Aplicaron tácticas aprendidas de los kaibiles guatemaltecos, asegura
La Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional comunicó ayer que como resultado de sus investigaciones sobre la matanza de Chenalhó concluye que ésta no fue ni ``conflicto religioso, ni étnico, ni se trató de un enfrentamiento'', sino que fue un ``plan gubernamental'' ejecutado contra tzotziles civiles, zapatistas y no zapatistas, que estaban refugiados en Acteal.
Por las ``fases militares'' que incluyeron el ataque, según la descripción del Comité Clandestino Revolucionario Indígena, ``es evidente que el grupo agresor contaba con preparación militar de la que llaman comando especial'' y que fue preparada y dirigida por personas ``que no participaron directamente en los hechos''. Señala que en el ``ritual sangriento de abrir el vientre de las mujeres embarazadas'' se reflejan los efectos del entrenamiento de los militares guatemaltecos llamados kaibiles.
El EZLN explica la falta de una respuesta militar por su parte:``El CCRI-CG orientó a sus bases de apoyo para que evitaran en todo momento, y aun a costa de perder sus pocas pertenencias, el enfrentamiento con otros indígenas''.