Desde que una tormenta, provocada por El Niño, desbordó el rastro de Tecamacharco e inundó las principales calles con agua de lluvia teñida de sangre, evocando el clima que impera en los Altos de Chiapas, el pueblo se ha llenado de moscas y éstas se multiplican en todos los frentes. Pero el jueves, la cosa llegó a tal grado en El Imperio de los Sentidos, que el tonto me apremió a seguirlo hasta una cantina llamada La Cuchillita donde, a pesar de la oscuridad, logré conectar la computadora portátil y mostrarle al héroe de esta plana, por primera vez en la historia, su correo en Internet. El mensaje inicial era el siguiente:
``Hoy, jueves 4 de diciembre, a las cinco y media de la mañana, se han colgado dos personas del balcón del consulado de México en la avenida Diagonal de Barcelona, con una pancarta de 20 metros que exhibía la leyenda: `Basta de muerte en Chiapas'. En la calle, un grupo de 25 personas repartía octavillas y colocaba más pancartas apoyando la acción que duró hasta las 12 y media del mediodía, entregándose más de 300 firmas de organizaciones y colectivos de Cataluña que se oponen a la firma del acuerdo entre la Unión Europea y el gobierno mexicano. El consulado no quiso recoger las firmas de puro despecho. Durante toda la mañana pasaron por el lugar todos los medios de comunicación masivos: prensa, radios y televisiones, que entrevistaban a los dos colgados por medio de celulares. En fin, un verdadero exitazo que se saldó sin detenidos y que abre la campaña contra el acuerdo y la situación en Chiapas y que se completa esta noche con una manifestación con antorchas en las Ramblas de la ciudad''.
Col.lectiu de Solidaritat amb la Rebel.lio Zapatista.
Ocho días antes, de acuerdo con el segundo mensaje, éste procedente de Francia, hubo un ``concierto zapatista'' en París, de rock por supuesto, al que acudieron más de 60 organizaciones defensoras de los derechos humanos, así como la activista Danielle Mitterrand, el escritor Yvon Le Bot y ``un chingo'' (así dice el mameil) de adolescentes que se pasaron la noche gritando ``Oui, oui, Marcos est mon pot'' (Sí, sí, Marcos es mi cuate).
Y, agrega la información, ``el platillo fuerte fue el grupo Noir Désir, luego tocó una banda de salsa que no logró darles ritmo a los franceses y el ambiente se prendió con una marroquí muy cachonda que se llama Safo; por último se cantaron diversas canciones en español con los casi debutantes de Flor de Fango''.
-Aquí hay algo muy raro -dijo el tonto-. Si Désir Noir fue el plato fuerte, ¿por qué abrió el concierto? ¿No habrá sido al revés? Checa eso...
-Sí, amo.
Recapitulemos. El concierto de París, la semana pasada, se llevó a cabo mientras en las montañas del sureste mexicano, y concretamente en el municipio de Chenalhó, los mercenarios de Primera Fuerza -lo último en paramilitares patrocinados por el ``gobierno'' de Julio César Ruiz Ferro- cometían nuevas atrocidades contra los indígenas zapatistas y perredistas de los Altos.
Por las mismas fechas, el eurodiputado español José Salafranca, del derechista Partido Popular, de José María Aznar, culminó una visita a México, donde había estudiado la situación actual de Chiapas y, a su regreso a la península donde se asienta el reino de Juan Carlos I, declaró a la prensa que ``la firma de los Acuerdos de San Andrés fue un buen paso y puede ser la base de futuras negociaciones (entre el EZLN y el ``gobierno'' mexicano), si los zapatistas asumen un hecho nuevo que está planteado sobre la escena política y del que no es posible abstraerse: el nuevo contexto de las urnas'' (del 6 de julio).
-O sea -dice el tonto-, que este Salafranca se tragó el cuento de que las pasadas elecciones marcaron el inicio de la vida democrática en México, y de que esta verdad vale lo mismo para el Distrito Federal que para Puebla, Tabasco y Chiapas, donde los miembros más conspicuos del sindicato de gobernadores salinistas volvieron a ganar mediante un fraude.
Pero sigamos con el correo electrónico.
El día de ayer -cuenta otro mensaje-, en Canadá, los colectivos de solidaridad con la lucha de los zapatistas ocuparon el consulado de México en Montreal, capital de la provincia de Quebec, para ``denunciar la escalada de violencia que se está verificando en Chenalhó y urgir al presidente Ernesto Zedillo a retirar su contrapropuesta de iniciativa de ley sobre derechos y cultura indígenas, que representa una traición a los acuerdos de San Andrés''.
-Hombre, parece que el mundo -dice el tonto- está percibiendo con mayor preocupación que la gente de México el significado de la violencia que resurge en Chiapas.
-Y que se va a extender a otros estados en donde ya están listas las condiciones -le digo-. Mira este otro mensaje.
El tonto se asoma a la pantalla de cristal líquido, oprime las teclas de las flechitas y exclama:
-¿Y a ti quién te invitó?
-¿Qué pasa?
-Me cayó una mosca en el trago.
Una vez cambiada la bebida, el tonto del pueblo me ordena que transcriba íntegro un cable NAP (Nuevo Amanecer Press), fechado en Zaragoza, España, el 30 de noviembre, que en su parte medular explica:
``NAP ha confirmado que entre 1996 y 1999, unos 3 mil 200 soldados mexicanos recibirán instrucción especial en 23 instituciones militares de EU, que después habrán de incorporarse a los Grupos Aerotransportados de Fuerzas Especiales (GAFE).
