Asambleístas del PRD, contra la discrecionalidad en el presupuesto
Raúl Llanos y Juan Antonio Zúñiga Ť La mayoría perredista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal decidió eliminar la discrecionalidad que tendría el jefe de gobierno capitalino, Cuauhtémoc Cárdenas, en el manejo de las finanzas públicas para 1998, con lo que este órgano mantendrá sus facultades en materia de control y orientación del gasto.
Asimismo, acordó modificaciones en el paquete financiero para la ciudad de México con el objetivo de hacerlo ``más justo y equitativo''.
La inesperada determinación de la fracción del PRD, contenida en el dictamen de modificaciones al Código Financiero para el DF tuvo inicialmente el respaldo del PRI y del PAN, pero no fue suficiente para que los legisladores de esos partidos aprobaran en comisiones el paquete financiero propuesto por Cárdenas, y adelantaron que votarán en contra cuando sea presentado este lunes en el pleno de la Asamblea para su sanción definitiva.
De hecho, ayer, cuando se instalaron las comisiones de Presupuesto y Cuenta Pública y de Hacienda para dictaminar las iniciativas de Código Financiero y Ley de Ingresos, los diputados del PRI abandonaron la reunión.
Por tanto, los perredistas tuvieron que ``aplicar su mayoría en conciencia'' y sacar adelante las dos iniciativas en lo general. La primera con 10 votos del PRD a favor, y dos abstenciones de Acción Nacional, y la segunda también con 10 a favor, pero dos en contra del mismo blanquiazul.
Se espera que el lunes también la mayoría del PRD apruebe el paquete y con ello el gobierno capitalino se allegue recursos por 38 mil 712 millones de pesos para 1998, y se establezca un aumento promedio de 17.7 por ciento en tarifas de servicios públicos. Hoy se discute el dictamen del Presupuesto de Egresos para que el martes llegue al pleno para que sea votado.
Modificaciones
En conferencia de prensa, los presidentes de las comisiones de Gobierno, Martí Batres; de Presupuesto, Ricardo Martínez Atala, y de Fomento Económico, Ricardo Rico, entre otros, fijaron la postura del PRD hacia el paquete financiero de Cárdenas: a pesar de su mayor orientación social, de los cobros diferenciados en servicios públicos, y de la transparencia en el manejo de los recursos públicos, ``es todavía perfectible''.
Por eso plantearon cuatro modificaciones: restructurar la tarifa de cobro de agua para hacerla más justa y equitativa; suprimir partidas para previsiones; preservar facultades de la ALDF en cuanto al control y orientación del gasto, y elevar en 29.8 por ciento los recursos para las 16 delegaciones políticas.
Ricardo Martínez afirmó que para lograr este último aumento reducirán la partida de ``Política de Gasto'' --incluida en el Presupuesto de Egresos para prever aumentos salariales en las jurisdicciones-- de 4 mil 677 millones, a mil 399 millones, y así las demarcaciones con mayores índices de marginalidad, tasas de crecimiento y número de habitantes recibirán más recursos.
Por lo que respecta a los cobros de agua, puntualizó que se ampliará el número de escalones tarifarios y reducirán las cuotas para los consumidores de menores volúmenes, y rechazó que vaya a haber tasa cero para el agua. No existe en ninguna ciudad y eso implicaría, de darse, fomentar la cultura del no pago, dijo.
Supresiones
En la iniciativa de Código Financiero que envió Cuauhtémoc Cárdenas a la ALDF el pasado 20 de diciembre se establecía en el artículo 18 que ``el titular del Gobierno del Distrito Federal podrá autorizar que los excedentes de ingresos que se recauden se apliquen a proyectos de inversión de carácter social o a los programas o proyectos que considere convenientes''.
El artículo 31 planteaba que para evitar desactualización de cuotas y tarifas y estar en posibilidades de proponer acciones inmediatas que garanticen el flujo de recursos económicos ``se sugiere establecer la facultad del jefe del gobierno del Distrito Federal de presentar durante el año una iniciativa de adición a la Ley de Ingresos vigente, donde se proponga el factor para actualizar dichas cuotas y tarifas''.
Dichos puntos fueron el centro de las críticas del PRI y PAN, por la discrecionalidad que tendría Cárdenas para el ejercicio del gasto público. Finalmente, ayer la mayoría del PRD determinó suprimirlos. Ricardo Martínez Atala explicó esta modificación: ``Como esta reformulación no está realizada ni en tiempo ni en forma, porque tiene que ver con aspectos de orden constitucional, decidimos retirarla con la finalidad de ser presentada en otro momento con una reformulación más completa y destinada a varias leyes, para que sea un paquete global, para que no tenga incongruencias''.
Daniela Pastrana Ť El secretario de Finanzas del DF, Antonio Ortiz Salinas, tomó el teléfono y nuevamente pidió a los presidentes de las comisiones de Hacienda y Presupuesto y Cuenta Pública de la Asamblea Legislativa que rectificaran su postura. Tercera vez en cuatro días. El último intento de convencer a los legisladores perredistas de no modificar las reformas planteadas al Código Financiero para dar al jefe de gobierno un margen de maniobra holgado en las finanzas del DF.
