En San Lázaro, confesiones y euforia del nuevo bloque tricoazul
Oscar Camacho Guzmán y Ciro Pérez Silva Ť Era ya de madrugada este domingo y en San Lázaro los maquillajes caían:
``En el PAN en ningún momento concebimos ni aceptamos que el voto del 6 de julio sea un voto en el sentido de cambiar la política económica, ¡Eso es falso...!'', confesaba en tribuna el panista Francisco José Paoli Bolio.
Eufórico, Fidel Herrera, como toda la bancada priísta que aplaudía generosa y regocijante a todo cuanto en tribuna decía el PAN en el rijoso debate con el PRD, lanzó a los cuatro vientos:
``¡Bravo, bravo!, por eso en el PRI enviamos a Paoli a la tribuna''.
Y, vivo retrato de la felicidad política, el líder tricolor Arturo Núñez tomaba del brazo en su exhaltación a Angel Aceves Saucedo, y tratando de controlar el movimiento de sus manos cuando la votación había concluido, le pedía, le ordenaba al poblano:
``¡Deténme, Aceves, deténme, no vaya a ser que se me salga el Roque que llevo dentro...!
El reloj marcaba las tres con dos minutos del domingo, y en ese instante, con la votación perdida en lo general, la directiva del PRD ordenó: ``¡Vámonos!'', y sin más abandonaron el salón tan pronto Dolores Padierna terminó de hacer el anuncio en tribuna.
Era madrugada y el Presupuesto para 1998, cocinado entre las ``bancadas'' del PAN y de la Secretaría de Hacienda, se aprobaba en San Lázaro con el voto conjunto de panistas y priístas, y el rechazo de PRD, PT y PVEM, cuyos legisladores, al igual que los perredistas, abandonaron el salón de sesiones dejando solo al bloque tricoazul.
Los avances logrados, mínimos pero positivos: PAN
Leído el dictamen, las fracciones fijaron posiciones sin que hubiera interrupción alguna ni interpelaciones. Pero tan pronto comenzó la segunda ronda de intervenciones en tribuna, surgió el tira-tira entre panistas y perredistas.
Luis Fernando González Corona justificó el voto del PAN con el argumento de que su partido ``es corresponsable de la gobernabilidad del país...'', echando en cara al PRD que hubiera avalado 98 por ciento del dictamen y que al final haya votado en contra sólo por no haberse incluido 12 puntos, ``los cuales no hacen la revolución presupuestaria del país'', y ante las críticas del PRD, sostuvo que el PAN nunca dijo que apoyaría un aumento de 5 por ciento por encima de la inflación para los burócratas.
Luego reconoció que en el presupuesto que aprobarían se lograron ``avances, mínimos si se quiere, pero que recogen la necesidad impostergable de hacer más eficiente y menos discrecional el funcionamiento del gobierno, redistribuir el gasto social y optimizar recursos, de tal modo que lleguen prioritariamente a quienes más los necesitan''.
Por pequeños cambios se dejó ir la gran oportunidad: PRD
Por el PRD, Pablo Gómez criticó que por pequeños cambios se hubiera renunciado a la gran oportunidad que tenía la Cámara para poner fin a cuestiones como la discrecionalidad del Ejecutivo en el manejo del presupuesto. Enseguida cuestionó que en el proyecto la Cámara acepte pedirle al Presidente únicamente informes sobre el gasto, cuando se pudieron fijar mecanismos para su control. Lamentó también que sólo se haya reducido la partida secreta del Presidente, cuando pudo haberse eliminado, y que panistas y priístas hayan privado a la Cámara de ejercer su facultad de establecer un aumento salarial para los trabajadores del Estado 5 por ciento por encima de la inflación; fustigó que PAN y PRI se hayan conformado con aceptar que la Secretaría de Hacienda sólo informe al Congreso sobre la distribución que hará del fondo para el rescate bancario, cuando la Cámara pudo haber asumido esas facultades e informarle al secretario cómo las ejerció para este asunto. Juzgó indigna la reducción al rescate bancario, pues sostuvo que mientras el gobierno pide y se le acepta disponer de miles de millones para dos bancos, PAN y PRI no aceptan que se destine dinero alguno para los deudores a discrecionalidad. Señaló la negativa de PAN y PRI a incluir en el Presupuesto la tabla de salarios de los funcionarios, así como a la decisión tricoazul de mantener bonos que se utilizarán para hacer del funcionario un siervo del jefe y no del pueblo.
Al final, leyó en tribuna el contenido de una tarjeta en la que, escrito de su puño y letra, el panista Paoli Bolio expresa el compromiso de su bancada a incluir en el Presupuesto un ``aumento de 17 por ciento promedio -para la burocracia-, excluyendo mandos medios y superiores'', y con ello quiso dar testimonio y prueba de la forma como el PAN incumplió acuerdos y ``renunció a la gran oportunidad de hacer un presupuesto de la oposición por primera vez. Pudimos haberlo hecho. Que el pueblo y la nación se lo demanden'', concluyó.
