Primera visita de Cuauhtémoc Cárdenas a la sede de su gobierno
Ricardo Olayo Ť Cuauhtémoc Cárdenas entró ayer por primera vez como jefe de gobierno al edificio donde despachará en los próximos tres años. Acompañado de su esposa y dos de sus hijos, llegó a pie por la calle Venustiano Carranza, enmedio de algunos aplausos y vivas espontáneos de quien lo reconocía.
Entró por la puerta principal, subió al primer piso a las oficinas integradas en más de 10 habitaciones, entre la recepción, la secretaría privada, la sala de juntas, la secretaría adjunta, la ``sala blanca'', el área secretarial, y su despacho, además del elevador privado para ``un máximo de tres personas'', según lo instruyeron.
Cárdenas hizo el mismo recorrido que la madrugada del viernes 5 efectuaron los integrantes de su equipo de seguridad para conocer el estado de las instalaciones en las que va a trabajar el gobernante a partir del lunes.
Rodeado de camarógrafos y reporteros, el ingeniero entabló diálogo con su hija menor Camila y se dejaba guiar por ella en el laberinto de puertas que conducen a otra habitación... y a otra, y que sin duda rompen el estilo de grandes espacios con que fue concebido el edificio en el siglo XVI.
Dos o tres empleados que permanecen de la anterior administración se sorprendieron al ver entrar a Cárdenas con su esposa Celeste, con quienes intercambiaron saludos. En su recorrido, por alguna de las ventanas se podía ver pletórica de ambulantes la calle de Corregidora, y el aire turbio de 212 puntos imeca.
El recorrido los llevó hasta el Salón Independencia --con vista privilegiada al Zócalo--, donde insistente Cuauhtémoc preguntaba si ese era el sitio donde dio una conferencia de prensa luego que como candidato se entrevistó con el ex regente Oscar Espinosa Villarreal.
Ahí mismo habló con los reporteros, a quienes les dijo que continúan las pláticas con la Secretaría de Hacienda sobre el endeudamiento y la definición de los presupuestos de ingresos y egresos que tiene que enviar a la ALDF.
--¿La inseguridad será combatida con mano dura?
--Serán combatidos con la ley en la mano.
De la declaración del Presidente de la República, de que el PRD le está dando la espalda por la reducción del IVA, dijo: ``No me merece ningún comentario''. Cárdenas dijo que Ernesto Zedillo en todo momento le ha reiterado la voluntad de colaboración, y aseguró que los planes de 100 días y otros los irá poniendo en práctica.
El arribo
Eran las 13:17 cuando llegó la familia Cárdenas. Cuauhtémoc, Celeste, Camila, Cuauhtémoc hijo, y ausente Lázaro, el tercer hijo; 35 minutos después todos salieron del inmueble al que el jefe de gobierno no había podido llegar el viernes por el tumulto que lo seguía en su caminata desde la Asamblea Legislativa donde rindió protesta.
Su arribo fue precedido de aplausos y saludos de la gente que transitaba por los portales de los edificios de la Plaza de la Constitución, que se repitieron cuando la familia caminó hacia el palacio del antiguo ayuntamiento, donde se hacen las recepciones a los visitantes distinguidos, y donde se encuentra el salón de cabildos.
Un menor se le acercó a Cárdenas para chocarle la mano, que fue como una señal de arranque para que los hicieran dos o tres más. Cruzaron 20 de Noviembre, ingresaron al inmueble, esta vez ya sin los medios de comunicación que esperaron a la afueras.
Se reunieron con el oficial mayor, el ex panista Jesús González Schmal, y luego salieron por tercera vez a la calle, donde la gente se detenía para verlos, para saludarlos. ``¡Mira, es Cárdenas!'', decía un padre a su hijo que parecía menos entusiasmado con el político; ``ve a saludarlo''.
``¿Cómo estás?'', le preguntaba Cárdenas.
Otros le desearon suerte. Por la tarde tenía reuniones con los alcaldes extranjeros que acudieron a la ceremonia de toma de protesta, informaron su secretario particular, Armando López, y su secretario privado, Carlos Torres.