Al escritor cubano Cabrera Infante, el premio Cervantes
Agencias, Madrid, 9 de diciembre Ť El Premio Miguel de Cervantes, considerado el Nobel de las letras castellanas, se concedió al escritor de origen cubano Guillermo Cabrera Infante, exiliado en Europa desde 1965. El autor de La Habana para un infante difunto recibirá 15 millones de pesetas (115 mil dólares en efectivo) que acompañan al galardón que otorga el Ministerio de Educación y Cultura de España.
Una vez que supo del veredicto, Cabrera Infante admitió ``que había estado esperando el premio en otras ocasiones. Esta vez estaba pugnando entre la desilusión y la ansiedad de ganarlo''. Mientras aguardaba el fallo, aseguró a la agencia Dpa, leía Alicia en el país de las maravillas, la novela de Lewis Carroll que se encuentra entre sus favoritas.
La ministra española de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, explicó que el jurado presidido por ella se llevó dos horas y media para deliberar en favor de Cabrera Infante. Fuentes cercanas a esa instancia de decisión señalaron que la candidatura que más lejos llegó, junto a la de Cabrera Infante, fue la del venezolano Arturo Uslar Pietri, quien ya había sido finalista en 1995.
Mario Vargas Llosa, integrante del jurado, declaró: ``quizá su mayor originalidad --de Cabrera Infante-- ha sido convertir la crítica cinematográfica en un verdadero género literario por la imaginación y riqueza verbal''.
El galardón, que distingue el conjunto de la obra de un autor vivo de las letras hispanas, tenía entre sus candidatos más viables al escritor colombiano Gabriel García Márquez, quien declinó por escrito este martes en una carta publicada por el diario ABC:
``Cuando me concedieron el Premio Nobel de Literatura en 1982 recibí incontables ofertas de otros premios, así como condecoraciones oficiales y doctorados honoris causa.
``Abrumado por tantas distinciones y ante la imposibilidad material de decirle sí a todos, tomé la determinación desesperada de decirles a todos que no, para estar seguro de no desairar a ninguno.''
Según una regla no escrita el premio Cervantes, que no es posible declararlo desierto y no puede otorgarse a título póstumo, debía recaer en un autor latinoamericano, ya que en sus dos versiones anteriores se galardonó a autores españoles: Camilo José Cela (1995) y José García Nieto (1996).
Tercer cubano
Además de García Márquez, se mencionaron entre los favoritos para obtener el Premio Cervantes este año a los escritores Mario Benedetti, de Uruguay, y a Jorge Edwards, de Chile.
El premio fue instituido en 1975 por el Ministerio de Cultura y desde entonces el galardón es entregado el 23 de abril por el rey de España, en el aniversario luctuoso de Miguel de Cervantes.
Asimismo, lo han recibido Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Ernesto Sábato, Rafael Alberti, María Zambrano y Augusto Roa Bastos, entre otros.
Guillermo Cabrera Infante es el tercer escritor nacido en Cuba en hacerse acreedor al premio Cervantes. Antes, en 1977, el jurado decidió otorgárselo al novelista Alejo Carpentier y posteriormente, en 1992, a la poeta Dulce María Loynaz. Sin embargo, la disidencia de Cabrera Infante con el régimen de Fidel Castro lo llevó a adoptar la nacionalidad británica.
Cabrera Infante nació en Gibara, Cuba, el 22 de abril de 1929. El escritor empezó a estudiar medicina, carrera que abandonó para dedicarse a la literatura y la crítica de cine. Fundador de la revista de la Cinemateca de Cuba, escribió primero en la revista Nueva generación. Un artículo en la revista Bohemia lo llevó a prisión durante la dictadura de Fulgencio Batista, que luego censuró sus publicaciones que aparecían bajo el seudónimo G. Caín.
En la isla, después de la revolución, fue fundador de la revista literaria Lunes de Revolución, en 1959, que fue prohibida en 1961 por el gobierno de Fidel Castro, quien lo envió como agregado cultural en Bruselas, Bélgica, en 1962.
En 1965 rompió con el gobierno de Castro e intentó establecerse en Madrid, pero el dictador Francisco Franco se rehusó a brindarle asilo político. Allí lamentó que muchos pasajes de Tres tristes tigres --obra que describe La Habana, con su vida nocturna, pocos años antes de la caída de Fulgencio Batista-- fueron censurados.
Luego se trasladó a Londres, donde reside desde 1966 con su esposa, la actriz cubana Miriam Gómez, y donde ha publicado obras en inglés como Holly smoke.
Un oficio del siglo XX
Entre las novelas de Cabrera Infante se incluyen Tres tristes tigres, publicada en 1967; La Habana para un infante difunto y Ella cantaba boleros, editada en 1966 y que consta de un capítulo de la primera de esas dos novelas y otro de la segunda.
Autor de los ensayos Mea Cuba y Ejercicios de estilo, su obra más reciente es Cine o sardina, en donde presenta su visión del séptimo arte.
Para él, de acuerdo con declaraciones que hizo a France Presse, su libro ``más importante'' es Un oficio del siglo XX, con el que despegó del ``realismo lagrimeante'' que había marcado su obra.
Vía telefónica, Guillermo Cabrera Infante indicó que este libro reúne sus críticas de cine, pero también las peripecias de G. Caín, su alter ego:
``Marcó un giro porque es un libro totalmente humorístico, que cambió mi forma de narrar. Es, además, el último libro que publiqué en Cuba''.
Entre los proyectos del ahora premio Cervantes, se encuentra la novela La ninfa inconstante, así como la posibilidad de llevar al cine un guión suyo titulado La ciudad perdida, que el actor de origen cubano Andy García tiene la intención de dirigir y producir.