La Jornada 14 de diciembre de 1997

Llama López Obrador a salvar del exterminio al pueblo chiapaneco

Alonso Urrutia Ť Tras condenar la política gubernamental en Chiapas -``principal responsable del ambiente de opresión''-, el dirigente nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador, exigió el retiro de la contrapropuesta oficial de reformas a la Ley de Cultura y Derecho Indígenas, retomando la propuesta de la Cocopa; el repliegue gradual del Ejército Mexicano en la zona de conflicto y la realización de acciones de los Ejecutivos federal y estatal para desmovilizar a las guardias blancas.

En lo que constituyó la primera Jornada Nacional de Solidaridad con Chiapas, López Obrador aseveró que el PRD asumirá una estrategia más activa en el problema chiapaneco, y adelantó que se realizará una campaña nacional de ayuda humanitaria a los desplazados, al tiempo que los legisladores perredistas comenzarán una serie de visitas a los gobiernos y parlamentos europeos para ``dar testimonio de lo que acontece en Chiapas''.

Congregados en el Zócalo capitalino, militantes y simpatizantes del PRD, y de la causa zapatista, escucharon las condenas que legisladores y líderes perredistas hicieron a la postura gubernamental en Chiapas.

Ante alrededor de cinco mil asistentes -por debajo de las expectativas, según reconocieron los organizadores- se anunció la realización de una nueva jornada por la pacificación a realizarse el 24 de enero con la participación de organizaciones sociales, civiles y políticas.

En el estrado que se ubicó casi en el centro de la Plaza de la Constitución, la mayor parte de los dirigentes y diputados perredistas encabezaron el acto. En su oportunidad, el senador y presidente en turno de la Comisión de Concordia y Pacificación, Carlos Payán, condenó de nueva cuenta el doble discurso del gobierno federal en torno del conflicto.

Payán Velver subrayó que la indefinición gubernamental y la guerra de baja intensidad que se han desarrollado en Chiapas han comenzado a tener efectos terribles en las comunidades que ahora se enfrentan entre sí. Advirtió de la necesidad de impulsar una campaña por la pacificación en Chiapas y por el avance democrático en el país.

Por su parte, el coordinador parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, ratificó el compromiso del partido por hacer cumplir los acuerdos de San Andrés, tal y como se firmaron originalmente.

Condenó el incumplimiento del gobierno federal a sus compromisos bajo múltiples pretextos, y aseveró que en el Congreso se debe recuperar el proyecto de reformas elaborado por la Cocopa, razón por la cual, aseveró, el PRD no aceptará modificaciones a los acuerdos ya alcanzados.

A su vez, el académico y miembro de la Comisión Nacional de Intermediación, Pablo González Casanova, cuestionó la actitud promovida por el gobierno en Chiapas. Dijo que la población debe oponerse a la guerra contra los pueblos indios, y a las políticas seguidas para dividirlos con el fin de vencerlos fácilmente.

Orador principal en el mitin por la pacificación de Chiapas, López Obrador dijo que el origen de la concentración era la búsqueda de ``una salida a la grave situación que prevalece en las regiones indígenas de Chiapas''.

El dirigente aseveró: ``No pretendemos suplantar a los órganos de intermediación que han venido actuando en el conflicto; ni hablamos en nombre del EZLN, ni mucho menos aceptaríamos servir de correa de transmisión de un gobierno que ha sido el principal responsable del ambiente de opresión, injusticia y violación de derechos humanos que padece la población del norte de Chiapas y los pueblos indios''.

Para López Obrador no hay explicación de la conducta gubernamental que auspicia ``una guerra cuya intensidad que crece a diario ya desborda sus límites geográficos y sociales''. Lo que sucede en Chiapas -añadió- ya se ha trasladado a Guerrero, Oaxaca y Veracruz, ``porque la impunidad, si se alienta desde el poder, no tiene límites ni humanos ni geográficos''.

El asesinato y encarcelamiento diario de indígenas y campesinos, sin que exista autoridad alguna que busque evitarlo o castigas a los responsables ''deprime y subleva''.

Es irritante -dijo- el ``hueco'' discurso oficial que alude al derecho, a la justicia, al combate, al crimen y a la impunidad, cuando en Chiapas son los mismos personajes quienes auspician, solapan o, en el mejor de los casos, son indiferentes a los asesinatos y a las violaciones de los derechos humanos.

Indicó que ``es el momento de actuar con mayor decisión para salvar al pueblo chiapaneco del exterminio, y garantizarle al país gobernabilidad, estabilidad, justicia y paz con dignidad''.

Hasta ahora -mencionó- el gobierno ha mantenido su misma táctica: ``comprar, transar, dividir, intimidar y luego atraer o golpear en la integridad física y moral a los que se resisten, siempre con la idea de apostarle al desgaste de la oposición y siempre con una cerrazón elitista''.

Sostuvo que una política viable para corregir la situación conflictiva en Chiapas debe comprender, entre otros aspectos, el retiro de la contrapropuesta gubernamental de Ley de Cultura y Derechos Indígenas para que el Congreso de la Unión retome la originalmente elaborada por la Cocopa.

Asimismo, planteó la necesidad de que una vez aprobada esa ley se destinen recursos económicos suficientes para impulsar el desarrollo social de las comunidades indígenas.

López Obrador aseveró que un punto importante en la estrategia de recomposición social en el estado, es el retiro gradual del Ejército ``porque no sabemos si está allí para garantizar la paz, o para darle marco a la acción de guardias blancas y grupos paramilitares''.

Otro aspecto planteado por el PRD en el mitin, fue la petición de libertad para quienes han sido encarcelados ya sea por manifestar simpatía con el zapatismo, o debido a su activismo por la paz. Al mismo tiempo, solicitó garantizar el libre tránsito de los medios de comunicación internacionales, así como de organismos de derechos humanos en ese estado.

López Obrador dio a conocer las acciones inmediatas del partido en solidaridad con Chiapas, entre las que destaca la campaña nacional de ayuda humanitaria a los desplazados. Esta incluiría la aportación de recursos del partido; la convocatoria a la sociedad civil a participar, y visitas de legisladores del PRD a la zona de conflicto.

Estos mismos legisladores recorrerán países europeos para denunciar la situación en Chiapas y exigir el cumplimiento de la cláusula de derechos humanos y democracia del tratado comercial suscrito recientemente entre México y la Unión Europea.