La Jornada 13 de diciembre de 1997

``Ya veremos'', dicen IP y políticos en EU sobre el nuevo gobierno

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 12 de diciembre Ť En Estados Unidos, el inicio del gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas ha sido tomado con un ``espere y veremos'', ya que las cúpulas políticas y empresariales de este país aún recuerdan a una figura que no era considerada como la mejor opción para sus intereses en México.

Mientras todos aquí aseguran que el hecho de que un candidato de la oposición asuma la gubernatura del DF confirma que hay una ``avance democrático legitimizador'' en el país vecino, la pregunta es qué tanto se parecerá el gobierno de Cárdenas al candidato que surgió en el panorama nacional en 1988 y qué tanto será un gobernante ``pragmático'' en el contexto actual de su país y la relación con una ``nueva economía global''.

De esta manera, se estará evaluando en Wall Street como en Washington qué tan importantes serán las presiones sociales sobre la gubernatura de Cárdenas y qué tanto influirán en sus políticas. ``Esa es la pregunta critica'', opinó Riordan Roett de la School of Advanced International Studies de la Universidad Johns Hopkins. ``Mi sentir es que él podrá resistir (las presiones sociales) dado su amplio margen de victoria y dado el hecho de que la percepción dentro del partido que la dinámica se está moviendo en la dirección correcta para poder tomar el 2000... y eso debería hacerlos cautelosos''.

Roett, en entrevista con La Jornada consideró que habrán concesiones y acuerdos, y ``creo que se mantendrá el programa macroeconomico actual. Esta gente entiende que si están apuntando hacia el 2000 ciertamente no pueden tomar el riesgo de desestabilizar el país''.

``No creo que la gente que invierte en México prefiera a Cárdenas como candidato (a la presidencia en el año 2000)'', comentó Bernard Aronson, presidente de Acon Investments y ex subsecretario de Estado encargado de América Latina en la administración de George Bush. ``Claramente, al acercarse a la campaña presidencial los inversionistas observarán de cerca lo que dice y también observarán cómo se ha comportado el PRD en el Congreso''.

Consideró que ``espere y veremos es exactamente la actitud que está tomando la gente aquí (en Estados Unidos)''. Aronson señaló que ``en otro tiempo, Fernando Enrique Cardoso (presidente de Brasil) estaba muy a la izquierda y opuesto a la economía del mercado, ahora está defendiendo el real; la gente puede cambiar'', por lo que estos circuitos esperarán y verán.

Aronson recuerda que cuando surgió Cárdenas (en 1988, Aronson estaba en el Departamento de Estado) ``se definió como muy hostil tanto al libre mercado como a EU de muchas maneras, y eso obviamente envió un cierto mensaje''. Sin embargo, opinó que ``en los últimos seis o siete años hemos tenido mucha experiencia con gente que llega al gobierno en América Latina con una retórica populista y, una vez que asumen el puesto enfrentan las realidades de gobernar, y entonces a través de una recién encontrada convicción o por necesidad, gobiernan de una manera diferente de lo que indicaría su retórica''.

Al mismo tiempo, Aronson subrayó que los observadores sofisticados de México en Estados Unidos entienden que esta transición política ``es positiva para las estabilidad'' y que es una señal positiva de que ``el sistema se ha abierto y se está desarrollando un sistema genuinamente multipartidista''.

Otras voces, también desde EU

Pero también hay expresiones fuera de estos circuitos, las de los millones de mexicanos en este país que han expresado su esperanza de que Cárdenas sea un dirigente que puedan llamar suyo. ``Yo he soñado con un México libre, digno y soberano'', afirmó una mujer ante Cárdenas en su reciente gira por California.

``Aquí nos han quitado el respeto propio, pero no podremos respetarnos hasta que nuestro propio país logre tratarnos con respeto. Durante mi vida en México nos han prometido mucho, pero mi sueño no se ha cumplido, y ahora con usted, espero que sí lo sea''.

La elección de Cárdenas también ha provocado esperanzas de cambios democráticos en México entre diversos sectores estadunidenses, desde sindicatos, organizaciones comunitarias, granjeros, y una toda una gama de políticos progresistas locales y nacionales.

Cárdenas es recordado por los cientos de trabajadores en la pizca del hongo en Pennsylvania, así como por organizaciones de la comunidad mexicana a lo largo de California y también los de Chicago, entre otros; muchos de ellos lo han saludado personalmente durante sus giras a este país.

También hay sectores de estadunidenses que recuerdan haber compartido horas con él, o que han seguido la evolución de México con Cárdenas como punto de referencia. Entre éstos se encuentran los dirigentes sindicales tanto a nivel local como nacional, estudiantes de diversas universidades del país, dirigentes comunitarios desde Berkeley a Nueva York, figuras políticas, nacionales progresistas interesadas en México, sectores de la comunidad latina, gente de la comunidad afroamericana que lo conoció junto con Jesse Jackson, y con sectores populares involucrados en mil temas distintos (ambientalistas, derechos humanos, asuntos indígenas, derechos civiles, etcétera).

Estos, naturalmente, tienen otra visión de cómo esperan que el gobierno de Cárdenas responda a las presiones sociales. Desde Estados Unidos no hay mensaje coherente y consensuado. Sí hay voces más poderosas que otras en esta coyuntura, y tal vez estos diversos coros están de acuerdo en que, por el momento, como lo señaló tanto la mujer mexicana en California como algunos analistas en Wall Street, ``esperarán y verán''.