DobleJornada, lunes 1 de diciembre de 1997
ENTREVISTA CON ROSARIO ROBLES
Rosario Robles, considerada ``la mujer fuerte'' de Cuauhtémoc Cárdenas, lo descubrió: Carlos Castillo Peraza desayunaba en otra mesa del restaurante. ``¡Pobrecito!'', exclamó con una sonrisita burlona la secretaria de Organización del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien fuera responsable de las Brigadas del Sol que promovieron y multiplicaron exitosamente los votos a favor de su partido en las pasadas elecciones. Minutos después Castillo Pereza se retiró. Se le veía como empequeñecido, cenizo el semblante, tiesa la sonrisa. Ni cuenta se dio de que ella lo observa a la distancia, mucho menos del sol brillante prendido en su saco rojo ni del escote de su elegante vestido negro. La única mujer en la Comisión de Enlace entre el PRD y el gobierno de Oscar Espinosa Villarreal, quien sirviera de puente entre la misma y las organizaciones de mujeres, dio a Doblejornada la única entrevista en ejercicio de esta responsabilidad.
Papaya, huevo frito con una rebanada de jamón, café, ordenó para su desayuno. Avanzaba la mañana. El ruiderío proveniente de las otras mesas crecía. Cuando apenas intentaba saborear el primer bocado de la colorida fruta, saltó la pregunta: ``¿Qué ciudad nos dejaron a nosotras los que se van?''. Detuvo el bocado en el aire, lo bajó al plato, brotaron de sus labios palabras conocidas: inseguridad, desempleo, violencia, pésimas condiciones laborales, pobreza, marginación, deficientes programas de salud. Panorama desconsolador, pero ¿qué proceso de cambio es el que las mujeres debemos esperar que arranque dentro de cinco días? ¿Cómo contribuir a este proceso y demandar que se cumpla? ¿Hay posibilidades reales de lograrlo con un presupuesto estrecho y ``amarrado''?
No hubo tregua para Rosario Robles. El café humeante y su platillo comenzaron a enfriarse cuando revelaba cómo se distribuyó el gasto público de Espinosa Villarreal en 1997: de un presupuesto de 36 mil millones de pesos, 35 por ciento fue destinado a grandes obras: vialidades, puentes, metro, mientras 7 por ciento --2 mil millones de pesos-- fue para el rubro de Desarrollo Social: cultura, deporte, salud, DIF, todo, en el mismo paquete (en el cual estarían los proyectos más vinculados a mujeres: ellas son 90 por ciento de los usuarios del sector salud).
--Con tal presupuesto, ¿cómo se materializarán las promesas hechas en campaña?
--En el manejo de los recursos siempre ha habido un desprecio a lo social. Cambiar tus prioridades y voltear a ver a la gente implica una reorientación del gasto. En el primer año no va a poder ser tan fácil cumplir porque cerca de un 70 por ciento del presupuesto está, por decirlo, ``amarrado''. En la medida en que nosotros estemos dentro vamos a ver las posibilidades de reorientación. El 20 de diciembre se aprobará el del año siguiente, pero aún así será un presupuesto limitado.
Lograr un mayor gasto público y distribuirlo convenientemente a programas de mujeres no es el único reto del gobierno cardenista. Quizá habrá otro mayor: introducir el concepto de género a las políticas públicas. Apuró sorbitos de su café para señalar tres acciones importantes encaminadas a hacerlo: incluir feministas en puestos clave y dar talleres de visión de género a servidores públicos en el nivel institucional, y coordinarse con redes de ONG de mujeres para que aporten y vigilen lo instrumentado por el gobierno.
Además de este compromiso hubo también la promea de cubrir una cuota de 30 por ciento de mujeres en el ámbito del poder público, se le recordó cuando rebanaba un pedazo de jamón. ``No son metas que se lograrán desde el primer momento''.
--¿Se buscará cubrirlo incluyendo a las activistas de los grupos de mujeres?
--No se trata de desmantelar a las ONG. La propuesta es la de un convenio en el que se generen espacios de coordinación conjunta. De articular esfuerzos en un ámbito territorial, comunitario, que permitan que gobierno, ONG y ciudadanas y ciudadanos se involucren en diversos proyectos integrales.
Comía de prisa el ansiado alimento cuando se le cuestionó acerca de las prioridades de atención a la población femenina: salud reproductiva; programas para prevenir el embarazo en adolescentes; impulsar centros comunitarios de desarrollo infantil para hijos de madres trabajadoras de bajos recursos: campañas contra la violencia hacia las mujeres, una de éstas sería ``Mujer, no llores, habla'', y abrir una línea telefónica a través de Locatel que informe a las víctimas de asesoría legal y psicológica.
