La Jornada 31 de diciembre de 1997

Evitan indígenas la instalación de más tropas en Larráinzar

Juan Balboa, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 30 de diciembre Ť Cientos de indígenas simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) evitaron que tropas federales se instalaran en el paraje de Tibó, ``porque sólo vienen a traer prostitución, drogas y alcohol'', afirmó el presidente municipal en rebeldía de San Andrés Larráinzar, Juan González López.

De esta manera, la movilización del Ejército Mexicano y su objetivo de establecer más campamentos castrenses en los Altos de Chiapas encontraron la oposición de los habitantes para que se instalara un cuarto asentamiento en San Andrés Larráinzar.

El edil explicó que los soldados arribaron a Tibó, ubicado a unos 6 kilómetros de la cabecera municipal, al mediodía de este martes. De inmediato, dijo, hablaron con la población para informarles que instalarían un campamento militar, la negativa de los pobladores fue inmediata.

Las autoridades del paraje esperaron tres horas para que el Ejército Mexicano abandonara el lugar, no fue así. Cerca de las 15 horas cientos de indígenas llegaron al sitio para desalojar a los militares; al ver la situación, el convoy militar decidió retirarse.

El gobierno en rebeldía y agentes municipales de San Andrés Larráinzar exigieron también el 22 de diciembre el desmantelamiento del campamento militar ubicado en el paraje Jolnachoj, pues aseguran que los soldados violan a mujeres jóvenes, introducen prostitutas, contaminaron el río y ahora intentan despojar de sus tierras a seis indígenas dueños de los terrenos en donde se encuentra asentada la base castrense.

Habitantes, el agente rural municipal de Jolnachoj y los responsables del gobierno en rebeldía -integrado por simpatizantes zapatistas y militantes perredistas- exigieron a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el retiro de los efectivos castrenses en dicha comunidad, que es una de las tres instalaciones militares -las otras están ubicadas en San Cayetano y la cabecera de San Andrés Larráinzar- que el Ejército mantiene en el municipio sede del diálogo de paz.

A fines de agosto, simpatizantes zapatistas rodearon el campamento de San Cayetano, también en San Andrés Larráinzar, para evitar que el Ejército se replantará. Los soldados y los zapatistas estuvieron a punto de enfrentarse. Los militares hicieron caso omiso de las protestas y reinstaló el campamento en San Cayetano.

La Sedena plantó, desde diciembre de 1995, tres bases militares en el municipio de San Andrés Larráinzar, considerado como una de las tres zonas de conflicto de Chiapas, y penetró en uno de los bastiones más importantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.