``Nos están quitando un año de gobierno'', argumentó el funcionario. La respuesta fue reiterante: ``No podemos ser incongruentes''.
Minutos después, Ricardo Martínez Atala y Francisco Chiguil anunciaban en conferencia de prensa los cambios que habían sido definidos desde el martes entre la fracción perredista y el gobierno capitalino: supresión de las reformas a los textos de los artículos 18 y 31 del Código Financiero, aumentos sustanciales a las delegaciones y definición de metas en los programas. Los impuestos, intactos.
Punto para los amarillos, que en voz de su coordinador parlamentario, Martí Batres, reconocieron las ``virtudes invaluables'' del paquete enviado por Cuauhtémoc Cárdenas, con la reserva pertinente de que ``es perfectible'', y enfatizaron su autonomía del ejecutivo.
Francamente sorprendidos en desventaja, los veteranos del equipo tricolor hicieron propia la máxima de que ``la mejor defensa es el ataque'', y mandaron por delante a su línea ofensiva. Teamback previo en la oficina de descanso de las diputadas, Octavio West, Oscar Levín, Luis Miguel Ortiz Haro y Alejandro Vázquez decidieron citar a conferencia antes de la discusión del dictamen, porque ``después perdería el impacto''.
Doble punto. Los priístas celebraron las modificaciones y rápidamente se adjudicaron el triunfo, pero mantuvieron su posición de rechazo: ``Mientras no reduzcan del 18 al 12 por ciento hay un obstáculo central para aprobar el paquete''.
En la jerga, West perdió la memoria política y condenó los ``criminales aumentos atentatorios de la economía de las familias''.
Salieron sonrientes los diputados del PRI, pero en privado mostraron su desconcierto. ``Nos sorprendieron'', admitió un legislador. ``Creíamos que no darían marcha atrás en nada''.
--¿Por qué cedieron los perredistas, si no hubo acuerdo con el PRI?
Levín Coppel resumió: ``No saben hacer política''.
Inalterable, el perredista Martínez Atala ofreció su versión: ``La modificaciones no eran indispensables y, en cambio, podrían desatar una enorme polémica; sobre el presupuesto, el PRD sostuvo durante años que debía haber metas en todos los programas, no podíamos ir ahora en contra. Pero el paquete no se modifica en lo sustancial''.
Nosotros primero
En la reta, Jesús Galván y Manuel Minjares, solitarios representantes del equipo blanquiazul en el debate, entraban displicentes al partido. ``Se están colgando las medallas solos y las propuestas las hicimos nosotros primero, desde la tribuna. Hay que hacer también una conferencia para fijar nuestra posición'', propuso Minjares.
Medio tiempo. La reunión de las comisiones unidas para discutir los dictámenes inició con media hora de retraso. En unos minutos, volvió la gresca.
Acorralados en su aparente victoria, los priístas pidieron 24 horas para analizar los cambios. Los perredistas se opusieron acogidos en los tiempos parlamentarios. Se agudizaron las opiniones, en principio conciliatorias. Reventó en el fondo la perredista Ana Luisa Cárdenas: ``Hay que tener muy claro cuáles son las posiciones irreductibles, que ya ha señalado el PRI. Es el porcentaje del aumento al impuesto predial... no le veo el caso de que nos vayamos a hacer un receso de más de 24 horas para llegar a lo mismo''.
Marcado su único movimiento, los panistas optaron por subir a las gradas a ver los choques. El PRI pidió tregua de 10 minutos.
A sana distancia (que permite la telefonía celular), el coordinador de la fracción perredista se mantenía al tanto de los embates priístas. Ora con Martínez Atala, ora con Chiguil, la postura era inflexible: ``ningún cambio''.
Nuevo teamback tricolor en el salón de diputadas, incorporados ya Jesús Toledano y Alfonso Rivera. En último intento, mandaron llamar a los presidentes de la mesa para llegar a un acuerdo ``institucional'', según aclararon al diputado Javier Hidalgo, quien tuvo que quedarse detrás de la puerta. La propuesta fue directa: aceptar el plazo a cambio de su voto a favor en las reformas al Código Financiero y la abstención en el Presupuesto de Egresos.
Martínez Atala y Chiguil reunieron a sus diputados. ``No'', atajó la mayoría. Fueron después con los panistas. ``Ustedes deciden, son la presidencia'', respondieron indiferentes.
Terminó el partido. Los priístas sólo regresaron para anunciar su retiro de la mesa argumentando que no tenían la información completa para discutir los dictámenes.
Había molestia, indignación en el grupo, desacostumbrados todos a los desaires. Jesús Toledano pasaba las manos por su rostro. ``Una más de los compañeros perredistas'', lamentó.
Ironía que esbozó un diputado perredista: ``La bronca era entre nosotros (perredistas diputados y perredistas del gobierno); los priístas nada tuvieron que ver''.