En 3 años, 11 mil 443 desplazados; en 1997, 500 muertes violentas
Juan Balboa, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 30 de diciembre Ť La presencia masiva de elementos del Ejército Mexicano en las zonas indígenas, la aparición de grupos paramilitares y el incremento de la violencia en los municipios del norte y los Altos de Chiapas, ha dejado en los últimos tres años un total de 11 mil 443 desplazados, de acuerdo con información recopilada por la Comisión Nacional de Intermediación (Conai).
El informe, elaborado con datos aportados por desplazados de distintas comunidades, señala que hasta diciembre de 1997, en cuatro municipios del norte de Chiapas --Sabanilla, Tila, Tumbalá y Salto de Agua-- existían 4 mil 120 indígenas choles, la mayoría militantes del PRD y simpatizantes zapatistas.
Entre los desplazados por la violencia en la zona norte destacan, por su número, cuatro grupos: unos 600 indígenas de Los Moyos están refugiados en Santa Catarina; 500 de Jesús Carranza se fueron a Unión Hidalgo; 650 de Paraíso se refugiaron en Asunción Huitiupan, y 600 más de Shushupá viven en las montañas. Todas las comunidades pertenecen a Sabanilla.
El reporte de la Conai registra también el desplazamiento de 35 familias de Masojá Grande, municipio de Tila, que pertenecen al grupo priísta de Paz y Justicia.
Chenalhó es el municipio donde se encuentran los 7 mil 323 desplazados de los Altos de Chiapas. Cinco mil 550 están concentrados en Polhó y unos 500 en San Cristóbal de las Casas. La mayoría de los desplazados por la violencia en Chenalhó son simpatizantes del EZLN y miembros de la sociedad civil Las Abejas.
El campamento de refugiados de Polhó concentra a indígenas tzotziles de Acteal, Pechiquil, Yibeljoj, Shhumumal, Tzanembolom, Chimix, Bajoveltik, La Esperanza, Aurora Chica y Tzajalucum. Los refugios en San Cristóbal se encuentran en el Instituto Nacional Indigenista, en las instalaciones de las Regiones Autónomas Pluriétnicas y en la Nueva Primavera. Existen 15 zonas de refugios de personas que huyen de la violencia en Chenalhó.
Angeles Mariscal, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 30 de diciembre Ť A consecuencia de 115 acciones violentas derivadas de problemas políticos y sociales, en esta entidad han muerto en el año que termina aproximadamente 500 personas, según se pudo documentar en las denuncias formuladas por las comunidades afectadas y en los partes que han emitido los órganos de procuración de justicia.
Entre los hechos más sobresalientes está el enfrentamiento a balazos ocurrido el 21 de enero entre campesinos y agentes de Seguridad Pública en el barrio de San Martín, municipio de Cintalapa, donde 20 personas resultan heridas.
Entre el 25 y 26 del mismo mes, en los parajes Tzaquiviljoc y Kotolté, municipio de Tenejapa, se suscitó un enfrentamiento entre habitanes de ambos lugares, donde resultaron heridas 21 personas.
El 4 de marzo, como resultado de un enfrentamiento entre habitantes del ejido El Zapotillo, municipio de Ixtapa, y Miguel Hidalgo, en Chiapa de Corzo, ocho personas fallecieron, mientras que el 14 de ese mismo mes, en San Pedro Nichtalucum, municipio de El Bosque, se enfrentaron dos grupos campesinos y resultaron muertas cuatro personas. Otras cuatro fueron desaparecidas.
El 26 de mayo dieron inicio los enfrentamientos en el municipio de Chenalhó: un indígena pereció, por lo menos 10 fueron heridos y decenas de familias quedaron desplazadas. El choque ocurrió entre bases zapatistas y priístas de la comunidad Puebla. El 21 de septiembre reinician las hostilidades en la región con un saldo de cuatro personas muertas, varias heridas, casas quemadas y cientos de familiasdesplazadas de las comunidades Los Chorros y Miguel Utrilla.
