Recriminaciones y una trifulca al cerrar la Cámara su periodo de sesiones
Oscar Camacho G. y Ciro Pérez S. Ť Entre conatos de bronca escenificados por panistas y perredistas; entre recriminaciones políticas y en medio de una trifulca provocada por los barzonistas Juan José Quirino y Gerardo Fernández Noroña, terminó el primer periodo de sesiones del Congreso de la Unión.
En los mensajes finales, el priísta Arturo Núñez defendió la responsabilidad del PRI y del PAN y fustigó la actitud provocadora de los perredistas. El PAN, a través de Carlos Medina Plascencia, se ufanó de los logros conseguidos por el bloque opositor en materia de gobernabilidad y defendió la independencia de su fracción en temas de la agenda nacional. Porfirio Muñoz Ledo provocó la indignación tricoazul cuando desde tribuna dijo que la nueva relación PRI-PAN no es otra cosa que el regreso de la alianza neoliberal que en su momento legitimó a Carlos Salinas.
Mientras tanto, en la fracción del Partido Verde se escenificó una escaramuza interna, pues el joven Emilio González despidió sin pagarles sus salarios a su reportera de prensa y a los dos asesores que le redactan discursos; incluso el que leyó en tribuna se lo acababa de hacer y ni siquiera pagó por él. En su mensaje habló de justicia social.
La fracción del PT terminó también con algunos problemas, pues trascendió que al final hubo discrepancias entre el coordinador Alejandro González Yáñez y el resto de su fracción por el sentido del voto que darían en la Ley de Ingresos.
Nunca fuimos coalición: PAN
En su mensaje de fin de periodo, Carlos Medina Plascencia comenzó hablando de los logros y avances que le trajo a la nueva legislatura la conformación del bloque opositor.
``Se acabó la discrecionalidad en el manejo de los recursos --apuntó--, los privilegios políticos en el otorgamiento de comisiones, y hay un gobierno plural y un manejo escrupuloso de los recursos económicos''.
Enseguida saltó al tema que más le ha cuestionado el PRD: la actuación panista en los debates y votaciones del paquete económico. Al respecto, dijo que su fracción ``actúa en política y no en el mundo de las fantasías'', y que lucha por hacer posible lo necesario en el marco de lo real, en donde tenemos prioridades y buscamos que nuestros principios no se conviertan en dogmas.
Luego, dijo que para acceder responsablemente al ejercicio del poder hay que dejar de pensar siempre como oposición, pues no se puede trasladar el todo o nada de la vieja cultura autoritaria priísta por el todo o nada del absolutismo opositor.
Y ante el reclamo perredista de los últimos días, afirmó que en el PAN ``no somos bloque político, no somos alianza ideológica ni programática; nunca fuimos coalición electoral y votaremos a favor por los méritos de las propuestas y en contra cuando éstas no los tengan''.
Volvió el bloque neoliberal salinista: PRD
Por la bancada del PRD subió a tribuna Porfirio Muñoz Ledo. Su discurso provocó molestia en la fracción panista cuando les echó en cara haber roto la posibilidad de hacer de esta Cámara de Diputados un verdadero poder frente al Ejecutivo. Luego sacó de sus casillas a los panistas cuando les dijo que en la parte final de esta legislatura se comportaron igual que en el sexenio de Carlos Salinas: al servicio del gobierno.
``La racionalidad contemporánea de una alianza opositora que garantizara la renovación y autonomía del Poder Legislativo, para contribuir a sepultar un anacrónico presidencialismo, se ha topado con un celo equívoco por exaltar identidades partidarias y personales, y con la pequeña visión de corto plazo que opta por la asociación con el Ejecutivo e incurre en la sumisión consentida. El árbol se conoce por las alianzas, no por los discursos''.
Y agregó: ``no quisiéramos ver restablecida en esta Cámara la alianza del bloque neoliberal, el mismo que sirvió a Carlos Salinas para fincar la desmesura de su poder personal, para reformar la Constitución a su arbitrio, para paralizar, privatizar y corromper el interés público. Quien no pondera las lecciones de la historia está condenado a repetirla'', les dijo a los panistas, a quienes les recordó además que el 6 de julio fue un voto con el cual el pueblo le dijo no a la política del presidente Zedillo.