``Según informes de las fuerzas armadas mexicanas, un cuartel general coordinará estas unidades, tipo ranger, que tendrán (cada una) el tamaño de una compañía y recibirán adiestramiento para desarrollar operaciones especiales en el desierto, la montaña y la selva, y también en zonas urbanas.
``De acuerdo con una ponencia presentada en la segunda Conferencia Civil por la Paz -ciudad de México, 4 de octubre de 1996-, el objetivo principal de las Regiones Militares en que se divide el país es la lucha contra fuerzas `irregulares' (entendidas como narcotraficantes, terroristas y delincuentes comunes).''
Esta concepción, comenta finalmente el informe de NAP, ``mete en el mismo saco fenómenos sociales de índole muy diversa, ya que no es igual la delincuencia común y la rebelión política: sus orígenes y sus fines son diferentes. Además, confunde las funciones para las cuales se adquiere armamento e integra en un solo concepto a los llamados transgresores, a los terroristas, a los narcos y a los delincuentes''.
Hace ocho días, le digo al tonto del pueblo, unas 20 mil personas marcharon en silencio por el centro del Distrito Federal, para exigir al presidente Zedillo medidas más eficaces en el control y la persecución de la delincuencia. La movilización, convocada por los dueños del país -los patrones que han sufrido incontables atracos y secuestros y por ello se sienten material y sicológicamente destrozados-, perseguía un fin que los cronistas no advertimos en su momento, pero que los organizadores de la protesta consiguieron a los pocos días.
La intención era ``venderle'' al doctor Zedillo un programa de seguridad pública que ha dado extraordinarios resultados en Nueva York y que responde al nombre de ``Tolerancia Cero''. ¿En qué consiste? Conviene examinarlo.
En primer término, es necesario cuadricular el mapa del DF -como se hizo en la ciudad de Henry Miller y Woody Allen-, para proceder, en seguida, a barrer a los malhechores, zona por zona. Una vez obtenido este propósito, los ciudadanos disfrutarán de la mayor seguridad para transitar por las ``áreas liberadas'' a cualquier hora del día y de la noche. Sin embargo, deberán observar reglas severísimas. Y si alguien las transgrede, le caerá encima todo el peso de las consecuencias.
Esta, le digo al tonto, es la versión sintética del plan. Ahora bien, lo que sucedió en Nueva York fue un tanto cuanto más complejo. Lo primero que hizo el gobierno de la ciudad fue modificar la imagen de la policía. Para ello montó una campaña publicitaria sin precedente. En todas las esquinas vendían botones con la leyenda: ``I love NY Cups'', en los espacios adecuados pegaban ``hermosos'' carteles en que aparecían los gordos patrulleros con rostros y actitudes de ángeles. Al cabo de un tiempo, de tanto machacarle a la población que sus policías eran lo que se llama un encanto, la gente se lo empezó a creer.
Ah, pero le digo al tonto del pueblo, qué clase de gente, ¿verdad?, porque la segunda etapa del plan mostró sin escrúpulos su aspecto más crudo: la policía puso todo su entusiasmo en coger a los que vivían en los parques y en las calles, a los que vendían crack en los altos, a los que hurtaban carteras o asaltaban a mano armada en el metro y, sobre todo, a los que eran incapaces de comprobar que tenían domicilio fijo y, en pocas palabras, expulsó a todas las clases y especies de pobres que había en la zona central de Nueva York, especialmente en Manhattan, y los depositó en Queens para que se rascaran con sus propias uñas.
¿Querían matarse a cuchilladas por un toque de mariguana o un gramo de coca? Adelante, señores, autodestrúyanse. ¿Preferían desbielarse los sesos tragando todas las drogas que hubiese a su alcance? ¿Organizarse en pandillas para saquear a otros pobres, más débiles que ellos? No había, y de hecho no hay, ningún problema. Puesto que son improductivos y además les salen carísimos al Estado, las autoridades facilitaron las cosas para que se autoeliminen los excluidos. Y mientras más rápido, mejor.
Como todos comprenderán, el actual modelo económico es maravilloso, excepto por un pequeño detalle: mientras a una minoría la enriquece fuera de toda proporción, al resto de los seres humanos les prohíbe una existencia medianamente tolerable. Entonces, lo único que se necesita es aislar a los que no sirven para especular en la bolsa, confinarlos en ghettos donde no molesten a la gente que sí vale y sí tiene, y sanseacabó.
El miércoles, al anunciar su ``cruzada'' contra la inseguridad, el doctor Zedillo optó por esta receta, una vez más amarga, pero a todas luces ``indispensable''... para variar.
-Pues yo -dice el tonto del pueblo- sólo veo dos problemas.
-¿El primero?
-Si en la ciudad de México expulsan a los pobres de las zonas donde viven los ricos, y de los lugares a donde los ricos suelen ir, digamos del Pedregal de San Angel a Las Lomas, pasando por la Condesa y la Del Valle, ¿a dónde van a echar a los pobres? En Neza ya no caben.
-¿Y segundo?
-Es más bien una pregunta. ¿El gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas se va a prestar a este experimento?
El mismo día, mientras los dueños del país desfilaban por el Paseo de la Reforma hasta el Zócalo, en Chiapas hubo otra manifestación, pero ésta era no sólo de pobres, sino de los más pobres entre los pobres, y bajó de la zona norte a la ciudad de San Cristóbal para exigir que alguien detenga la mano de los grupos paramilitares que han destrozado física y sicológicamente a miles de indígenas. Las demandas, si se admite la argumentación expuesta más arriba, no eran ni con mucho semejantes a las que agitaban los patrones. La respuesta del presidente Zedillo, en consecuencia, tampoco fue igual: se limitó a guardar silencio, lamentando, quizá, el destino que les espera.