El gobierno de BC supo de la presencia de gatilleros de La Eme en Tijuana
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 30 de noviembre Ť El propietario y director del semanario Zeta, Jesús Blancornelas, de 61 años de edad, continúa grave en el área de cuidados intensivos del Hospital del Prado de esta frontera, bajo ventilación mecánica, pero manteniendo los signos vitales estables, reportaron este domingo médicos de ese nosocomio.
De acuerdo con el reporte, los impactos de bala que recibió el pasado jueves durante un atentado en que murió su escolta Luis Lauro Valero, de 38 años de edad, interesaron varios órganos vitales y mantienen en riesgo la vida del comunicador.
Anoche, en conferencia de prensa, el director médico del hospital, Arturo Rosas Prianti, señaló que aún no se pueden hacer pronósticos acerca de la recuperación de Blancornelas, sometido ya a dos intervenciones quirúrgicas para removerle balas y fragmentos de proyectiles que interesaron hígado, pulmón derecho, diafragma, columna vertebral y la quinta costilla.
``Hemos dado grandes pasos con éxito pero aún no sale del peligro, otros problemas o inestabilidad podrían presentarse, por lo que estamos preparados'', indicó el médico Rosas Prianti.
Precisó que por el momento no se tiene programada una tercera intervención quirúrgica y desmintió versiones sobre la supuesta gravedad de Blancornelas derivada de una enfermedad crónica como cáncer.
``Hasta el momento no hemos encontrado señales sobre la existencia de enfermedad de ese tipo, pero el estado de Jesús Blancornelas es grave a consecuencia de las lesiones producidas por cuatro balas que se fragmentaron dentro del paciente'', expresó el galeno, y reconoció la posibilidad de que más fragmentos de bala estén alojados dentro del organismo del comunicador. Sin embargo, éstos no representarán mayores complicaciones, dijo.
Intensa vigilancia
Este día corrieron versiones de que Blancornelas sería trasladado a un hospital de San Diego, California, para ser atendido por especialistas estadunidenses, pero su hijo Ramón Blanco desmintió esa información.
Paralelamente, se observó gran movimiento afuera del hospital privado; donde miembros del consejo editorial del semanario Zeta entraban y salían acompañados algunos de ellos de escoltas armados.
La vigilancia alrededor del nosocomio es intensa; nadie entra sin pasar por la inspección de agentes de la brigada de Fuerzas Especiales de la Dirección de Seguridad Pública Municipal dotados de chalecos antibalas y armas largas.
El hospital también es vigilado las 24 horas del día por reporteros locales y corresponsales nacionales y extranjeros que esperan cualquier oportunidad para conocer más sobre la condición de Blancornelas.
Sabía el gobierno estatal de La Eme, pero nada hizo: Policía de San Diego
En otro orden, se recordó que el gobierno del estado supo de la presencia en esta frontera de integrantes de la mafia mexicana y no hizo nada para detenerlos, hasta que sus miembros atentaron contra la vida de Jesús Blancornelas, dueño y director del semanario Zeta.
El 21 de octubre, el Departamento de Policía de San Diego (SDPD), California, alertó a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) sobre la presencia en esta ciudad de integrantes de la organización, también denominada La Eme, que opera principalmente en el sistema penitenciario de California y controla a las pandillas más violentas de esa entidad estadunidense.
El oficial de enlace de la SDPD, David Contreras, señaló que la intención de esa organización delictiva es reclutar miembros en este lado de la frontera, e incluso hace labor con menores de 10 o 12 años de edad para que se integren a una misma red de narcotráfico y otros delitos.
De acuerdo con las autoridades, La Eme está integrada por más de 500 miembros y tiene influencia sobre 55 mil pandilleros, a quienes paga 10 por ciento de las ganancias del contrabando de drogas, así como de las ganancias generadas por robos y asesinatos ``por contrato''.
En San Diego, la mafia mexicana tiene conexiones en comunidades latinas como el barrio Logan, cerca del centro de esa ciudad, de donde salieron en 1993 los pistoleros contratados por los hermanos Arellano Félix para ultimar al narcotraficante Joaquín, El Chapo, Guzmán en Guadalajara, Jalisco, que culminó con la muerte, en apariencia accidental, del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
En ese grupo de sicarios también actuó David Barrón Corona, alias El C.H., quien murió durante el atentado a Jesús Blancornelas el pasado 27 de noviembre, 13 días después de que encabezó un comando armado que acribilló a dos militares que se desempeñaban como agentes de la Policía Judicial Federal.
El resultado de la necropsia practicada al cadáver de El C.H. reveló que éste se encontraba bajo los efectos de bebidas alcohólicas y estupefacientes cuando intentó ultimar al periodista.
Según Contreras, muchos menores familiares de pandilleros anhelan convertirse en miembros de la mafia mexicana a la que equiparan con una universidad de reconocido prestigio y por eso la necesidad de que las autoridades de ambos países unan sus esfuerzos en materia de prevención del delito, señaló.
David Contreras, junto con otros oficiales del SDPD, participó como ponente ante más de 150 policías mexicanos durante un taller de prevención del pandillerismo efectuado la última semana de octubre en esta frontera.
Por otra parte, en Jalapa, Veracruz, el obispo Sergio Obeso Rivera lamentó el atentado cpntra el periodista Jesús Blancornelas, tanto por tratarse de una vida humana como porque se cometió contra una persona que sirve a la sociedad informándola.
También reprobó el asesinato contra el militante panista Filiberto de la Vara Aguilera, perpetrado la semana pasada en Playa Vicente. Al respecto, indicó que la violencia es improcedente para lograr fines que realmente valgan la pena.