La Jornada 8 de diciembre de 1997

Asiló EU a 43 mexicanos entre 1995 y 1996

David Aponte Ť Las autoridades federales de Estados Unidos concedieron asilo a 43 mexicanos en el año fiscal de 1996. El Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN) aceptó los argumentos y pruebas relacionados con distintas formas de persecución política y hasta religiosa, de acuerdo con datos oficiales del Departamento de Justicia.

Durante el periodo de referencia -primero de octubre de 1995 al 30 de septiembre de 1996-, el gobierno de Washington recibió 7 mil 820 solicitudes de asilo de connacionales, muchas de las cuales están en proceso de evaluación, indica.

En los últimos tres o cuatro años, las peticiones de asilo de mexicanos han aumentado de manera significativa, bajo el argumento de que en México afrontan persecución política, religiosa o étnica. El promedio está ubicado en las 9 mil solicitudes por año, según un funcionario del SIN asignado a la embajada estadunidense.

De esa forma, los mexicanos son los terceros solicitantes de asilo en Estados Unidos a nivel internacional. Según las cifras de las autoridades migratorias, el gobierno estadunidense tiene hasta el periodo de referencia un total de 128 mil solicitudes de asilo: 63 mil corresponden a ciudadanos de El Salvador, 9 mil de Guatemala, 7 mil 820 de México y 4 mil de India.

El Servicio de Inmigración y Naturalización ha recibido unas 9 mil peticiones de mexicanos en los últimos cuatro años, en promedio. En el año fiscal 1996, la cifra casi llegó a los 8 mil, de las cuales aceptó 43. Los connacionales en esta situación recibieron la residencia bajo palabra, que es una condición temporal para permanecer en territorio estadunidense.

Los reportes del SIN indican que 54 mexicanos recibieron el asilo político en el año fiscal de 1995 y únicamente nueve en el mismo periodo de 1994.

Bajo los nuevos artículos de la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal y de Responsabilidad del Inmigrante de 1996, los legisladores endurecieron también los lineamientos para el otorgamiento del estatuto de asilado y los beneficios para los extranjeros, debido a que el propio SIN detectó abusos en la utilización de la normatividad.

De conformidad con las nuevas reglas, el gobierno de Estados Unidos otorga asilo político a los extranjeros que no puedan o no quieran regresar a su país porque existen persecución o temores fundados sobre la misma.

Ahora, las autoridades federales fijaron un plazo límite para presentar una solicitud de esa naturaleza: las peticiones tendrán que formularse antes de abril de 1998 o dentro del año en que llegó el extranjero a territorio estadunidense, en cuyo caso prevalecerá la fecha más tardía, menciona la legislación.

El SIN podría hacer excepciones en caso de que hubiera ``cambios en las condiciones en el país del solicitante u otros cambios relacionados con el derecho del solicitante de obtener el asilo. El onus probandi de las nuevas o extraordinarias circunstancias recae en el solicitante''.

La autoridad migratoria es la encargada de interpretar que estos motivos están más allá del control del solicitante y que ocasionaron que el extranjero no pudiera cumplir con los plazos señalados por la legislación en vigor, según los textos oficiales.

Cuando los oficiales determinan que existe un temor creíble de persecución, el extranjero recibirá una notificación de comparecencia y será detenido para efectuar los procedimientos de remoción. Posteriormente, podrá ser considerado para una residencia bajo palabra, condición temporal que permite la estancia legal en territorio estadunidense, en tanto continúa la evaluación de su caso.

En adelante, las autoridades migratorias de Estados Unidos tienen facultades para conceder el asilo en un lapso de 72 horas, si los argumentos de los solicitantes son del todo creíbles. Antes de la entrada en vigor de la nueva ley migratoria, los casos llevaban varios meses, incluso años en las oficinas del SIN, según un funcionario de esa oficina dependiente del Departamento de Justicia.

Adicionalmente, el gobierno de Estados Unidos determinó ampliar la definición de ``refugiado'' para incluir a los extranjeros que han estado sujetos a métodos coercitivos de control de población, como aborto forzado o la esterilización involuntaria, y conceder asilo o refugio a un máximo de mil personas por año fiscal, con ese criterio.

Entre los factores que han influido para el otorgamiento de asilo a ciudadanos mexicanos, las autoridades migratorias de Estados Unidos han encontrado persecución por su afiliación a una organización civil o política, por diferencias en la expresión de sus opiniones y por cuestiones de carácter religioso e incluso por razones étnicas. Todos los solicitantes están sujetos a un procedimiento basado en la credibilidad del caso, según los datos del SIN.