Propuesta incluyente para sostener el crecimiento: PRI
Manuel Cárdenas Fonseca, del PRI, cuestionó de entrada al PRD por no haber presentado un dictamen serio y bien sustentado, y señaló que la partida secreta es, a partir de ahora, auditable y supervisable por la Cámara de Diputados. En defensa del proyecto, señaló que en éste se cumplen los propósitos de que el gasto ``se oriente a promover el crecimiento, la inversión y el empleo, teniendo como meta el bienestar de la población, reduciendo desigualdades entre grupos sociales y regiones geográficas''.
Mucha discrecionalidad al Presidente: PVEM
Gloria Lavara Mejía, por el Partido Verde, desaprobó el dictamen sobre el Presupuesto de Egresos, pues, dijo, ``la preservación del medio ambiente pasa desapercibida'' y ``la jerarquización de prioridades es simplemente inaceptable''. Criticó la discrecionalidad que se deja al Ejecutivo para manejar recursos públicos, y que no se hayan fijado los salarios de los funcionarios públicos. Subrayó que tampoco se puede aprobar ``un presupuesto que destina recursos al saneamiento financiero, sin informar a esta soberanía la estructura de Nacional Financiera, Banco Nacional de Comercio Exterior y Fobaproa. ¿Con qué autoridad moral les explicaremos a las siguientes generaciones que aprobamos a ciegas recursos por 379 mil 800 millones para un periodo de 30 años?''. Y terminó: ``El Partido Verde no renuncia a la confianza de los electores que el pasado 6 de julio votaron por un cambio en la política económica que con este presupuesto no se logra''.
Basta de que el Presidente meta las manos: PT
Por el Partido del Trabajo, Luis Patiño señaló carencias en el dictamen: faltan -dijo- mecanismos para que el Poder Legislativo verifique la aplicación del presupuesto, falta limitar la discrecionalidad del Ejecutivo para reasignar partidas y que cualquier movimiento lo tenga que hacer previa consulta con el Congreso y no que sólo le informe con posterioridad. ``Ya basta de que el Presidente meta indiscriminadamente las manos en materia que sólo le corresponde a este Poder Legislativo''. Exigió también eliminar la partida secreta que aún le deja al Ejecutivo 50 millones de pesos'', y cuestionó que se le otorguen recursos a Gobernación para asuntos electorales, cuando esa dependencia ya no debe tener injerencia en la organización de aspectos comiciales.
Rijoso debate PRD-PAN; regocijo en el PRI
Fijadas las posiciones, el debate tomó otro giro y se concentró en un duelo de recriminaciones mutuas entre panistas y perredistas, mientras en la bancada del PRI se aplaudía todo lo que decía el blanquiazul y se lanzaban puyas a los oradores del sol azteca.
A las críticas del PRD, Felipe de Jesús Cantú respondió que ``la búsqueda del todo o nada no nos lleva a ninguna parte, y en este dictamen están incluso los logros del PRD, aunque ellos no lo quieran reconocer: pidieron aumento de salarios y, aunque no se puso específicamente, hay una masa salarial con un incremento de 18 por ciento; que bajara el Fobaproa, y baja 5 mil millones; mantenimiento para escuelas, y se distribuye el Capfce para estados y municipios; que se reasignara el ramo 23, y lo hubo; reducción de oficinas del extranjero, y se hizo. Entonces, si no hay mejoría real y se incluyen las propuestas del PRD, entonces ¿quién es el promotor de ese perjuicio a la comunidad?
Rápida fue la reacción del PRD, que en voz de Demetrio Sodi dijo que la idea era precisamente que ocurriera lo contrario de lo que decía el panista: no se trata de pedir cuando se es mayoría ni mendigarle al gobierno cuando se pueden decidir acciones. Eso es lo que el PAN ha dejado ir por la borda, insistió. ``Si hubiéramos mantenido una mayoría que realmente fuera congruente con sus compromisos y con sus principios no estaríamos ahora hablando de que nos concedieron o que les concedieron una modificación de 6 por ciento del Presupuesto, cuando el 99.4 del presupuesto se está votando como lo envió el Ejecutivo. Ni las manos nos dejaron meter''.
Francisco José Paoli Bolio subió entonces y desató la euforia de los priístas y el pasmo de no pocos cuando, contrariamente a lo que su partido y su fracción habían dicho durante meses en declaraciones públicas, afirmó en tribuna que en el PAN ``en ningún momento concebimos ni aceptamos que el voto de las urnas del 6 de julio sea un voto en el sentido de cambiar la política económica. ¡Eso es falso...!'' Respecto de la tarjeta que exhibió Pablo Gómez, respondió mostrando otra que el perredista le envió posteriormente, para decir que lo escrito por él no era un compromiso final, sino una propuesta que se dio en el flujo de intercambios que hubo en las negociaciones con el PRD.
Para entonces, el debate estaba por concluir y los priístas irradiaban una felicidad que potenciaron cuando en el bolsillo tuvieron la votación favorable que sacó adelante el proyecto presidencial de Egresos para 1998.