La Jornada 16 de diciembre de 1997

Bonilla, contra el ingreso de la UNT a pactos y comisión de salarios mínimos

Jesusa Cervantes Ť El secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Bonilla García, reconoció a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) como una nueva organización fuerte; sin embargo, no aceptó de manera tácita su inclusión en los pactos y en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, y sólo ofreció mantener un diálogo permanente.

En reunión privada, Bonilla García recomendó a los dirigentes de la UNT ``acercarse a otros sectores'' para discutir las políticas económicas.

Luego de una larga exposición de respuesta a los puntos centrales planteados por la UNT: salario, pactos, contratos de protección y el caso de la maquiladora Han Young, Agustín Rodríguez Fuentes, integrante de la presidencia colectiva, dijo celebrar la apertura del diálogo, ``porque hay algunas discrepancias'' como que en los últimos diez años (época en que iniciaron los pactos) el poder adquisitivo de los trabajadores disminuyó un tercio, el parámetro de la distribución de la riqueza es menos equitativo y la franja entre ricos y pobres es más evidente.

``(Y con el diálogo) quizá sirva para ponderar si el camino que estamos siguiendo es el correcto'', advirtió sutilmente.

Antes, el secretario del Trabajo defendió la firma de los pactos y alianzas; dijo que hasta la llegada de Miguel de la Madrid a la presidencia de la República la política económica había desatendido algunos rubros, provocando ``desequilibrios muy graves que después se tuvieron que ajustar''.

Entre las medidas, comentó, estuvieron los pactos que muchas veces han sido criticados diciendo que sólo han servido para deteriorar más el poder adquisitivo. ``Esto se lo quieren adjudicar a la alianza y lo que hemos tratado de hacer es recompensar los desajustes''.

``Cargarle todo lo malo a los pactos creo que es un juicio demasiado simplista... Hay una carga anímica demasiado fuerte y no puede atribuirse al gobierno todo lo que pasó 15 años atrás'', expresó.

Antonio Rosado y Francisco Hernández Juárez demandaron que se tome en cuenta a la UNT para establecer una política sobre el salario mínimo, y aclararon que no se organizaron para atacar al gobierno u otras centrales, sino para reactivar a algunos sindicatos y discutir cuando existan discrepancias.

Bonilla respondió que esto demuestra que en México hay libertad para organizarse sin la intervención del gobierno y no es como ``se ha propalado en otras ocasiones, que el gobierno ha tratado de menguar''.

Luego vino la respuesta a la demanda de Alfredo Domínguez, del STIMAHSC, para que se solucione el problema de la maquiladora Han Young de Tijuana, y donde la autoridad local desconoció el recuento que les fue favorable. Bonilla evitó comentarios sobre una posible solución ``pues está en tribunales'', pero destacó que lo que ``preocupa es la vinculación con el exterior, porque estas cuestiones no estoy tan seguro que en todos los casos no se esté haciendo un juego a algo que no corresponda a los intereses de México''.

Y advirtió, ``debemos tratar de resolverlo entre nosotros porque el daño que nos pudiéramos hacer en otros frentes es fuerte''.

Miguel Vázquez, del Sindicato de La Jornada, y Mauricio Aguilera, de Aspa, cuestionaron sobre los contratos de protección y la necesidad de ``reordenarlos''. Bonilla aseguró que en la actual administración todos los sindicatos están debidamente registrados y que se analizarán los registros expedidos en administraciones anteriores.

La UNT evaluará este miércoles la reunión y una de las corrientes solicitará ``oficialmente'' su integración en la CNSM y las alianzas.