Zedillo: México no está en crisis ni el PRI desgastado
Rosa Elvira Vargas, enviada, Managua, 19 de diciembre Ť México no está en crisis, dijo categórico el presidente Ernesto Zedillo en una entrevista para la televisión nicaragüense. Con el mismo énfasis, negó que el PRI esté desgastado y afirmó que en su país se aprecia el fortalecimiento de un régimen genuinamente democrático, además de que se han encontrado condiciones para que no se repitan hechos de violencia como los acontecidos a principios de 1994.
Además, ante los miembros de la Asamblea Nacional de Nicaragua, señaló que en muchos de los países de América Latina todavía existen ``democracias frágiles'' y ante ello se corren fuertes riesgos de inestabilidad y vulnerabilidad.
Consolidar regímenes democráticos, destacó Zedillo, entraña adoptar actitudes políticas atentas al escrutinio ciudadano, hablar siempre con la verdad, evitar la manipulación y la demagogia, el populismo y la irresponsabilidad. Gobernar, apuntó también, no es tarea de un solo hombre, de un partido ni de una convergencia circunstancial de fuerzas.
Con los legisladores nicaragüenses, definió diversas condiciones indispensables para consolidar la democracia: instituciones electorales independientes e imparciales, poderes republicanos y partidos políticos con perspectivas de largo plazo y que ejerzan exclusivamente sus atribuciones legales, así como organismos que garanticen una rendición de cuentas puntual de los servidores públicos y castiguen con rigor la corrupción.
Tema recurrente en su discurso, mencionó la necesidad de forjar una ética de responsabilidad que implica acatar el orden jurídico y el respeto a las funciones establecidas para las instituciones del Estado. Para que la democracia eche raíces firmes y duraderas, es preciso extender una cultura democrática en todos los grupos sociales, apuntó.
En su segundo y último día de visita de Estado a Nicaragua, donde el punto central lo constituyó la firma de un Tratado de Libre Comercio con esta nación, el presidente mexicano negó categórico al periodista Danilo Lacayo, del canal 2 de televisión, que haya un desgaste en el partido donde milita. El PRI es fuerte y reconoce que debe seguir formándose para estar a la altura de las nuevas circunstancias y competencia políticas. Los cambios políticos en México favorecerán otros de orden económico y social.
Dijo también que en los últimos 70 años los latinoamericanos han aprendido que las políticas de cerrazón, populistas e irresponsables en materia fiscal, no conducen al desarrollo. Para el desarrollo nacional, apuntó, debe tenerse una base material fundada en la liberalización comercial y en la modernización económica y desplegar políticas sociales mucho más dirigidas a atender y a apoyar a los grupos menos favorecidos.
Y aunque aseguró que ``por primera vez en nuestra historia común'' la democracia es la regla y no la excepción en el continente, dijo que llegar a ese estadio es sólo el primer paso para establecer regímenes estables y perdurables que trasciendan personalidades y circunstancias específicas.
Sin embargo, en la entrevista televisada, Ernesto Zedillo no compartió la apreciación de que en el país existe guerrilla. Explicó que ha habido algunos hechos de violencia y que a principios de 1994 ``apareció un grupo que irrumpió en la vida de México de manera violenta'', pero que por fortuna, desde entonces se han encontrado las condiciones para que esos hechos no se repitan. Existen muchos problemas en el país, concedió, pero se están enfrentando satisfactoriamente a partir de reconocer que los retos sociales son enormes.
En la Asamblea Nacional, el presidente Zedillo fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden Pedro Joaquín Chamorro. Ante una audiencia políticamente plural se dijo convencido de que si los países latinoamericanos perseveran en la ruta de la apertura, el libre comercio y la integración, América Latina puede ser una gran potencia económica en el siglo XXI y ahí mismo confió en que para 1998 México concluya acuerdos de libre comercio con El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Ecuador y Perú.
Por otra parte, en la Casa Presidencial de Nicaragua, Zedillo y su homólogo Arnoldo Alemán atestiguaron la firma de varios acuerdos de colaboración sobre asistencia jurídica mutua, en materia penal, de salud y de cooperación entre Bancomext y el Centro de Exportaciones e Inversiones de Nicaragua, entre otros.
Al final se distribuyó una declaración conjunta de ambos mandatarios en la que uno de los puntos incluye el compromiso de México y Nicaragua para velar por la protección y defensa de los derechos humanos y la dignidad de sus migrantes a través del intercambio de información, programas de trabajo, acciones conjuntas y cualquier otra modalidad, por medio de sus representaciones diplomáticas y consulares.
De igual modo y ante el reconocimiento del gobierno de Nicaragua de que todavía existen en su territorio entre 80 mil y cien mil minas antipersonales y que éstas han sido la causa de la muerte o mutilación de centenares de personas, hubo congratulación mutua ante el hecho de que los países centroamericanos hayan decidido convertir la región en una zona libre de estos artefactos explosivos con sistema de liberación de presión.