repeler la agresión, aún cuando ambos estaban armados, por lo que se establece que David Barrón Corona, alias el C-H, fue herido de muerte por uno de sus propios cómplices.

Jesús Blancornelas portaba una pistola escuadra Pietro Beretta calibre 380, mientas que su escolta, Luis Lauro Valero, llevaba una escuadra calibre 9 milímetros. Ambos tenían también chalecos antibalas que les fueron proporcionados por los agentes del Grupo Antisecuestros que los custodiaron hasta el 28 de octubre, pero al momento de la agresión ninguno lo portaba. Los chalecos y la pistola de Blancornelas fueron encontradas por los peritos en el asiento trasero de la camioneta Ford Explorer en la que viajaban.

En la misma conferencia ofrecida en el centro de gobierno estatal Anaya Bautista reconoció que existe corrupción dentro de las filas de la Policía Judicial Estatal (PJE) y afirmó que no metería las manos al fuego por todos los elementos de esa corporación.

Sin embargo, calificó como irresponsable la afirmación del consejo editorial del Zeta en el sentido de que ``narcojudiciales o narcofuncionarios'' estarían involucrados en el atentado.

``En todo caso eso lo debe determinar la Procuraduría General de la República'', dijo Anaya Bautista quien reiteró que las investigaciones que hasta ahora se han efectuado indican que el crimen fue ordenado por narcotraficantes.

Anaya Bautista reiteró que no le parece justo que se responsabilice al gobierno estatal del atentado y ofreció presentar su renuncia si con ello se termina la ola de violencia que afecta a la entidad.

Chihuahua pide retratos hablados de los sicarios; quizá actuaron en Juárez

En Ciudad Juárez, el corresponsal, Rubén Villalpando, reportó que La Procuraduría General de Justicia de Chihuahua solicitó a su similar de Baja California, retratos hablados de los sicarios que participaron en el atentado contra Blancornelas, por considerar que son los mismos que han realizado más de 20 ejecuciones en Ciudad Juárez.

Fuentes policiacas dicen que en las matanzas del 3 de agosto en el restaurante Maxfim, donde fallecieron seis personas, la del 23 de agosto fuera del bar Gerónimo«s, y en la muerte de cuatro médicos, y otras ocho ejecuciones, el estilo de trabajo es similar al del 14 de noviembre cuando mataron a dos agentes de la PJF y al del atentado de Blancornelas el 27 de noviembre.