La Jornada 1 de diciembre de 1997

Impulsará el FAT alianzas contra la globalización Se sumará a la UNT

Alonso Urrutia y Jesusa Cervantes, enviados, Oaxtepec, Mor., 30 de noviembre Ť Con el acuerdo de incorporarse plenamente a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), buscar ampliar los espacios de lucha contra el modelo neoliberal impuesto, y emitir una declaración para exigir al gobierno el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, concluyó aquí el 11 congreso nacional del Frente Auténtico del Trabajo (FAT).

Al término de los trabajos se consensuó incluir en la declaración política la demanda de que se inicie la reforma del Estado, así como profundizar la reforma política con el objetivo de que se avance en el proceso de transición democrática que se vive en México.

Luego de tres días de trabajos en este centro vacacional, los delegados del FAT escucharon también diversas manifestaciones de invitados internacionales que asistieron al congreso. Así, miembros de la AFL-CIO o del Consejo Laboral Canadiense plantearon la necesidad de profundizar las relaciones entre los sindicatos a fin de enfrentar los retos de la globalización.

En el documento final, síntesis de la declaración política, se señala que el FAT debe iniciar otra etapa de lucha acorde con las nuevas circunstancias de cambios políticos, tecnológicos, económicos, sociales y culturales que suceden en el mundo, en la llamada era de la globalización.

Ante tales circunstancias, se advierte en las conclusiones del congreso, es necesario impulsar las alianzas sectoriales para reforzar las posibilidades del cambio social y reforzar las demandas de los trabajadores.

Un punto central que se discutió en las cuatro mesas de trabajo fue la incorporación del FAT a la UNT, pues hasta ahora sólo lo había hecho el Sindicato de Trabajadores de la Industria del Metal, Hierro, Acero, Conexos y Similares (STIMHACS), mismo que fue aprobado por unanimidad.

``Creemos que nuestra propuesta --dice el resolutivo final-- debe inscribirse en un conjunto más amplio y plural de organizaciones, porque estamos seguros que vencer vicios corporativos de control político y social, así como la corrupción de los líderes, demanda de esfuerzos mayores que tiendan a cambiar la correlación de fuerzas''.

Para el FAT, las circunstancias actuales se mueven entre ``acontecimientos inéditos y retrocesos'', entre protagonismos individualistas y voluntades colectivas.

Al abordar el tema chiapaneco, el documento final hace énfasis en el incumplimiento de los acuerdos de San Andrés. Subraya que el gobierno no debe suponer que por los resultados de las elecciones del 6 de julio, ``ya se tiene la fuerza moral para imponer sus condiciones a quienes se levantaron en armas en 1994''.

El 6 de julio, agrega, sólo abrió la posibilidad de un cambio político histórico. Sin embargo, es en la zona sur del país donde ``la supuesta magia del mercado ha tenido un mayor impacto negativo, ahí se concentra la miseria, la falta de educación, la insalubridad, la ocupación militar, el caciquismo, los paramilitares y la violación de los derechos humanos''.

En el renglón de tareas y estrategias inmediatas a aplicar, señala que se mantendrá la reivindicación por la libertad de asociación, el respeto a la ley laboral y las condiciones de trabajo adecuadas, particularmente en la industria maquiladora. En este punto hace un exhorto en favor de la demanda de los trabajadores de la empresa Hang Young para que les sea reconocido el recuento sindical.

Por ello, anunció que se iniciará una campaña a nivel nacional e internacional --con los sindicatos con los que se ha establecido relación-- sobre la libertad de sindicalización, recuento libre, registro sindical y toma de nota sin restricción alguna, y la denuncia para eliminar los contratos de protección.

Sobre el campo y los trabajadores agrícolas, el FAT propone una política integral hacia este sector que ``dignifique el trabajo de los campesinos'', y pugnar por revertir las reformas al artículo 27 constitucional.