La Jornada 1 de diciembre de 1997

La educación laica es ``discriminatoria'', sostiene el órgano religioso Desde la fe

Salvador Guerrero Chiprés Ť La educación laica organizada desde el gobierno es muestra de ``una grave discriminación social'', se establece en el editorial del encarte Desde la Fe, órgano informativo semanal del Arzobispado de México, incertado en tres diarios capitalinos.

La discriminación, argumenta ese medio informativo y de opinión de la jerarquía católica, se demuestra en que solamente los padres con capacidad económica, que tienen acceso a la educación privada y normalmente prefieren escuelas donde se imparte educación religiosa, brindan acceso a sus hijos a un mundo de conocimiento más complejo y completo.

Según el arzobispado, ``la realidad demuestra que el laicismo ateo, impuesto a la educación en México, no sólo resulta anacrónico, sino que es rechazado por la sociedad mexicana'', y sostiene que los padres con mejores ingresos, sean judíos, cristianos o budistas, ``confían sus hijos a escuelas que ofrecen la opción complementaria de la educación religiosa'', pues saben valorar la dimensión espiritual que hay, como en todas las personas, en sus hijos''.

Desgraciadamente, dice, ``a los padres que carecen de recursos les es negada esta opción, una grave discriminación social, por culpa del laicismo ateo, forzadamente impuesto a las escuelas públicas''.

Para los redactores del texto, ``la realidad descrita'' en esas líneas ``despedaza la demagogia de algunos sedicentes `líderes' magisteriales bien conocidos como enemigos de la auténtica libertad educativa, y defensores del más repulsivo totalitarismo''. En otro texto del mismo encarte se menciona directamente a Elba Esther Gordillo, ex secretaria general del SNTE, de quien se dice que escribe de lo que ignora.

En el editorial de Desde la Fe, publicación dirigida por el coordinador de Comunicación Social del arzobispado, Héctor Fernández, se agrega: ``Estos cancerberos de la educación siguen empecinados en que la sociedad mexicana vea su cuadrado laicismo `científico' (?) donde la mayoría de los mexicanos vemos, con toda claridad, el nítido círculo de la libertad educativa, que no puede permanecer recortada al gusto de ellos o de otros que los precedieron''.

La razón, dice, es sencilla: ``la educación socialista-antirreligiosa, embutida por Calles al país, no es de origen mexicano, ni va con la identidad ni con la idiosincrasia ni con el gusto del pueblo mexicano. Los hechos hablan. Y de nada sirve que cualquiera se arrogue la facultad -que nadie le ha concedido- de hablar a nombre del Estado, o de una pretendida `sociedad' o de sabe qué `historia' de México''.

Sobre este punto, agrega, ``todos sabemos de las fantasías y falsedades que se le cuelgan para cubrir su lastimera verdad''.

Desde el punto de vista del arzobispado, la educación promovida y garantizada por el gobierno está basada ``en la fracción infinitesimal de los conocimientos'', ya que ``niega el resto del infinito material y espiritual que desconoce'', y es, desde el punto de vista racional, ``ridícula e insostenible''. Los niños mexicanos ``no merecen una educación de esta calaña''.

Se equivocan ``rotundamente'', asegura ``los laicistas opresores de la educación si creen que este asunto ya está cerrado. Lo mismo pensaron otros cancerberos que hoy son objeto de vejación y descrédito en sus propios países. Remember a ex orientales de Europa. Y cuando veas la barbas de tu vecino cortar... sé inteligente, no hay plazo que no se cumpla''.