La Jornada 29 de diciembre de 1997

El gobierno no auspicia ni encubre delitos, responde la SG

José Gil Olmos Ť La Secretaría de Gobernación sostuvo que el gobierno de la República ``no auspicia ni encubre delitos'', al dar respuesta puntual ayer por la noche al más reciente comunicado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en el que acusa al Ejecutivo federal de promover en Chiapas ``una guerra de indígenas contra indígenas'', al apoyar a grupos paramilitares.

En un texto de 13 puntos, cuya elaboración inició desde la noche del sábado y fue corregido este domingo, la Secretaría de Gobernación reconoce que sabía del ambiente que prevalece en los Altos, la selva y el norte de Chiapas, ``pero de ninguna manera tuvo conocimiento previo de la amenaza concreta de los hechos de Chenalhó''.

De acuerdo con la dependencia dirigida por Emilio Chuayffet, en la versión que da el EZLN de los hechos ocurridos en Acteal, Chenalhó, el 22 de diciembre, el grupo armado ``emite juicios parciales, formula aseveraciones que no corresponden cabalmente a la realidad y no se refiere a ninguna vía para reanudar el proceso de negociación''.

Sostiene que las ``imprecisiones'' del Ejército Zapatista de Liberación Nacional ``no provocan más que confusión y la intención de culpar al gobierno por los hechos ocurridos en Chenalhó, sin pruebas y con base en alegatos incongruentes''. Y en ese sentido se pregunta si el EZLN quiere verdaderamente la paz y ``¿cuánto más habrá de esperar para reanudar las negociaciones?''

Por otro lado, la instancia condenó la decisión del EZLN de promover la creación de gobiernos rebeldes. ``Los asesinatos de Chenalhó son condenables en todos los sentidos. También es condenable promover y defender la constitución de `autoridades en rebeldía' que evidentemente son ilegítimas y propician enfrentamientos en las comunidades''.

Asienta, en otra parte, que la investigación que efectúa la Procuraduría General de la República (PGR) sobre los responsables de la masacre es ``transparente, con apego a derecho y absolutamente imparcial''.

Insiste en el compromiso del gobierno federal de castigar a todos los responsables que intervinieron en la preparación y ejecución ``de ese terrible asesinato''. Pero también, aclara, ha ofrecido volver a las negociaciones de paz y evitar que se repitan actos de violencia en Chiapas.

La Secretaría de Gobernación asevera que el EZLN muestra varias ``contradicciones'' al dar a conocer su propia investigación de los hechos de Acteal. Entre estas, cita que los servicios de inteligencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional detectaron, desde mediados de noviembre, que se iba a realizar ``una acción paramilitar inminente'' creyendo que se trataba de un atentado contra el nuncio Justo Mullor en su visita a la zona, pero que en un punto anterior los propios zapatistas señalan ``con toda claridad que las víctimas no fueron escogidas al azar, sino que se eligió el lugar, fecha y hora del crimen''.

Rechazó la secretaría el señalamiento zapatista de que el problema en Chenalhó no es religioso ni étnico; negó que se desvíen fondos federales para financiar diversas estructuras paramilitares, y criticó que el EZLN pregunte sobre el origen de las armas prohibidas de los agresores sin que antes explique el de las suyas.

En síntesis, la dependencia sostiene que el gobierno federal ha dado muestras concretas, ``no retóricas'', de que quiere la paz; que el EZLN no tiene pruebas para afirmar que promueve la guerra de

indígenas contra indígenas, y que el gobierno de la República sostiene su voluntad de buscar la reanudación de las negociaciones con la participación de la Conai y de la Cocopa.