La Jornada 10 de diciembre de 1997

Comienza en Sitalá el retorno de desplazados

Angeles Mariscal, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 9 de diciembre Ť En medio de un fuerte operativo policiaco, 169 familias (alrededor de 600 personas) de filiación priísta retornaron a la comunidad Golonchán Viejo, ubicado en el municipio de Sitalá, luego de que por diferentes causas abandonaron su poblado al ser acusados de la muerte de tres infantes y diversos actos de agresión en contra de pobladores no priístas.

Desplazados de la comunidad Golonchán Viejo determinaron retornar luego de que las partes en conflicto firmaron un acuerdo donde se establece la permanencia de un destacamento de la policía de Seguridad Pública, además de quedar prohibida la venta de bebidas alcohólicas.

El primero de diciembre pasado, el subsecretario de Gobierno para la zona norte, Alejandro Cruz Gutiérrez, el alcalde Ernesto Monterrosa Hernández, los nueve regidores, el presidente del comité directivo municipal del PRI, Mateo López Pérez, el dirigente local del PRD, José Gómez Pérez, y Melchor Jiménez Pérez, Francisco Pérez Gómez y Antonio Gómez de Ara, en representación de Golonchán Viejo, sostuvieron una reunión a fin de firmar diversos acuerdos para pacificar dicha comunidad chiapaneca.

Entre los temas que se discutieron se incluyó el retorno de los desplazados y la seguridad de los grupos en pugna, ello luego de que el 11 de agosto fueron envenenados tres niños de Golonchán Viejo, lo que ocasionó el desplazamiento de las familias militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por considerarlas culpables del incidente.

Posteriormente al envenenamiento de los infantes, el 13 de octubre, se suscitó un enfrentamiento entre un grupo que se hace llamar Organización Clandestina Revolucionaria, en el que resultaron dos personas muertas y dos más heridas, ocasionando que se desplazaran a la cabecera municipal tanto militantes del PRI como del PRD.

A raíz de este hecho la comunidad quedó abandonada, se instaló un destacamento de policías de Seguridad Pública, quienes --se informó-- saquearon tiendas y viviendas.

El 4 de noviembre fueron agredidos el juez municipal y otros funcionarios de la alcaldía, cuando en dicho poblado intentaban dar fe de la matanza de animales; en este caso un grupo de personas armadas, quienes dijeron pertenecer al PRI, llevó a cabo la agresión.

Por ello, y ante el temor de que se quebrante más la paz de la región y se extienda la anarquía que se vive ya en Golonchán, las autoridades municipales, de filiación priísta, demandaron que se desarme a los grupos que operan en la región y se cambie a los policías de Seguridad Pública destacamentados en esa comunidad.

Durante la reunión que sostuvieron los representantes de los grupos en pugna, las autoridades estatales hicieron el compromiso de agilizar las investigaciones sobre los hechos ocurridos y aplicar la ley sin distingo de partido, así como la integración de una comisión plural con representantes de la comunidad para la conciliación de los mismos.

En la reunión sostenida el 4 de este mes, además de la ratificación de los acuerdos anteriores, las partes se comprometieron a permitir el establecimiento de un destacamento de la policía de Seguridad Pública, la prohibición de la venta, consumo y distribución de bebidas alcohólicas y cervezas en la comunidad.

Se estableció también el compromiso de respeto mutuo y tolerancia sin distingo de partidos entre ambos grupos, por lo que este día las 169 familias que permanecían refugiadas en las comunidades de Cristo Rey, San Joaquín, Golonchán Nuevo y en la cabecera de Sitalá --municipio colindante con Ocosingo--, retornaron a su comunidad custodiados por efectivos de la policía de Seguridad Pública.