Masiosare, domíngo 28 de diciembre de 1997


Una terrible y anunciada
MASACRE

Cartas de Danielle Mitterrand a gobernantes y parlamentarios europeos

Danielle Mitterrand, la ex primera dama de Francia, llegó a México el 3 de diciembre, para asistir a la toma de posesión de Cuauhtémoc Cárdenas. El día 4 sostuvo una reunión con organismos defensores de los derechos humanos. Posteriormente fue recibida por el presidente Ernesto Zedillo. Durante su diálogo con el titular del Ejecutivo federal, la viuda de Francois Mitterrand dijo con aire de sincera preocupación:``Cuando vine a México en 1996, había un solo grupo paramilitar en Chiapas. Ahora hay cinco. ¿Qué se propone usted lograr con esto?''Según su relato, al escuchar la pregunta Zedillo cortó la plática.


Carta de Danielle Mitterrand a los diputados europeos, jefes de Estado, primeros ministros, ministros de Relaciones Exteriores y parlamentarios.
23 de diciembre de 1997:

He aquí lo que escribía yo a los jefes de Estado, primeros ministros y ministros de Relaciones Exteriores de Europa al regresar de México, hace apenas quince días.

Hoy, nos enteramos de la terrible y anunciada masacre de Acteal.

Quiero pensar que algún día, los dirigentes reaccionarán frente a semejantes ignominias dictadas por una ``política'' que les hace olvidar que son hombres. Dirigentes, por cierto, sólo mientras los que les encargaron su destino no llegan a emplazarlos a que protejan a la humanidad a la que pertenecen.

Empecemos con defender a estos indígenas pacíficos de Chiapas, víctimas de las represalias del partido en el poder, el PRI, de quien el presidente Ernesto Zedillo es el primer representante.

Que los más valientes de nuestros Ejecutivos (ojalá fuera el de Francia) se animen a encabezar esta cruzada por la humanidad y su medio ambiente, y que se honren presionando a un partido que se pretende socialista y democrático, pero ejerce su política hace 70 años, deja masacrar a su población indígena y empobrece a los mexicanos al entregarse amarrado de pies y manos al tráfico de ganancias ilícitas.

Por qué no aceptar el desafío antes de quedar deshonrados por su tardía toma de conciencia, cuando ya los pueblos solidarios y los hijos mismos de ustedes están trabajando para el mundo del siglo XXI.

Carta a los diputados europeos *

París, 19 de diciembre 1997:

Señora diputada, señor diputado:

El 8 de diciembre, mientras nuestros gobiernos europeos firmaban la claúsula democrática incluida en los acuerdos de mercados entre Europa y México, escuchaba yo en Chiapas los testimonios de las ONG y de las víctimas de una guerra de baja intensidad (hostigamiento, destrucción de cultivos, incendio de pueblos, terror y mentira) de las más perniciosas.

Testigo de tanto sufrimiento, quisiera describirles la situación que vi. Anexo documentos que refieren esa estrategia de eliminación.

Para quienes, entre ustedes, no hubieran seguido los acontecimientos mexicanos, un breve resumen: a lo largo de los años, una población indígena expulsada de sus tierras y mantenida en las regiones más inhóspitas se encontró excluida de hecho de la sociedad moderna y encerrada en la miseria. Cinco siglos de asfixia no pudieron acabar con la vitalidad de su cultura; por el contrario, vemos cómo renace, desde hace decenios, en muchos países de América Latina.

En Chiapas, estos últimos an›s, se concentró la atención en el nuevo arte de vivir, manifiesto no sólo en los discursos sino en lo cotidiano, que aportan los zapatistas. Obviamente, esta eclosión de un pensamiento renovado estorba la política oficial que apunta a la eliminación silenciosa de esos indígenas ``no rentables''. Escuchados por otros pueblos, igualmente clasificados ``no rentables'', y excluidos de los beneficios del crecimiento ¿anuncian el despunte de una alternativa?

En este mes de diciembre 1997 estoy regresando de Chiapas. La región está completamente ocupada y controlada por el Ejército. Las dificultades para entrar a la zona son tales y tan numerosos los retenes que impiden la llegada a las comunidades que las ONG, para cumplir con su misión, deben demostrar gran obstinación y valor físico.

En Chiapas escuché muchos testimonios. El que aquí les entrego los junta todos.

A las 5 de la mañana, hombres armados con AK-47 y material estadunidense, vestidos de negro, penetran al pueblo de Los Chorros. Entran a las casas con violencia, rompen todo, siembran el terror y hacen huir a las familias. Huye la gente, semidesnuda, sin llevarse siquiera un poco de comida.

¿Quiénes son los asaltantes? Grupos paramilitares, reclutados por el Ejército, algunos entre los indígenas priístas, otros entre indígenas aterrorizados que ceden con la esperanza de salvar su vida y tener que comer.

Los campesinos, expulsados de sus casas en plena noche, se refugiaron en lugares retirados del monte, en condiciones espantosas: la lluvia incesante, el frío, el hambre, los traumas, generan numerosas e incurables enfermedades, por la total carencia de medicinas. Son 6 mil que así viven, con hojas de plátano por único techo, durmiendo en el lodo.

A otros campesinos los detienen los grupos paramilitares, los empujan dentro de unos camiones y se los llevan a otra comunidad controlada por los priístas. Ahí quedan secuestrados. Algunos, los menos, pudieron escapar (gracias a una misión internacional cuyo informe anexo) y escuché personalmente su testimonio.

El presidente Zedillo, al que acababa de relatar los testimonios juntados en un encuentro con 25 ONG mexicanas, me aconsejó escuchar otras versiones de la situación: la que conocía, me dijo, no debía ``confundirme''.

De hecho, leí la prensa mexicana. Hablé con personalidades que me opusieron tibios argumentos en los que ni ellos mismos parecían creer. La voz de las víctimas, que había yo oído, confirmada por los documentos filmados que se me entregaron, me pareció más indiscutible todavía.

Si hoy me dirijo a usted, es que creo firmemente que Europa no tiene derecho a descuidar su misión.

En los próximos meses, el acuerdo de mercado entre Europa y México deberá ser ratificado. Recuerden las repetidas intervenciones cuando muchos dábamos a escuchar la voz de los kurdos. Los parlamentarios la escucharon entonces, y nos alegramos. Ahora, tómense la molestia de leer esos documentos. Encontrarán semejanzas: una población bajo amenaza de genocidio en vísperas de la firma de un tratado comercial cuya cláusula democrática no se respeta.

¿Qué harán para persuadir al gobierno mexicano que tiene que respetar la Convención 169 sobre los pueblos indígenas y tribales de la Organización Internacional del Trabajo de 1989, firmada y ratificada por México?

Es el único recurso jurídico existente mediante el que pueden pedirle al Presidente mexicano que cumpla con los acuerdos de San Andrés sobre derechos y culturas indígenas. b

__________________________________________

* Carta enviada por Danielle Mitterrand a los diputados europeos así como a los primeros ministros y ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad Europea, el 19 de diciembre de 1997