Masiosare, domingo 7 de diciembre de 1997
GABINETOLOGIA PERREDISTA
Usted ya conoce el gabinete de Cuauhtémoc, pero desde hace quince días orientaba sus quinielas con ``El imposible gabinete de Cuauhtémoc'' que Masiosare publicó en la contratapa del número uno (23/11/97). Ha llegado la hora de cotejar los aciertos:
-En la Secretaría de Gobierno casi atinamos al pronosticar a Pedro Etienne, quien quedó como subsecretario de Gobierno.
-En la Secretaría de Finanzas casi nos cubrimos de gloria: vaticinamos que Antonio Ortiz Salinas sería el titular y le dimos al clavo; el otro miembro de esa terna que tampoco le falló a la cábala es Raúl Livas, hoy tesorero de la ciudad; y el último, Saúl Escobar, cayó en otra subsecretaría de Gobierno.
-En la Secretaría de Obras atinamos de calle vaticinando a César Buenrostro.
-En la de Cultura adelantamos que no sería Taibo II (¿vale como punto bueno?) y en la de Medio Ambiente nos apuntamos un churro porque incluimos a Alejandro Encinas simplemente porque nos permitía un juego de palabras ``(por su apellido podría ser buen reforestador)''... ¡y nos salió un chiripazo!
-En Desarrollo Social nos fuimos con la finta de Rosario Robles y... cualquier comentario sale sobrando.
-Nuestros últimos grandes aciertos fueron: la Procuraduría, para Samuel del Villar; los Reclusorios, para Leonel Godoy; la Oficialía Mayor, para Jesús González Schmal, y la de Transporte, para Jorge Martínez Almaraz, El Chale.
Ahora bien -en este punto Masiosare se pone circunspecto- donde fallamos de plano fue en Desarrollo Económico, Seguridad Pública, Desarrollo Urbano, Promoción Deportiva (chin, ¡no quedó El Fisgón!), Basura, DIF, Atención a la Niñez (puf, ¡no quedó el padre Maciel!), Panteones y Coordinador de Asesores.
Este último cargo será para Lucas de la Garza, mientras que Adolfo Gilly, nuestro caballo negro en esa cartera, será coordinador de Planeación y Evaluación.
Cabe aclarar que Masiosare siempre estuvo seguro que Carlos Torres sería el secretario privado. Si no lo pusimos en aquella lista fue, obviamente, porque nuestras antenas no llegaban hasta el desierto de Durango.
Fallaron más que nosotros
Los responsables de la página en Internet de Cuauhtémoc Cárdenas, quienes habían prometido: ``Te daremos a conocer el gabinete aquí antes que en ningún otro lugar''. Las críticas a algunos de los nuevos funcionarios estaban en su apogeo... y en la página electrónica ni luces de los nombres. La primera falla decembrina, pues.
``¡Claro que no me voy a cortar las venas! ¡Estoy haciendo un chingo de cosas que no voy a tener que interrumpir, estoy contentísimo!'', dice Paco Ignacio Taibo II, hablando como siempre, entre exclamaciones. ``¡Mi relación con Cuauhtémoc salió intacta!''
La mayor satisfacción para el novelista, dicen sus allegados -entre ellos el periodista italiano Gianni Miná, de visita en México para la toma de posesión de Cárdenas-, es que el trabajo que Taibo II realizó durante varios meses, hablando con numerosos grupos de creadores chilangos en todas las disciplinas del arte, fue condensado en un proyecto de política cultural para el gobierno de la ciudad de México, que no terminará en el cesto de la basura. Cárdenas lo llevará a la práctica, pero su principal ejecutante no será un artista sino un administrador.