Fernando Benítez
Los críticos
Este año ocurrió algo extraordinario. Por primera vez en nuestra trágica historia hubo elecciones libres en la capital de la República para nombrar jefe de gobierno y representantes populares. Los que no querían votar, la gente del pueblo, votaron y llevaron al triunfo al PRD. Al Departamento del Distrito Federal llegó Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del general Lázaro Cárdenas (la figura más relevante del siglo XX, como Juárez fue la del siglo XIX).
Después del gobierno revolucionario del general Cárdenas se sucedieron ocho presidentes que gobernaron como emperadores, con el apoyo irrestricto del ``lacayuno'' PRI y que designaban a su arbitrio al regente de la ciudad de México, sin tomar en cuenta a la ciudadanía.
Al final de esta histórica jornada, Jacobo Zabludovsky convocó en televisión a los críticos más sobresalientes de México y les preguntó qué opinaban de la nueva situación política. La mayoría son mis amigos más queridos y confieso que al oírlos me invadió la desilusión. Casi todos se condujeron como buenos burgueses y en vez de prestarle su apoyo decidido a Cuauhtémoc Cárdenas se entregaron a discutir sobre los numerosos problemas que debe enfrentar el nuevo jefe de gobierno -y vaya que son problemas de suma importancia-. Para un verdadero revolucionario los problemas son un acicate y este fue el caso de Lenin, de Churchill y de otros muchos.
Cárdenas ha dicho: ``La ciudadanía tiene con qué salir del abismo''; y está consciente de las resistencias al cambio democrático que generan sectores poderosos, pero está decidido a hacerles frente. Debemos apoyar a Cárdenas con nuestro mayor esfuerzo. Es la forma de seguir avanzando en la conquista de una verdadera democracia.