Y ante la afirmación panista de que hubo un presupuesto diferente al que envió el Presidente de la República, Muñoz Ledo respondió con cifras en la mano: ``¿cómo puede hablarse de política de todo a nada, cuando apenas se modificó el cero punto siete por ciento de la asignación del presupuesto federal, estando en nuestras manos elaborar un nuevo presupuesto?, ¿qué nos limitaba a defender a los productores?, ¿qué nos vedaba incrementar razonablemente el salario, reducir las facultades excepcionales del Ejecutivo para financiar actividades especulativas?, ¿qué nos impedía cancelar el uso secreto de la deuda pública, y cumplir nuestro compromiso con los ciudadanos? El no haberlos hecho revela -dijo Porfirio a los panistas- falta de convicción y de programa de quienes no quieren ser rehenes ni siquiera de sus electores''.
Ultimo en subir a tribuna, el coordinador del PRI, Arturo Núñez, se vio de pronto interrumpido en su mensaje por cuatro personas que en la parte baja del presídium desplegaron mantas en las que se acusaba al PAN de traición, se le preguntaba cuál había sido el precio de su voto y se les criticaba por su alianza con Zedillo. Además, las pancartas estaban rotuladas con dos círculos: uno con los colores verde, blanco y rojo y las siglas del PAN, y otro, con el color azul y las siglas del PRI. Esto enfureció a los panistas quienes perdieron su tradicional parsimonia y encabezados por Enrique Peñiñuri, se fueron encima de los manifestantes, uno de los cuales era el senador barzonista Juan José Quirino y el otro, el perredista de la Asamblea de Deudores, Gerardo Fernández Noroña. Los panistas soltaron puntapiés y buscaban arrebatar las mantas. Los priístas desde sus curules exigían respeto para Núñez y el ferrocarrilero Víctor Flores advertía lleno de rabia y saliva en los labios: ``si no respetan a Núñez ahorita bajo y madreo a Porfirio'', a lo que el líder de la diputación obrera, Armando Neyra, sabedor de los impulsos del ferrocarrilero le decía: ``aguanta, Víctor, aguanta''.
En medio del desorden que provocó la salida de Fernández Noroña del salón, un priísta apuntó: ``Porfirio decía hace un minuto que al árbol se le conoce por sus hechos no por sus discursos. Y esto -dijo- es el árbol del PRD''.
Pasada la confusión, por fin pudo hablar Arturo Núñez, quien dijo que para enteder al México actual se requiere de mucha sensibilidad y atención política, y que sólo de esta manera se podrá estar a la altura del proceso de modernización y democratización que ha caracterizado la vida contemporánea del país.
``La pluralidad está entre nosotros y llegó para quedarse. Sus manifestaciones en el plano electoral, en la convivencia interpartidista y en la vida cotidiana no deben verse como un obstáculo para que los mexicanos nos relacionemos civilizada y constructivamente''.
Entre aplausos de panistas y priístas, Arturo Núñez dijo que en la nueva realidad del país ``no se trata de negar las diferencias, de lo que se trata es de servirse de las diferencias para que siempre gane México''.
Núñez no dejó pasar la ocasión para dejar constancia de que terminaba con el control político en la Cámara de Diputados, al hacer un amplio elogio a la fracción del PAN por su ``responsabilidad política y al fustigar al PRD por su conducta parlamentaria: ``dicen que cuando Jalisco pierde arrebata, pero aquí acaba de quedar demostrado que cuando el PRD pierde provoca...''.
Y finalizó con banderas desplegadas: ``qué bueno que los coordinadores de los otros grupos parlamentarios han recordado aquí su origen electoral y que son, han sido, una suma de oposiciones y no un bloque monolítico y es oportuno recordar también que el 6 de julio el pueblo de México votó mayoritariamente por un partido, el PRI''.