El 22 de septiembre cuatro personas desaparecen y dos más resultan muertas en la comunidad Polhó, municipio de Chenalhó. Un día más tarde son encontrados dos cuerpos en la comunidad de Yaxchemel.
El 2 de octubre un grupo de encapuchados del municipio cercano a Pantelhó asesina a una familia de cuatro adultos y una menor; mientras que otra vez en Chenalhó, en la comunidad La Esperanza, salen desplazadas cientos de familias.
Una semana más tarde, el 15 de octubre, en la comunidad Tzanebolón se suscita un enfrentamiento que deja dos campesinos muertos, tres heridos, decenas de casas quemadas y 457 personas desplazadas.
En hechos similares 15 personas murieon y más de 4 mil fueron desplazadas de diversas comunidades de dicho municipio los días 15, 21, 25, 27, 28 y 30 de octubre, así como el 10, 14, 17, 18, 19 y 25 de noviembre.
Las agresiones contra las bases zapatistas de este municipio encuentran su punto álgido cuando son asesinados 45 refugiados civiles más el 22 de diciembre en la comunidad de Acteal.
Para junio, seis personas mueren en el municipio de Pueblo Nuevo Solistahuacán, por la disputa del predio El Porvenir.
En esta misma fecha se reinician los asesinatos en la zona norte del estado. En la comunidad Nuevo Limar, municipio de Tila, es victimada una familia de tres miembros, mientras en el poblado Jesús Carranza, de Sabanilla, son asesinadas tres personas más.
El día 23, también en Sabanilla pero en el poblado Emiliano Zapata, en una emboscada muere un menor de edad y cuatro personas resultan heridas. Posteriormente, en la comunidad cercana de Bushiljá dos personas son asesinadas y tres más heridas, también durante una celada.
Para el 21 de julio dos líderes de la organización Paz y Justicia son asesinados en Masojá Grande, comunidad ubicada en el municipio de Tila. Dos días más tarde, en Sabanilla, dos indígenas de la comunidad Buena Vista son también asesinados.
Entre los días 3 y 6 de agosto seis personas resultan muertas en el municipio de Tila como resultado de las diferencias políticas entre integrantes de Paz y Justicia y catequistas. Mientras, el 22 de septiembre, un campesino más pierde la vida al ser emboscado en la cabecera municipal de Tila.
El 29 de octubre, 500 habitantes de los municipios de Tila y Sabanilla son ``invitados'' por integrantes del grupo Paz y Juticia a salir de sus comunidades o adherirse a su organización; mientras que el 25 de noviembre, en la comunidad El Limar son asesinados dos catequistas.
Ahora, en la región Selva, el 11 de agosto dos niños de la comunidad Golonchán Viejo, municipio de Sitalá, son envenenados por un grupo de priístas. Posteriormente, en el mismo lugar dos personas resultan muertas, dos más heridas y diversas familias son desplazadas del poblado, las diferencias se dan entre priístas y perredistas. También en Golonchán Viejo, de Sitalá, el 13 de octubre es emboscado un campesino priísta por un grupo de hombres armados.
El 8 de septiembre, un campesino dirigente de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos es asesinado por un grupo no identificado, en la comunidad Lázaro Cárdenas del municipio de Simojovel. El 22 de ese mismo mes otro integrante del mismo organismo, ahora de la comunidad Mercedes Isidoro, es asesinado. Otra acción violenta ocurre tres días más tarde, en la comunidad El Vergel, del mismo municipio.
El 5 de octubre priístas armados agreden a simpatizantes zapatistas que resultan heridos, sus casas quemadas y ocho de ellos presos, en el municipio de Frontera Comalapa.
Fuentes de la Procurarudía de Justicia del Estado informaron que se tienen registrados al menos 115 hechos semejantes, lo cual ha dejado un saldo de aproximadamente 500 personas muertas.
Sin embargo, los puntos donde mayor número de enfrentamientos por diferencias políticas entre grupos antagónicos se han registrado son la zona norte y el municipio de Chenalhó.