Proclaman los priístas su ``triunfo político''; ``oposición destructiva'', los llaman perredistas
Juan Antonio Zúñiga M. Ť La diputación local del PRI en la Asamblea Legislativa del DF (ALDF) proclamó como ``triunfo político'' de su partido el retiro de los artículos del Código Financiero que, en su opinión, otorgaban facultades extraordinarias de discrecionalidad al jefe de gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas.
Consideró que la eliminación de la partida de política de gasto contenida en el proyecto de presupuesto de egresos para 1998 --que fue destinada principalmente a elevar los recursos de las delegaciones-- ``nos da a nosotros el triunfo político de que el gobierno de la ciudad acepta que nos había propuesto en principio una partida secreta''.
En conferencia de prensa posterior a la realizada por la fracción del PRD, el vicecoordinador de la diputación priísta, Oscar Levín Coppel, apuntó que, aun con esos reconocimientos, la condición central de su partido para votar en favor del paquete económico es que se disminuya a 12 por ciento el alza en los impuestos y derechos capitalinos.
Estableció: ``Mientras no reduzcan del 18 al 12 por ciento hay un obstáculo central para aprobar el paquete, pero reconocemos la actitud de no violentar la ley, como la que se cometió, y de desaparecer la partida secreta a una insistencia de que violaba la legalidad de parte del PRI''.
Parecía que la fracción priísta estaba de plácemes hasta ese momento, a pesar de que consideraban que la matutina conferencia de prensa perredista había sido para ellos una ``especie de madruguete político''.
Sin llegar a la euforia, Octavio West expresó: ``Celebramos que esta partida secreta haya sido ya distribuida en rubros específicos, seguimos analizando, todavía conservan una partida muy alta de aproximadamente mil 400 millones, es la suma, y buscaremos en el presupuesto qué justificaciones son las que se pretenden dar''.
Cada momento contaba. Unos minutos después iniciarían las discusiones sobre los dictámenes del Codigo Financiero y el de la Iniciativa de Ley de Ingresos para el DF. West Silva, dijo: ``Miren, nosotros hemos dado esta lucha en absoluta conciencia. De ninguna manera hemos pretendido lesionar las finanzas del Distrito Federal.''
Pero estas opiniones cambiaron radicalmente cuando los perredistas, ya en la mesa de discusiones de los dictámenes, rechazaron la propuesta priísta de establecer un receso de 8 horas para estudiar los documentos.
Los perredistas se transformaron de pronto para la minoría priísta en ``intolerantes'' y resurgieron los señalamientos: ``las partidas secretas se pulverizan, pero no desaparecen''; ``no entregaron los documentos definitivos del código''; ``nosotros les mandamos decir que si aceptaban el receso de 8 horas votaríamos el dictamen en abstención''. Los legisladores del PRI abandonaron el recinto.
Juan Antonio Zúñiga M. Ť La fracción perredista en la Asamblea Legislativa calificó de ``aritmética fantástica'' el señalamiento del PRI sobre la existencia de partidas secretas en el presupuesto de gastos del DF y caracterizó a la diputación del Revolucionario Institucional de ``oposición destructiva'' que ``sólo apuesta al fracaso del gobierno de (Cuauhtémoc) Cárdenas''.
En lo que pudiera considerarse como el preámbulo de la disputa presupuestal, que mañana iniciará su fase final en el pleno de la Asamblea Legislativa --cuando entre a votación el paquete económico del gobierno capitalino para 1998-- cada una de las tres principales fracciones partidistas delimitó su posición en sendas conferencias de prensa en las que emergieron con claridad las diferencias políticas de unas y otras.
El coordinador de la mayoría perredista, Martí Batres Guadarrama, manifestó que la propuesta de la diputación del PRI para reducir a 12 por ciento el ajuste promedio de los impuestos, derechos y tarifas, ``lleva el propósito de dejar sin recursos suficientes al gobierno de la ciudad y se puede advertir que lo que se busca es asfixiarlo, hecho que de ninguna manera podremos permitir''.
Enfatizó: ``Estamos convencidos, no nos alarmamos, lo hemos previsto desde el primer momento, que el gobierno capitalino enfrentará una oposición destructiva de parte de quienes estaban en el poder en el Distrito Federal, quienes parten de la fantasía de recuperar el poder y, sobre esa, han construído nuevas fantasías como la de las partidas secretas y otras que seguiremos viendo en los años sucesivos''.
Más directo, el diputado perredista Javier Hidalgo aseguró que lo que realmente le duele y preocupa al Partido Revolucionario Institucional son los cambios en beneficio de la población que han sido introducidos tanto en la política de ingresos como en la asignación del gasto a causas sociales de alta prioridad social.
A ellos --fustigó en referencia a los priístas-- ``no les preocupan los ciudadanos, porque si así fuera hubieran reducido el Impuesto al Valor Agregado en la Cámara de Diputados, y aumentado los recursos a la ciudad como lo estuvo planteando el PRD''.
A su vez, Ricardo Martínez Atala, también del Partido de la Revolución Democrática y presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la ALDF, explicó: ``El quitarle flexibilidad en torno a las previsiones que se establecían en la propuesta original nos estaba indicando que la intención (del PRI) era maniatar el presupuesto de Cuauhtémoc Cárdenas a lo que previamente había sido programado por el presupuesto de Oscar Espinosa Villarreal, y reducir al nuevo gobierno a un simple administrador de un presupuesto elaborado por un gobierno anterior''.