Masiosare, domingo 7 de diciembre de 1997



EL DOMINO del ingeniero


Jaime Avilés

Hace dos meses, un viejo amigo del ingeniero Cárdenas explicó a Masiosare, cuando este extraño suplemento no era sino algo menos que un proyecto: ``Cuauhtémoc no va soltar un solo nombre, porque sabe que al que mencione se lo comen las pirañas''.

Semanas después, Paco Ignacio Taibo II era devorado en medio de un festín de declaraciones adversas a su idea de ``revolución cultural''. El novelista mexicano de moda en Europa no había sido destapado ni mucho menos por Cárdenas, pero se aventó al ruedo antes de tiempo en una entrevista para el semanario Milenio... y se lo comieron.

De allí la comprensible cautela que Cárdenas observó en todo momento para formar su gabinete. Un juego, dice Andrés Manuel López Obrador, que el primer gobernador electo del Distrito Federal ``armó solo''.

El martes de esta semana, en su pequeña oficina de Monterrey 50, el presidente del PRD confesó que en los últimos 30 días ``vi al ingeniero tres veces''. Y dijo también: ``Yo quise llevar a la práctica el asunto ese de la sana distancia (entre el partido y el gobierno) pero en serio. Lo único que sé es que a partir del 5 de diciembre vamos a tener ocho vacantes en el Comité Ejecutivo Nacional. No sé si me explico''.

-No tanto...

-Las posiciones que dejan los compañeros que se van a trabajar con el ingeniero Cárdenas, las vamos a cubrir con compañeros que desde hace mucho han estado picando piedra, y que tienen méritos y capacidades suficientes para subir a la dirección nacional.

-Los que se van, se llaman... -dije, pluma en ristre.

Pero no hubo forma de averiguar nada.

Esa noche del martes, sin embargo, la sede nacional del perredismo era como una vieja cañería en donde a cada paso había filtraciones. Así, el dato esencial proporcionado por López Obrador se fue convirtiendo en un manojo de nombres. Varios dirigentes coincidieron en que, desde el lunes por la tarde, de la oficina de Cárdenas, en Guadalajara esquina con Sonora, había salido una versión insistente: que Rosario Robles había sido llamada para ocupar la Secretaría de Gobierno.

Leonel Godoy -hoy uno de los cuatro subsecretarios de Gobierno, junto con Pedro Etienne, Saúl Escobar y Mauro González Luna- sudaba frío porque, desde Los Pinos, se había colado una especie según la cual el presidente Zedillo se oponía a que Samuel del Villar fuese el procurador de la capital. Si esto se confirmaba, Godoy pasaría automáticamente a ocupar ese cargo.

Ramón Sosamontes, en un pasillo, contó que el ingeniero le había hecho un ofrecimiento, pero ``no acepté'', dijo. Si algo tenía claro era que en la delegación Coyoacán había dos finalistas: Arnoldo Martínez Verdugo e Ifigenia Martínez de Navarrete. ¿Otras delegaciones? Un asesor de López Obrador, que acompañaba a Sosamontes, dijo que Salvador Martínez della Rocca, estaba amarrado en Tlalpan, Martín Longoria como subdelegado jurídico en Tláhuac y a Ricardo Pascoe le auguraba un puesto de primer nivel, aunque, a la sazón, el ex dirigente del PRT, experto en relaciones internacionales, fue propuesto como nuevo delegado en Benito Juárez.

De todos modos, con Rosario Robles y Leonel Godoy, a la lista de los ocho le seguían faltando seis, de los cuales sólo fue posible conseguir cinco: Ricardo Pascoe, Martín Longoria, Saúl Escobar, Mara Robles, Alejandro Encinas y...

¿Quién era el octavo? No sería sino hasta el miércoles, en una comida del grupo parlamentario del PRD, en San Lázaro, cuando trascendió que el octavo era el ex diputado zacatecano y ex militante comunista Raymundo Cárdenas.

Ahora bien, de los ocho, únicamente dos, la dirigente juvenil Mara Robles y el propio Raymundo Cárdenas, no habían recibido nombramiento a la hora de cerrar esta página.

El fenómeno Bejarano

Quien se sacó la lotería, dicen los perredistas, es el ``urbanizador nato'' René Bejarano, considerado en diferentes ámbitos del partido como el principal adversario interno de Cuauhtémoc Cárdenas. Este inquieto profesor normalista, titulado en Economía en la UAM, que acaudilla la Unión Popular Nueva Tenochtitlan (UPNT), es también el jefe del grupo de 12 diputados que en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal encabeza Martí Batres.

Bejarano, como titular de la Dirección de Gobierno, es el tercero en importancia dentro de la secretaría encomendada a Rosario Robles. Está por debajo de ella y del subsecretario Godoy, obviamente, pero desde su nuevo puesto manejará los teléfonos que enlazan con todas aquellas dependencias donde encontrará soluciones a las demandas de los colonos integrantes de la UPNT, a quienes se ha esmerado en procurarles viviendas, servicios, escrituras, placas de taxi, en el Centro Histórico y en las orillas de toda la ciudad.

En consecuencia, multiplicará su muy extendida capacidad para presionar a Cárdenas. Pero el hijo del general, por lo visto, consideró preferible que lo hiciera por dentro y no por fuera de la estructura gubernamental, en donde Bejarano será ``cliente'' asiduo del urbanista Angel Mercado, titular del Fideicomiso para la Vivienda y el Desarrollo Social, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Urbano, que llevará el arquitecto Roberto Eibenschutz.