La mesera se acercó por cuarta vez a ofrecer más café cuando la mujer del sol prendido al saco rojo, como en anteriores ocasiones lo rechazó. Su taza estaba casi intacta. El nuevo gobierno arrancará en pocos días y no lo hará de cero, comentaba convencida. Se trata de aprovechar ``todo lo que ya está, donde hay una infraestructura y recursos se reorientaría con una política hacia las mujeres''. Un eje fundamental para lograrlo, en general en todos los proyectos de la administración cardenista, será ``garantizar que todos los recursos lleguen a las y los beneficiarios y que el enfoque de género cruce transversalmente los mecanismos de participación de las mujeres.
--¿Hay mujeres rescatables en el gobierno capitalino?
--¿Dónde están? ¡No existen! --comentó mientras, rendida, hacía a un lado los platos a medio comer--. He estado en todas las reuniones de la Comisión de Enlace con todas las áreas de la administración pública y yo he sido la única mujer. Sólo hay dos mujeres al frente de delegaciones. Es un mundo masculino, patriarcal. Es muy difícil romperlo de manera inmediata, hablo de la estructura superior del gobierno, desde luego en otros niveles hay más y habrá que rescatar a muchas de ellas.
La ex diputada en la pasada Cámara Legislativa comentó que el Instituto de la Mujer se creará a mediano plazo. Este ubicará estratégicamente a mujeres en toda la administración pública para garantizar que se actué con una visión de género: ``es probable que una parte de los funcionarios no lo entienda, pero es muy importante la instancia en la cual dentro del gobierno se garantice este enfoque''.
Para sensibilizar a las ciudadanas respecto a la consulta nacional y el referéndum sobre la despenalización del aborto, vieja demanda feminista retomada por el PRD, propuso repetir la experiencia de las Brigadas del Sol: ``pensemos en campañas de casa por casa para hacer llegar información de salud reproductiva a través de brigadas, no con una lógica electoral o partidaria, sino ciudadana. Es un magnífico instrumento de comunicación con la ciudadanía, son campañas que no cuestan nada y que funcionarían de mujer a mujer''.
Bajaba la actividad en el restaurante cuando citaba otras experiencias de feministas que han accedido al poder público en Latinoamérica, y las mencionó. Era el caso de las brasileñas autodenominadas ``Las guerreras'', porque ``dicen que cambiaron de trinchera pero siguen luchando en la misma lógica''. Concluía el atropellado desayuno. Quedaban en la mesa asuntos considerados problemáticos y con visible presencia femenina: dignificar el trabajo de la burocracia, mantener el diálogo con vendedores ambulantes lidereados tradicionalmente por mujeres; garantizar el respeto de los derechos de las sexoservidoras sin afectar los de la ciudadanía.
--¿Cómo lograr tantos ambiciosos proyectos con tan pocos recursos? --se le preguntó cuando se ordenó la cuenta. Ella refirió su experiencia personal. De toda la gente que espontáneamente se le ha acercado para ofrecerse a participar en el nuevo gobierno, 70 por ciento han sido mujeres. Tan sólo en su oficina de la Comisión de Enlace han sido recibidos 50 proyectos, muchos que ya funcionan de forma independiente, de los cuales 25 están vinculados al enfoque de género, o están relacionados o encabezados por mujeres. Van desde el proyecto de psicólogas y madres para atender a niños con daño cerebrales severos rechazados por todas las instituciones, trabajo con niños de la calle o de participación ciudadana, hasta proyectos de conocidas feministas como el de salud de Marcela Lagarde.
La fuerza de las ciudadanas, dice, ``es nuestro principal patrimonio'', por lo que propuso se formalice la figura de ``veedoras'', como en la experiencia colombiana, donde las ciudadanas se organizaron para ``adoptar a su funcionario'' y vigilar con lupa su trabajo. La mesera retiraba el servicio cuando de nuevo salió a relucir Castillo Peraza, de ahí la pregunta: ¿En las oficinas públicas del nuevo gobierno se podrá usar minifalda? ``Algunas hasta la usamos'', dijo ríendo mientras se incorporaba de su asiento y el vaporoso vestido negro lo confirmó. La mujer del sol en el saco rojo no adelantó nombres de los integrantes del equipo para las ligas mayores. Hoy es lunes. El día número cinco en la cuenta regresiva. Ya veeremos.