Cierre de retornos en camellones de Bosques de las Lomas, último capricho de Espinosa, dicen sus vecinos
Daniela Pastrana Ť Desde que se inauguraron los túneles que conectan Bosques de las Lomas con Santa Fe, Agustín recorría en menos de 10 minutos la distancia entre su casa, en Cuajimalpa, y la Universidad Iberoamericana, donde estudia. A partir de la semana pasada tarda poco más de 20 minutos.
¿La causa? Renuente a dejar el anonimato, Agustín encoge los hombros y suelta lo que se rumora en la colonia: ``Es el último capricho de (Oscar) Espinosa Villarreal''.
Y es que el domingo 7 de diciembre, dos días después de que el último regente capitalino, Oscar Espinosa Villarreal, dejó las riendas del gobierno del DF a Cuauhtémoc Cárdenas, los vecinos de Bosques de las Lomas fueron sorprendidos por cuadrillas de trabajadores de la delegación, quienes en un par de horas cerraron dos retornos en los camellones, agregaron pedazos de banquetas y cambiaron la circulación de las calles.
Todo en el perímetro comprendido entre Paseo de Tamarindos, Bosque de Tabachines, Laureles y Tuyas, justo alrededor de la residencia donde vive el ex regente y actual secretario de Turismo.
Los cambios, que a consideración de los colonos no tienen ninguna razón de ser y no fueron consultados, obligan a los conductores a largas y complicadas desviaciones para cruzar de Tecamachalco o Cuajimapla a Santa Fe, y viceversa, ya que casualmente la calle donde vive Espinosa era el paso de un lugar al otro.
En protesta, los colonos han colocado mantas en algunas calles, en las que exigen rectificar las medidas.
``Señor regente. Señor delegado. Los habitantes de este condominio exigimos restablecer la circulación que ha sido modificada arbitrariamente'', dice una gran manta instalada sobre el Paseo de los Tamarindos.
En la delegación Cuajimalpa no fue localizado ningún funcionario que pudiera explicar el motivo de las obras; sin embargo, en la misma colonia hay mantas oficiales que indican que son parte de un programa de reordenamiento vial.
Pero los vecinos no están conformes. Como ejemplo, señalan el agregado de banqueta que se colocó en la esquina de Laureles y Tabachines y que no sólo dificulta la vuelta hacia la izquierda, sino que incluso resulta una maniobra de alto riesgo para los conductores. ``En el menor de los casos, se trata de una verdadera estupidez vial'', lamenta Agustín.